Thursday, July 31, 2014

¿CUÁL ES TU PARTE?
Josué 13:33

“Mas a la tribu de Leví no dio Moisés heredad; el Señor Dios de Israel es la heredad de ellos, como él les había dicho.”
(véanse también v. 14, y 18:7)

A primera vista, esto parece terrible.  Las doce tribus recibieron ricas heredades en el país – salvo Leví. Pero cuando se lee todo el versículo, vemnos que son ellos que recibieron la mayor parte.

Un hombre en la república de África del Sur aprendió que un paquete de ultramar le esperaba a la oficina de correos.  Se negó a pagar las 200 PTA para recibir el paquete, y el paquete se gardó en la oficina durante varios años, hasta la muerte del hombre. Entonces se abrió el paquete, y se halló una fortuna en dinero dentro.  El hombre se privó de toda aquella riqueza para ahorrarse unos cuarenta duros.

En la misma manera, si la gente se diera cuenta de la riqueza espiritual que tienen en Cristo, estarían más dispuestos a liberarse de las cosas materiales.

Igual como los levitas, debemos considerar que Cristo es nuestra heredad y no las cosas del mundo. Esto implicará muchas cosas por nuestra parte:

I.              La preocupación por conocer la persona de Cristo
1.                 Como María, y no Marta (Lucas 10:42)
2.                 Para poner nuestras ambiciones y deseos en él
3.                 Complacer a cristo: más importante que poseer algo Lucas 9:58
4.                 Buscando su comunión como siendo nuestra bien más preciosa
5.                 Contando nuestra salvación como siendo más preciosa que otras cosas (el sacrificio de que los Levitas se ocupaban representaba la salvación)
6.                 Mt. 6:21 ¿Cuál es tu tesoro? Un hombre rico se preocupaba del hecho de morir porque dejaba su tesoro tras él. Un creyente pobre era más feliz, porque sabía que iba hacia su tesoro en vez de dejarlo.
7.                 ¿Cuál es nuestro interés principal: el catálogo, o la Palabra de Dios?


II.            La preocupación por servir al Señor
          1.        Los levitas recibieron la tarea de servir a Dios como un privilegio, como siendo su parte de la heredad.
          2.        En Malaquías, vieron el servicio a Dios como siendo un "fastidio".
          3.        Nosotros tenemos que decidir muy seriamente si servir a Dios es un privilegio, un deleite, o si es un fastidio.  Y actuar conforme a eso.

Wednesday, July 30, 2014

EL ARREPENTIMIENTO Josué 3:1-6

EL ARREPENTIMIENTO PARA EL PUEBLO DE DIOS
JOSUÉ 3:1-6
“SANTIFICAOS” (v.5)

            El pueblo de Dios tenía una necesidad. La tenían muy a menudo, esta misma necesidad.  Y nosotros, como iglesia, y como individuos, la necesitamos también.

“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”.  (2 Crónicas 7:14).

I.              La necesidad del arrepentimiento
1.                   En consideración de sus “malos caminos”
2.                   “sanaré” implica que está enfermo
3.                   En nuestro caso consideramos lo poco de almas que se salvan.
4.                   Arrepentirse de la indiferencia, desobediencia, impureza, mundanidad, carnalidad, rencores, chismes, etc.
5.                   Las prioridades equivocadas. Cuando la gloria de Dios ya no es primero, es que hace falta arrepentirse.

II.           La exigencia del arrepentimiento
1.                   Para el perdón, respuesta a la oración, y sanidad de Israel
2.                   “Si” es una palabra que se aplica también a nosotros. Véase Apocalipsis 2 y 3.
3.                   “Sobre el cual mi nombre es invocado”. ¡Se ve que esto no basta siempre! La doctrina correcta tampoco.
4.                   No podemos esperar recibir las bendiciones de Dios si quedamos indiferentes a la gloria de Dios.
5.                   Para tener a Cristo en la lengua, hay que santificar a Cristo en el corazón 1 P. 3:15

III.        La urgencia del arrepentimiento
1.                   “Sanaré” significa que hay un peligro grave.
2.                   Estamos en peligro de perder nuestro testimonio
3.                   Estamos en peligro de llegar a ser tibios, muertos espiritualmente. Por esto Stg 4:8
4.                   Era urgente para el pueblo de Israel en babilonia, y también frente a las plagas en el desierto
5.                   No sólo estamos en peligro como individuos, como iglesia, y como pueblo evangélico, sino que también está en peligro el país, porque somos la sal de la tierra, y si la sal pierde el sabor, ¿qué ocurrirá?


