Tuesday, December 31, 2013


MATEO 7:7-11

"PEDID, Y SE OS DARÁ"


Uno de los versículos más citados en la Biblia es Mateo 7:7. Muy a menudo aquel que lo cita se siente algo avergonzado dentro de si mismo, porque se da cuenta que no está viviendo este texto.

¿Estás pidiendo cosas a Dios? ¿Estás buscando? ¿Estás llamando con toda insistencia?
Y, por otro lado, cuando pides a Dios,  ¿recibes algo? ¿Estás hallando lo que buscas? ¿Las puertas te están abriendo? Si este texto es para todo cristiano, ¿¡no describe una aventura tremenda!?
¡Y es para todo cristiano!  La vida cristiana, tal como Dios lo propone, ¡es la cosa más emocionante que hay! Pues, ¿Qué es el significado de este pasaje?, y  ¿cómo lo puedes aprovechar?
Este texto implica primeramente un verdadero sentido de necesidad.  Luego, una búsqueda en el buen lugar,  y finalmente una respuesta estupen­da.  Lo que Jesús está planteando es la pregunta:

                                                            ¿Es Dios tu Padre, o no?

 Si Dios es tu Padre, ¿por qué no sacar provecho de esto?

I.       UN SENTIDO DE NECESIDAD
1.      "Pedid... buscad... llamad"
2.      Sentido continuo del verbo: "Estad pidiendo, buscando, llamando" o "Seguid pidiendo, bus­cando, llamando."
3.      El tiempo de los verbos implica cierta insisten­cia. No es "Pe­did... ¡y ya está!"
4.      Si mi hijo pide un microscopio para Navidad, no es el mismo como si me pide un trozo de pan hoy.  El uno es un deseo que puedo dar o no dar.  El se­gundo es una necesidad que proviene de su ham­bre, de su sentido de necesidad.  NO LO PUEDO PASAR POR ALTO.
5.      ¿Cómo nos acercamos a Dios?
a.       “Señor, salva estas almas; dame la victoria sobre este pecado;” etc.  sin estar demasiado preocupado por el resultado.
b.      Quizá tendríamos que pedir a Dios que nos dé un verda­dero sentido de nuestra necesidad.  Creo que es en este aspecto que se aplican los ayunos y las veladas en oración.
6.      En cap. 6, v.33, vemos lo que debe ser el objeto de nuestro afán.  Deberías preocuparte, estar sediento, por tu condición espiri­tual, tu proximidad a Dios, tu relación con El. "Bienaventurados los pobres (necesita­dos) en Espíritu."  Mt. 5:3  Un sentido de necesidad.
a.       "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia."  Una dirección a la necesidad.
b.      Aquellos, sí que siguen pidiendo, buscando, y llamando, y no descansan hasta que se les da, hasta que hallan, hasta que se les abre.
7.      Así, el primer paso para obtener algo de Dios es humi­llarte delante de Él, y reconocer tu inmensa necesidad.  Especialmente tu necesidad de Él.  Tu necesidad espiri­tual, por ejemplo, de quitar la viga (v.3,5) de tu ojo.

II.    UNA BÚSQUEDA EN EL BUEN LUGAR
1.      Pidiendo, buscando, llamando, implica que has aprendido dónde buscar.
2.      Naamán, el general Sirio leproso, no pudo conse­guir  nada del rey, ni que el profeta saliera a su encuentro, pero por fin reconoció que Dios mismo le había sanado en las aguas sucias del Jordán. (2 Reyes 5)
3.      Si buscas fuerzas contra la tentación en ti mismo no las hallas, pero si buscas en CRISTO QUE ESTA EN TI encuentras poder incom­parable. Ef.3:20
4.      Pablo dirige nuestros ojos arriba, mientras el "yo"  los dirige hacia abajo. Colosenses 3:1-4
5.   ¿Dónde estás buscando las soluciones? ¿Dentro de ti mismo? ¿En algún otro creyente? ¿en el mundo?¿ en tus esfuerzos?  ¡TODO ES INÚTIL!
6.      SÓLO EN CRISTO PUEDAS ENCONTRAR LA RESPUESTA.

