MATEO 5:4 [1] PARA LOS QUE LLORAN
"Bienaventurados los que lloran, porque ellos
recibirán consolación."
Una cosa que el mundo procura evitar es llorar. Dicen:
"Olvídate de tus problemas; da la espalda a tus
preocupaciones." Con la manía del
placer, el mundo rechaza todo pensamiento de tristeza. Por eso rechaza al cristiano, que le parece
un aguafiestas. Pero este evangelio
dice: "Felices los que lloran", y en el evangelio de Lucas Jesús dijo:
“¡Ay de vosotros, los que ahora reís! Porque lamentaréis y lloraréis" (Lc.
6:25).
El mundo dice, "Enhorabuena a los que son
alegres" y ¡Jesús dice "Enhorabuena a los que están
llorando"! La iglesia de nuestro
siglo demuestra su enfermedad espiritual reflejando al mundo en esto. ¡Hay que ser alegres! ¡Hay que
demostrar su fe con una sonrisa! ¡Es divertido ser cristiano! Como en otro siglo hubo una falsa
"lamentación", con cristianos llorones pasando por piadosos, ahora
hay un falso gozo, una alegría artificial, que huye todo lo que es serio.
En este estudio miraremos aquella lamentación
bíblica, es decir, la actitud bíblica de llorar, actitud que produce el
verdadero gozo.
I. Empecemos
con el ejemplo que tiene el creyente que llora:
1. Esto fue dicho por el Salvador, quien era el mejor
ejemplo de "llorar".
2. No hay mención en ninguna parte de la Biblia de que Jesús haya
reído. (No significa, por cierto, que
nunca lo hizo.)
a. Lo vemos enfadado
b. Lo vemos sufriendo con hambre y sed
c. Lo vemos cansado
d. Lo vemos triste, llorando al
sepulcro de Lázaro (Jn. 11:35)
e. Lo vemos llorando por Jerusalén (Lc.
19:41-44)
3. Isaías llamó a Jesús, "Varón de dolores"
["varón de tristezas"] (Is. 53:3)
4. Según Juan 8:57, parece que Jesús parecía mucho
más viejo que su edad. (50 años en vez de 30 años).
5. Pablo: ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?"
(Ro. 7:24)
6. Pablo: "y no sólo ella, sino que también
nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos
dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro
cuerpo." (Ro. 8:23)
7. Exhortación a los ancianos: "Que... sean sobrios, serios,
prudentes..." (Tito 2:2);
"presentándote... como ejemplo... mostrando... seriedad" (Tito
2:7).
8. El modelo bíblico parece más bien seriedad que alegría. "Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, vuestro
gozo en tristeza." (Stg. 4:9)
II. ¿Cuál es la
razón de llorar?
1. Sería necio llorar por llorar.
2. Es el resultado de una percepción correcta del
pecado. Si muchos supuestos cristianos
parecen ser tan superficiales y ligeros, sería porque tienen un sentido
defectuoso del pecado, y la falta de entender la verdadera naturaleza
del gozo cristiano. Un verdadero
sentido del pecado ha de venir antes de que se pueda gozar verdaderamente de la
salvación. Mucha gente pasan sus vidas
rebuscando este gozo cristiano, y buscan en vano porque buscan en el lugar
equivocado. (Hay que morir para vivir).
3. Llorar es el resultado de mirarse a sí mismo
(sigue por necesidad el ser "pobre en espíritu"). El creyente necesita un continuo examen de sí
mismo.
4. Llorar por los pecados de los demás.
a. Jesús a la tumba de Lázaro (llorando el feo resultado del pecado del
hombre)
b. Jesús llorando sobre Jerusalén
c. Según Martin Lloyd Jones, cualquier verdadero discípulo
de Jesús llorará así.
III. Por último, consideremos el consuelo del
que llora.
1. El verdadero creyente llora, (pero halla un consuelo! (Sal. 126: 5-6)
2. Es sólo el hombre que grita: "(O miserable de mí!" que puede también decir:
"Gracias doy a Dios por Jesucristo Señor nuestro." (Ro. 7:24-25)
3. El creyente halla consuelo no sólo en el presente
sino también en su esperanza.
a. Sabe que llegará la gloria.
b. Sabe que llegará el día cuando Cristo vendrá y el
pecado se marchará.
c. Sabe que habrá una nueva tierra y un nuevo cielo.
4. El mundo, que ríe, no tiene ninguna esperanza. Por esto tienen que tomarlo todo a la ligera.
5. Nosotros tenemos una esperanza: no en la ONU , ni en GREENPEACE, ni en el socialismo, ni en
el capitalismo, sino en algo seguro: Cristo.
¿Qué es lo que caracteriza tu vida? No es que debes ser "llorón", y si
lo eres, sólo para demostrar tu religiosidad, será feo. Pero ¿Cuánto serio hay en tu vida
cristiana? Lo que hace falta no es
"adoptar una actitud". Lo que
hay que hacer es acercarte a Jesús, estar en comunión con él, y dejar que él
viva Su vida a través de la tuya. Pero
¿estás dispuesto a abandonar una vida alegre, sin cuidados, para seguir a Jesús
y vivir Su vida? ¿Estás dispuesto, primero de todo, a tomar la vida
en serio, hacer frente a la tuya, y reconocer lo triste de tus pecados? Si estás dispuesto, Él hará su obra en ti.
[1]
Al preparar estos sermones y estudios sobre las
"bienaventuranzas", estaba leyendo el libro de Martin Lloyd Jones, STUDIES
IN THE SERMON ON THE MOUNT, publicado por Eerdmans. Mucho, pero no todo, de lo que se encuentra
en las páginas siguientes, refleja el pensamiento de Lloyd Jones. Me sería difícil decir dónde termina el
pensamiento de Martin Lloyd Jones, y dónde empieza el mío. Otro libro de referencia que me ha sido de
mucho valor es el comentario de Matthew Henry.
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