Si queremos ver almas salvos, aun si sólo queremos mantener nuestro testimonio aquí donde vivimos, es urgente que pongamos en práctica 2 Crónicas 7:14, tanto como individuos, como iglesia.

Tuesday, July 29, 2014

UNA NUEVA PARTIDA Josué 1:1-9


UNA NUEVA PARTIDA
Josué 1:1-9

Ocurre a menudo en nuestras vidas que nos hallamos ante una nueva etapa. Habrá un cambio radical, sea en nuestra vida de familia, en nuestro trabajo, o en nuestros estudios. Estos cambios que vemos ante nosotros nos inspiran cierto temor a veces. Nos preguntamos cómo afrontar el cambio. Muy a menudo nos damos cuenta de que las circunstancias que tenemos ante nosotros son totalmente distintas a lo pensábamos. Podemos sentir frustrados, decepcionados, incapaces, o atemorizados.

Josué se hallaba ante una circunstancia parecida. Desde hacía cuarenta años había seguido a Moisés fielmente en el desierto. Era un hombre de fe, y de obediencia al Señor. Junto con Moisés, se había enfrentado con todo el pueblo enfurecido, arriesgando así su vida.  Estoy seguro de que quería seguir apoyando a Moisés indefinidamente.  Y parecía que sería así. Moisés, aun estando muy viejo, tenía una salud perfecta. Pero, ahora, todo ha cambiado. Moisés ha muerto, y si acaso Josué tiene dudas, Dios mismo se lo dice. Y el pueblo está todavía acampado al este del Jordán. Y Josué tiene que tomar el liderazgo del pueblo solo. Tiene que llevar al pueblo a la tierra prometida. No podrá hacerlo apoyando a Moisés, ni al lado de Moisés. Como líder, estará solo. Seguro que se sentía algo defraudado, y preocupado en cuanto a cómo lo iba a hacer.

Nosotros también podemos preguntarnos cómo vamos a afrontar un nuevo año, o una nueva etapa de nuestras vidas, o simple nuestro futuro, con nuevas condiciones. Quizá hemos tomado algunas decisiones que van a cambiar nuestras circunstancias. ¿Podremos llevar bien nuestro camino ante estas condiciones? Los nueve primeros versículos del libro de Josué nos dan unos principios para hacer frente al futuro.

I.              Con acción (v.2 “Levántate y pasa este Jordán”)
1.                   La inacción nunca solucionó nada.
2.                   A veces una persona por falta de confianza en sí mismo deja de actuar. Pero es lo peor que se puede hacer. Aumenta el problema.
3.                   Decidir de actuar es difícil, pero generalmente cuando empezamos a actuar, a servir al Señor en la manera en que sepamos hacer, el camino se despeja.
4.                   La pereza es pecado según la Palabra de Dios, y aun la pereza causada por el temor. Dios nos manda a actuar, a esforzarnos, a dejar unas huellas en el mundo. La pasividad no es cristiana.
5.                   La acción que Josué tenía que emprender no era fácil, porque era la temporada en que el río suele desbordarse. No se trataba de un pequeño torrente seco (Josué 3:15).

II.           Con confianza (v.3, 5 “Yo os he entregado … todo lugar que pisare la planta de vuestro pie … estaré contigo”.)
1.                   No bastaba que Dios les daba el país. Josué y el pueblo tenían que tomar el país por la fe. La tierra que pisaban, lo iban a recibir. Es lo mismo cuando vemos las promesas de la Biblia que se aplican a nuestras vidas. Tenemos que actuar basadas en esas promesas, para poder aprovecharlas.
2.                   Con valentía (v.6 “Esfuérzate y sé valiente”)
a.                         La valentía implica un esfuerzo.
b.                         A veces quisiéramos descansar y dejar que otros actúen. Pero generalmente no hay otros. Por tanto,  hay que esforzarse.
c.                         Esforzarse a hacer lo mejor que podamos. Es para el Señor (Col. 3:17). Él merece el mayor esfuerzo.
3.                   Sin temor (v.9 “No temas ni desmayes, porque el señor tu Dios estará contigo”).
a.                         El temor paraliza, y quita fuerza.
b.                         El temor es negar la presencia del Señor con nosotros. Él promete no abandonar a Josué, y en Hebreos 13:5 vemos que esta promesa se aplica también a nosotros: “porque el dijo: no te desampararé, ni te dejaré”.