III. UNA BÚSQUEDA CON FE
1.      "Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibi­réis." Mt. 21:22
2.      Fe en el Padre (v.9-11)  ¿Es Dios tu Padre?
3.      El te contesta como un Padre.  (Yo no daría hojas de afeitar a un niño pequeño aunque me lo pidiera, pero trataría de escucharle y satisfacer el deseo fundamen­tal que está detrás de su petición.)
4.      Nuestro Padre se alegra cuando sentimos profundamente nuestra necesidad espiritual, y que buscamos la res­puesta en Él.
5.      La gran condición de LA FE.  He. 11:6
6.      Una vez en mi lectura Bíblica personal,   había llegado a Mateo 21, y sentí, a la lectura del v. 22, que Dios quería hablarme sobre aquello. Dije: "Pero,  ¿qué tengo que pedir?" y la voz en mi   corazón me decía: " ¿qué es lo que quieres?"  y dije: "ALMAS!"   "Pues, ¡pídelo!"  Y esta vez, decidí pedir con FE que Dios salvara un alma nueva aquel domingo en el culto de evangeli­zación.  Aquel domingo una joven puso su fe en el Señor.


Dios está llamando a personas que pidan, que llamen,  y que busquen,  con FE.  ¿No quieres ser uno de aquellos?  ¿Por qué no apuntarte ahora en el ejército de pedidores, de llamadores, de buscadores: buscadores de Dios?

Monday, December 30, 2013

MATEO 7:1-6 "NO JUZGUÉIS"


MATEO 7:1-6 "NO JUZGUÉIS"


(Gálatas 6:1)

Surgen unas preguntas frente a esta expresión "juzgar":
1.         Lo que no hay que juzgar
2.         Lo que hay que juzgar
3.         Cómo tratar el pecado del otro.
¿Cuándo se debe confrontar el pecado del hermano, y cuándo se debe callar?  Hay momentos apropiados para los dos.  El problema de hoy ha sido el problema de siempre.

I.       Lo Que No Hay Que Juzgar
1.      Regla de amor.  Júzgalo, critícalo, como quisieras que te lo hicieran a ti.
2.      Hipocresía de juzgar, censurar al otro cuando tú tienes pecados escondidos.
3.      Tu censura no proviene de un odio al pecado si no estás conde­nando también el pecado que hay en ti.  Sería más bien odio hacia el pecador.
4.      Tu juicio puede ser injusto porque sólo ves una parte de la historia.
5.      Ejemplo: un hombre andando por la carretera ve a al­guien sentado en una silla en el terreno delante de su casa, mientras utiliza un rastrillo para arrancar malas hierbas.  El primero piensa: "¡Qué holgazán!"  Pero luego, nota que es una silla con ruedas.  Entonces, piensa: "Qué valiente!"  Todo depende de cuánta infor­mación tenemos.
6.      Hesita, duda mucho antes de juzgar o criticar la acción de tu hermano o hermana.
a.       Puede haber mucho que no sabes, que le haga menos culpable.
b.      Tú puedes tener algo peor.
c.       El amor cubre una multitud de fallos.
d.      Pregúntate: ¿Por qué, y para qué critico?

II.    Lo Que Hay Que Juzgar
1.      El pecado, y no al pecador.
2.      El pecado que hay en ti más que el pecado que hay en otro.
3.      Si tienes que escribir un examen al final de tu curso y no te sientes preparado, me parece que te sentirás mucho más angustiado por tu propia ignorancia que por la de tu vecino.
4.      El mismo pecado en ti es más importante que en el otro, porque ¡tú estás consciente de aquel pecado!
5.      El pecado en ti te importa más que el mismo pecado en tu vecino, porque ¡es tu responsa­bilidad!
6.      La Biblia te dice:
a.       "Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe.  Probaos a vosotros mismos." (2 Corin­tios 13:5)
b.      "Por tanto, pruébase cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa." (1 Co­rintios 11:28)
7.      En la historia de Lucas 18:9-14, el fariseo juzgó el pecado del otro, y el publicano juzgó su propio pecado.  El publicano "descendió a su casa justificado antes que el otro." (v.14)
8.      Examínate; júzgate; deja que el Señor te lave, te purifique, y te cambie.

