Filipenses 3:1-11 Un Cuestión de Valores

Filipenses 3:1-11

Un Cuestión de Valores

vv.1-2  Se ataca a los legalistas que les quitarían el gozo en el Señor

vv. 3a  Demuestra cuál es la verdadera circuncisión

Pablo habla en este pasaje de las cosas que cambian cuando una persona se entrega a Cristo  y quiere vivir para él:

I                Cambia la base de la confianza   vv. 3-7

1                      No la religión

2                      No la raza

3                      No la secta

4                      No el celo

5                      Sólo Cristo

II             Cambia lo que le es importante en la vida  vv. 7-8

1                      Cosas que antes eran ganancia

2                      Ahora son pérdida

3                      Ahora son "basura"

4                      Lo único que vale ahora es Cristo

III          Cambia la meta de su vida   vv.9-11

1                      Antes era ser bien visto

2                      Antes era ser "bueno"

3                      Ahora es conocer a Cristo

4                      Ahora es conocer el poder de su resurrección

5                      Ahora es participar en sus padecimeintos

Ocupándonos de nuestra salvación Filipenses 2:12-18

Filipenses 2:12-18

(Aquí empiezo dando dos diferentes ideas para un predicador que quiere tratar este texto. En este caso escogí la segunda idea)

Podemos evitar que el evangelio haya sido predicado en vano en nuestro caso, cumpliendo con los deseos que Pablo expresó en Fil. 2:12-18.

I.                   Ocupándonos de nuestra salvación con temor y temblor

II.                Haciendo todo sin murmuraciones y contiendas

III.             Resplandeciendo como luminares, sin mancha en un mundo maligno y perverso

IV.             Asidos de la Palabra de vida.

o:

Podemos (debemos) ocuparnos de nuestra salvación, teniendo las actitudes siguientes:

I.                   Humildad, sabiendo que lo tenemos todo por gracia v.13

II.                Sencillez, (sin murmuraciones y contiendas) v.14

III.             Santidad, siendo distinto del mundo perverso v.15

IV.             Fidelidad, asidos a la Palabra de vida v.16 (conocerla, compartirla, vivirla)

I                Humildad  v.13

1                      No se trata de nuestra inteligencia

2                      La humildad no nos da una razón de ser pasivos; todo lo contrario

3                      Nos da ánimos para trabajar en nuestra salvación; nuestro mismo deseo es una demostración de que Dios está obrando en nosotros

4                      El propósito de Dios: "por su buena voluntad (placer)". Es que nuestro deseo, y nuestro hacer, complacen a Dios. Nuestra inactividad no lo complace.

II             Sencillez v.14

1                      Siendo no por ley, sino por gracia, se hace sencillamente, de corazón.

2                      Esta actitud impide de murmurar, como los de Israel, oponiéndose a Dios.

3                      El contrario: "dando gracias en todo". Así somos victoriosos.

4                      Sin contienda: no hay ni rivalidad ni competición si se hace con amor sencilla hacia Dios.

5                      La mayoría de las personas hacen algunas cosas sin murmuraciones y contiendas. El problema es hacer todo con esta actitud.

III          Santidad  v.15

1                      "luz en tinieblas"  limpieza en suciedad.

2                      Somos distintos.

3                      Lo más ridículo es que un creyente, que quiere tener un fin distinto al del mundo, tema de parecer distinto del mundo ahora.

4                      El secreto es ser "sencillo" – puro, sin hipocresía, sin móviles mezclados, inocentes.

5                      La palabra "luminares" es la misma que la palabra por "estrellas" en el cielo. Se ven en la noche.

IV          Fidelidad, asidos a la Palabra de vida

1                      Hay que conocerla (entonces, ¡estudiad!)

2                      Hay que compartirla – si vale la pena creerla, vale la pena compartirla

3                      Hay que vivirla

4                      La palabra "asidos" puede significar "sosteniéndola para que todos la puedan ver".

Todo eso, porque hubo, y habrá, para nosotros, "el día de Cristo".  Hoy es "el día del mundo", o al menos, parece ser así.   Cuando Cristo venga, ¿parecerá como si el trabajo de anunciarnos a nosotros el evangelio habrá sido en vano? ¿Habremos sido fieles? ¿Nuestro testimonio nos seguirá?

"Mirando ... por lo de otros" FILIPENSES 2:4-5, 17-30

"Mirando ... por lo de otros"

FILIPENSES 2:4-5, 17-30

«No mirando cada uno por lo suyo propio sino cada cual también por lo de otros».  ("non nobis solum").

Como creyentes, debemos aplicarnos al servicio de otros, siguiendo el ejemplo de Cristo, y de sus servidores.  En la realidad, es demasiado frecuente que prefiramos dominar que servir.

I                Tomando una posición de segundo plano.

1                      Cristo: no "estimó" (pensando en sí mismo); no "se aferró" a su posición; se hizo "siervo", o "servidor"  v.5.

2                      Timoteo sirvió a Pablo como un hijo a su padre v.22

3                      Epafrodito "compañero de milicia" (v. 25) sirvió como si fuera un soldado, que se preocupa del interés de su país, y de sus oficiales.  "vuestro mensajero" (trayendo socorro económico); "administrador de mis necesidades" (no sólo según su voluntad propia, sino las necesidades de Pablo - ¿sacando el cubo de la cárcel y enjuagándolo?).

4                      Tenemos mucho miedo a la idea de seguir, a no ser el primero.  Queremos mandar.  Nadie manda bien si no sabe seguir.

II             Preocupándonos de los intereses de Dios y de los demás

1                      Cristo como "siervo" - se interesó en los intereses de otros y no los suyos (v.5).

2                      Pablo v.17-18 "servicio de vuestra fe": su gran preocupación era la de servir a otros.  Se gozaba del gozo de otros, demostrando la actitud de Ro. 12:15.

3                      Timoteo v.19-24 No buscaba lo suyo, sino lo de Jesucristo.  Era uno de los pocos que se interesaba en los filipenses.

4                      Epafrodito v.25 Como soldado: los intereses de su Rey, y de otros soldados.  Se angustiaba más de la inquietud de los filipenses que de su propia salud.

5                      ¿Cuánto tiempo tomamos para considerar los intereses de los demás?  ¿Estamos dispuestos aun a escuchar a nuestro hermano?  Esto nos ayudaría a olvidar nuestras propias penas, a veces.

III          Sin ahorrarnos en nuestro servicio

1                      Jesús no se aferró a su vida, sus derechos.  No se ahorró; se gastó.

2                      Pablo era dispuesto hasta derramar su vida.  No la ahorraba, ni siquiera "para servir mejor".

3                      Epafrodito se dedicaba a tal punto al servicio de Cristo y de los demás que se puso enfermo.  No ahorró sus energías.

4                      Nosotros, demasiadas veces, tendemos a ahorrar nuestras energías. Damos por eso las mejores razones, pero no satisfacen, a la luz de lo que sabemos de Jesucristo y sus discípulos.

¿Qué clase de cristiano eres?  ¿Un servidor? ¿O quieres que otros te sirven?