III. Cómo Tratar El Pecado Del Otro  (Gálatas 6:1)
1.      Con espiritualidad.  Es decir, asegúrate que estés tú mismo en comunión con Dios; que estás lleno del Espíri­tu; que no hay estorbo.
2.      Con deseo puro:
a.       Con deseo de restaurar a tu hermano, más que castigarle.
b.      Con deseo de restaurarle más que hacerte valer.
c.       Con deseo de restaurarle más que vengarte por alguna humillación anterior.
d.      Con deseo de restaurarle más que vengarte por alguna incon­veniencia que su pecado te causa.
3.      Con espíritu de mansedumbre
a.       contrario al espíritu de juez
b.      dispuesto a escuchar
c.       dispuesto a que te corrigen
d.      dispuesto a entender
e.       dispuesto a cambiar
f.       dispuesto a humillarte y reconocer que no eres mejor que el otro
4.      Considerándote a ti mismo.  (Judas:24 "y de otros tened miseri­cordia con temor.")
a.       Tener temor de que si el otro pudo caer, tú tam­bién tienes exactamente la misma naturaleza.
b.      Tienes que depender de Dios como un niño que se pega deses­peradamente a su madre al ver acercarse un perro de aspecto feroz.
c.       No olvides: el diablo ataca al que quiere ayudar al otro.
5.      Con espíritu de compañerismo. "Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo." (Gálatas 6:2)   ¡No hay que olvidar que sois "de la misma banda!"  No sois adversa­rios.


Así, el mensaje de este texto es:  no tienes que juzgar a tu hermano, sino ayudarle.  En vez, júzgate a ti mismo, para no ser juzgado.

Sunday, December 29, 2013

MATEO 6:25-34 ¿DE QUÉ TE PREOCUPAS?


MATEO 6:25-34

¿DE QUÉ TE PREOCUPAS?


"No os afanéis"   v.25, 31, 34
"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas os serán añadidas." (Mateo 6:33)
¿Cuál es tu verdadero interés?
¿Qué es tu afán?

Dicen que uno de los mayores impedimentos a la salud humana es la inquietud.  Los psicólogos tratan continuamente a personas turbadas por toda clase de inquietudes.
Están inquietos por sus necesidades materiales;
Están inquietos por su salud;
Están inquietos por su familia;
Están inquietos por la fidelidad de su pareja;
Están inquietos por su rendimiento sexual;
Están inquietos por su posición social.

Un hombre fue a ver a su pastor diciendo, "Estoy preocupado por tantas cosas, pero lo que me preocupa más es que ¡no consigo dejar de preocuparme!
¿Qué es lo que más te inquieta?  Tu respuesta a esta pregunta puede demostrar algo de qué clase de persona eres.

I.       El Afán De La Vida  (v.25-31)
1.      Las necesidades legítimas
2.      ¡Afanes inagotables!
3.      Tu incapacidad de solucionar tus necesidades materiales
4.      La capacidad de Dios de solucionarlas
5.      La voluntad de Dios de solucionarlas
6.      La inutilidad doble de inquietarse
7.      El desafío de la FE:
a.       Es por la fe que decidimos dejar los métodos más o menos honestos de cumplir nuestras necesidades. La inquietud nos instiga a hacer trampas.
8.      "todas estas cosas" v.33.

II.    El Afán De Mañana  (v.34)
1.      En muchas maneras este afán es igual al afán de la vida.
2.      Mañana no te pertenece.
3.      La viuda de Sarepta pudo poner su fe en Dios sólo cuando para ella ¡ya no había mañana!
4.      A veces Dios nos pide que tomemos "riesgos" de la fe, como lo hizo con la viuda de Sarepta.
5.      Si no puedes conseguir la solución de los afanes de hoy, ¿qué te servirá afanarte de mañana?
6.      Sería bueno poner, por un acto de fe, tu mañana entre las manos de Dios.
La mejor manera de deshacerse de una preocupación, ¡es con una mayor preocupación!


III. El Afán Del Reino De Dios  v.33
1.      "Mas"  implica una elección de tu parte.  No el uno, sino el otro.  Dar la espalda a uno, para hacer el otro.
2.      "Buscad" = seguid buscando.  Es activo. No viene solo.  El objeto de nuestra búsqueda continua.  Se trata de entregarse a seguir buscando el reino de Dios.
3.      "Primero" significa una prioridad.  Se trata de deci­dir:  ")Qué es más importante en mi vida? ¿Comer? ¿Vestirme? ¿Conocer a Dios?" ¿A qué dedicas más tiem­po?  La respuesta a esta pregunta puede indicar qué viene primero en tu vida.
4.      El reino de Dios.  Que Él sea REY en tu vida.  Creer en Su soberanía está bien, pero ¿es soberano en tu vida? ¿Parece así?
5.      "Y todas estas cosas os serán añadidas".  Sí, pero después del "primero".  Hay que notar la gramática de la frase: En cuanto al reino de Dios, es "Buscad, verbo activo.  En cuanto a "todas estas cosas", es "os serán añadidas", un verbo pasivo.  El primero es tu responsa­bilidad; el segundo es lo de Dios.
6.      Esto es el contrario de muchas vidas cristianas, y es la razón por qué muchas vidas cristianas no funcionan.

¿Qué viene primero en nuestras vidas?  No se trata sólo de qué hacemos, sino de qué somos delante de Dios.  Por ejemplo, el único hecho de ser pastor, o misionero, no garantiza que nuestra prioridad está en el buen lugar.  Nosotros también podemos ser culpables de profesionalismo, y olvidar de buscar el reino de Dios por nosotros mismos.
Pero, ¿cómo están tus prioridades? ¿Cuál es tu afán en este momento?  Jesucristo quiere serlo

Saturday, December 28, 2013

MATEO 6:22-23 LA IMPORTANCIA DEL OJO



MATEO 6:22-23

LA IMPORTANCIA DEL OJO


 ¿Te ha ocurrido alguna vez levantarte en la noche para ir al baño en toda oscuridad, sin ver nada?  Si lo haces cuando visitas en una casa que no conoces bien, te irá bastante mal. Tropezarás con algo, seguramente.  Me acuerdo una vez en un campamento de verano, haber corrido a través del bosque por una noche sin luna ni estrellas, pero siguiendo a otras personas que llevaban una luz.  Ellos no sabían que estaba siguéndolos, y cuando de repente desaparecieron sin aviso, me encontré en oscuridad total, pero corriendo todavía.  Dentro de un segundo, me rompí la nariz contra un árbol.  Pero aun en el día puedes andar en oscuridad.  Si cierras tus ojos, o los cubres, todo tu cuerpo cae en la oscuridad, no sólo tus ojos. Aun tus pies están afectados.  Me parece que esto es lo que quería decir Jesús aquí.

I.       Toda tu vida quedará favorablemente afectada por tu sana manera de ver las cosas.  v.22
1.      "Si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz"
2.      Explicación: "bueno" = simple, sin hipocresía, teniendo un solo propósito, claro y inconfun­dible.  Mirar sin concupiscencia o avari­cia.
3.      Si miramos a la meta cuando nadamos, o conducimos, aquello afectará la manera de conseguirla.
4.      Importancia de los ojos en karate.  Se dice que hay que mirar al otro lado del palo que quieres romper.
5.      Tu mirada a las circunstancias: si son desfavorables, tu manera de mirarlas puede influir tu vida.  Por ejemplo, puedes mirar a las circunstancias adversas como razón de hacer menos para Dios, o como razón de hacer más para Dios, como el mercante de Calcuta que aprendió, mientras hacía un donativo a una misión, que acababa de sufrir una pérdida económica importante. ¡Aumentó su donativo de manera radical! (Daily Bread, 7 Oct., 1980  [RBC)
6.      Mirando a nuestras metas espirituales, todo nuestro ser andará en aquella dirección. Filipenses 3:13,14; He­breos 12:1; 1 Co.9:24.
7.      ¿Qué tal es tu mirada?  ¿Estás mirando hacia Cristo, hacia la meta, para correr en aquella dirección?  Si es el caso, parecerá en todos los aspectos de tu vida.

II.    Desperdiciarás tu vida si no la miras de una manera sana.
1.      "Pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieb­las."
2.      Si sólo ves las cosas de una manera pesimista, no podrás disfru­tar de lo positivo en la vida. Te perde­rás muchos placeres.
3.      Si sólo miras hacia las cosas terrenales, te perderás lo que Dios quiere darte.
4.      Si sólo miras hacia las cosas terrenales, sólo vivirás para las cosas de la tierra. Tu manera de actuar refle­jará tu manera de mirar.
5.      El no mirar a lo celestial te permite hacer trampas, mentir, vivir en la disolución.  ¿Para qué refrenarse, si no hay nada más de lo que hay en este mundo?
6.      El mirar hacia las cosas de la tierra permite la hipocresía de los Fari­seos, practicando su "justicia" sólo para ser visto de los hombres.


¿Cómo son tus ojos ahora?  ¿Has pasado una revisión última­mente?  ¿Una revisión Bíblica, en la presencia de Dios?



En Mateo 6:24, vemos un otro aviso contra la hipocresía. Se trata de elegir cuál maestro se servirá. El servir a dos señores es contrario a tener el ojo simple, porque los ojos del siervo miran a la mano de su señor. Salmo 123:1,2.  No se puede concen­trar la mirada en la mano de uno y del otro a la misma vez.  Miran para órdenes, y para misericordia.  Ha que miran para obedecer a Dios, y aquellos que miran para saber que manda el mundo con sus modas.  Hay quien mira hacia el Señor para recibir bendicio­nes, y hay quien mira al mundo y a lo material para recibir lo que pueden conseguir de aquella fuente agotable.

 "Señor" = kurios = Soberano.  YHVH (la palabra “Jehová” en la versión de Reina y Valera), en el Antiguo Testa­mento, fue traducido a menudo como "kurios" en el griego.  Implica el tener poder, autoridad, potestad, sobre alguien. Hay también la idea de propietario, de tierra o de siervos.  El propietario puede hacer lo que quiere con lo suyo.

LA NECESIDAD DE ELEGIR

            Engaña su propio alma, y le hace daño, quien piensa dividirse entre dos señores, entre Dios y el mundo, para conse­guir un tesoro en el mundo, y también un tesoro en el cielo.  Quieren complacer a Dios, y complacer a los hombres también.  La piedad no es igual a la ganancia. (1 Tim.6:5)
             Mientras dos señores andan de acuerdo, el siervo les puede seguir a los dos, pero cuando los señores se separan, a ver cuál es el verdadero señor del siervo.
            Considera la enemistad entre Dios y el mundo.  No se puede ser amigo de los dos.  Santiago 4:4.  Quiera o no, tienes que elegir entre los dos.

EL SIGNIFICADO DE "RIQUEZA", O "MAMÓN"
La palabra "riqueza" es de una palabra Siríaca que Jesús utilizó, "Ma­món", que significa "ganancia".  Cualquier ganancia en el mundo está incluida aquí.    Para algunos se trata de sus barrigas (Fil.3:19); para otros, es su comodidad, descanso, deportes, o pasatiempos (Prov.6:19); para otros, son las riquezas y honores (Santiago 4:13).  En cualquier caso, se trata del mundo, y las cosas que están en el mundo: los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida.  (1 Jn. 2:15)

LA BUENA ELECCIÓN
            Un solo Señor: Marcos 11:2  "hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo." Marcos 11:3  "El Señor lo necesi­ta." El privilegio de servir al Señor, de ser necesario para el Señor.

            Este privilegio depende de ciertas condiciones:  el no servir a otro maestro.  Tú puedes decir no al pecado, no a la tentación, etc. porque "el Señor lo necesita."  El Señor necesita tu cuerpo, tu mente, y tu tiempo.  Así, ¿por qué estas cosas servirían a lo poco importante?

Friday, December 27, 2013

MATEO 6:18 TESOROS EN EL CIELO


MATEO 6:18

TESOROS EN EL CIELO


 "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla, ni el la herrumbre corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón."
     Este pasaje es el corazón mismo del sermón del monte. En este mismo capítulo, hemos considerado la importancia de dar limosnas en secreto; de orar en secreto; de ayunar en secreto.  Este pasaje nos da la razón por eso.  Los que hacen sus obras de justicia en público, de una manera ostentosa, lo están haciendo por lo que se pueda conseguir en la tierra.  Jesús nos exhorta a estar consciente de lo que se consigue en el cielo con la verdadera justicia sincera.  También hablará en el pasaje siguiente de nuestros valores materiales.  Es que sea de una manera material, sea de una manera emocional, hemos de elegir entre lo que podemos conseguir en la tierra, o lo que Dios nos quiere dar. En otras palabras, para Él la cuestión no es una de ser materialista o no, sino el ser terrenal o celestial.

I    NUESTROS "JUGUETES" MATERIALES ENGAÑAN
1                            Un niño recibe el juguete que siempre había que­rido.  Se rompe en seguida por ser mal fabricado.
2                            Seguro que el regalo preferido de nuestro Daniel, una Navidad, cuando era pequeño, fue un tele-sketch. Pocos días pasado Navidad lo dejó encima de la estufa, y se fundió.
3                     Mediante una herencia bastante importante, me compré un coche por ($3000), que se rompió dentro de una semana: lo vendí por el precio de servicio de la grúa; y un procesador de textos, algo más caro que un orde­nador: alrededor de $4000 (en 1984-5).  Quería lo mejor.  Lo traje a Palma, y dentro de un año ya no funcionaba, con ninguna manera de arreglarla.
4                            Son cosas, y nada más.  Si ponemos nuestro gozo en esas cosas, nos engaña­mos.  Nos roban, se rompen,  se deterioran.  Dinero que parece como si durara por mucho tiempo y para muchas cosas, se esfuma rápida­mente.  Como el dinero que muchos tenían inver­tido antes de la gran crisis: Se esfumó en no sé qué, y dentro de vein­ticuatro horas, multimillonarios se habían convertido en hombres muy pobres, sin casa, sin nada.  Muchos de aquellos se suicidaron, porque su tesoro había desva­necido.  Pobre de ti si tus tesoros son de este mundo.
5                            Tus tesoros pueden también ser amistades, pueden ser una buena reputa­ción, el respeto de los demás; todo esto se esfuma fácil­mente.  Es engañoso.  ¿Por qué no poner tu tesoro en un sitio que no engaña?
6                            Tu salvación es tu posesión más preciosa.  Todo el dinero en el mundo no puede comprar el gozo que Cristo ha puesto en tu vida.  ¡ALELUYA!
7                            "Buscad primero el reino de Dios y Su justicia, y todas esas cosas os serán añadidas." (Mt. 6:33)

II  LAS COSAS DE LA TIERRA TIENEN UN "BRILLO OSCURO"
1                            ¿Qué significa: "si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieb­las?"?
2                            Ejemplo: Una "luz" que en realidad son tinieblas. ¿Cuán­tos han visto luciérnagas?  Son pequeños bichos vo­lantes que producen lucecitas en la noche. Las sustan­cias que dan luz a esas luciérnagas son muy en demanda.  Contienen dos productos químicos muy raros, que se llaman: luciferase y luciferin. Las dos palabras de­rivan de Lucifer, el nombre del diablo!  Aquellos dos compo­nentes valen casi cinco veces más que su peso igual en oro.  Pero la luz que producen, cuando se comparan al brillo del sol, bien podría llamarse oscuridad.
3                            Muchas personas ponen dinero, o ciertos placeres en primer lugar en su lista de prioridades, porque promete dar brillo a sus vidas.  Pero no se fijan  en las limitaciones de aquello.  El dinero, por ejemplo, puede aflojar la tensión económica, pero no puede curar un corazón partido.  Puede conseguir un placer efímero, pero no una paz duradera.  Es demasiado débil como luz para satisfacer nuestros anhelos espirituales.  El vivir única­mente para ganancia terrenal es ser llenado por la "luz de Lúcifer" -  lo que no es nada más que oscuridad en verdad.
4                            Vivamos, pues, para Cristo.  Él es la luz que ilumina el alma con el gozo de la salvación eterna.

III          EL PODER MIRAR ADELANTE NOS DA GOZO
1                            Un poeta inglés escribe: "Los ángeles, de su hogar en lo alto, miran con ojo lastimoso, viendo que donde no somos más que visitas pasajeras, nos con­struimos nidos tan fuertes; mientras donde esperamos vivir para siempre, apenas ponemos una sola piedra."
2                            Se cuenta la historia de una joven cristiana que visita al antiguo amigo de su padre. El anciano había buscado las riquezas y la fama del mundo, y con éxito.  Él pregun­taba a la joven sobre su padre, de quien se sabía que tenía algunas dificultades econó­micas.  Escuchó atenta­mente sobre la paciencia de su antiguo amigo, y la alegría con que anticipaba sea la muerte o la vida. Algo turbado en su conciencia  por el contraste en sus vidas, exclamó: "Segura­mente te preguntas por qué yo no puedo estar tan contento y alegre como tu padre, pero piensa en la diferen­cia: Él se marcha hacia su tesoro, y yo - ¡yo tengo que marcharme dejando el mío!
3                         Si tu tesoro es en Dios, en el cielo, pues tienes toda razón para estar alegre.  Tus circunstancias temporales no te afectan, porque anticipas algo estupendo por de­lante.  Tienes esperanza.  Y más vale poco con espe­ranza, que mucho sin esperanza.   

IV   MIRAR AL BUEN SITIO NOS PROPORCIONA LA RECOMPENSA MÁS VALIOSA
1                            "Entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios."  1 Co. 4:5
2                            ¿No has visto a niños resplandecer cuando se les ha elogiado por algo que han hecho? A veces aun más que si recibie­ran una recompensa material. Un escritor describe como cuando sacó a algunos niños de una casa que se había encendido, la madre le había agradecido con tanta emoción.  Ella y su marido eran propietarios de un pequeño restau­rante, y le habían ofrecido comidas gratis, pero le dijo que sus palabras de agradecimiento bastaban por recompensa.  A veces cuando ayudamos a alguien con consuelo, o consejo, y la persona dice: "gracias, me has ayuda­do", aquello es bas­tante recompensa.  Aunque siempre nos deja un poco avergonzado porque sabemos que hubiéramos podido hacer mejor, o más.
3                            A lo mejor nos sentiremos algo turbado al oír al Señor decir:  "Bien hecho, buen siervo y fiel", por tener la misma sensación de recibir mucho más de lo que merece­mos.  Nos daremos cuenta que solo somos pecadores salvos por la gracia.  Pero las palabras de elogio del Señor nos conmoverán. Serán la mejor de todas las recompensas.  El hecho de pensar en esto puede retarnos a vivir una vida con más dedica­ción y servicio.

¿Qué es lo que has elegido en tu vida? A qué das más impor­tancia?  ¿Lo que puedes conseguir ahora por tus propios esfuerzos, o lo que Dios te quiere dar?