III.        Con la Palabra de Dios (v.7-8 “no te apartes de ella… Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley… meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito”).
1.                   La mejor manera de hacer frente a un nuevo reto es con la Palabra de Dios.
2.                   Conociéndola. ¿cómo conseguir la victoria que el Señor nos quiere dar si ni siquiera conocemos sus instrucciones?
3.                   Meditándola. Hay que vivirla continuamente. Seguir leyéndola y repitiéndola en nuestra mente.
4.                   Con constancia. “día y noche… nunca se apartará de tu boca”. No basta con aprender la Palabra de Dios una vez, con hacer unos estudios, o mucha meditación.  La meditación de ayer no nos ayuda mucho para hoy, y aun menos para mañana. Es como comer. Tiene que ser diario para que nos valga.
5.                   Obedeciéndola.  Si hay instrucciones, hay que seguirlas.  La victoria, el éxito, depende de ello.


Somos como Josué.  Estamos delante de nuestro futuro. Hay cosas que no sabemos en cuanto al futuro. Pero hay otros cambios en nuestras vidas que sabemos que vienen. ¿Estamos preparados para seguir adelante con el Señor, aprovechando sus promesas, y obedeciéndole? Podemos hacerlo con confianza, porque la victoria es del Señor. Sólo se trata de confiar y obedecerlo para ver esa victoria. 

Friday, July 25, 2014

CONCLUSIÓN A LA EPÍSTOLA 1 CORINTIOS 16:13-24 Ejemplos en la Vida Cristiana


CONCLUSIÓN A LA EPÍSTOLA
 1 CORINTIOS 16:13-24

Ejemplos en la Vida Cristiana


Cada cristiano debe reconocer y seguir el ejemplo de creyentes ejemplares en los áreas que vemos en 1 Corintios 16:13-24.

            ¿Cómo te ves como creyente?  ¿Cómo un servidor, o como alguien a quien los demás deben ayudar?  Eres tú quien debe decidir esto.  Hay quienes quieren que todos estén pendientes de ellos; hay otros que se interesen tanto en los demás, que no se fijan en si las personas se ocupan de ellos.  La Iglesia en Corinto era una iglesia con muchos problemas, con personas de toda clase: egoísta, pendencieros, inmorales, personas que querían ser el centro de atención.  Pero hubo otros que pasaron por Corinto que tuvieron una actitud totalmente distinto.  Dejaron un ejemplo de servicio humilde, cariñoso, en el cual demostraron que se preocupaban más por el bien de otros que de sí mismo.

I.              Los que se dedican al servicio de los santos (Familia de Estéfanas)
1.                 Servir es notar las necesidades de las personas, fijarse en ellas, e intentar ayudar.
2.                 Servir no es dirigir
3.                 Como primeros creyentes allí, ponen un buen modelo por los demás.
4.                 Es importante que nosotros como creyentes estemos dispuestos a ayudar a los demás.
5.                 Hay que fijarse en tales: hay muchos que no son así, pero debemos mirar hacia los que son así.

II.           Los que confortan el espíritu de los demás  (Estéfanas, Fortunato, Acaico)
1.                 Vienen con noticias alentadoras.
2.                 ¿Cómo es tu conversación con la gente?  ¿Positiva o negativa?
3.                 Pueden confortar el espíritu con la Palabra de Dios.
4.                 Pueden confortar el espíritu de las personas en silencio, escuchando, o simplemente estando allí.
5.                 Confortar a los demás es una parte de tu tarea como cristiano.  No has de pensar que es la tarea de algunos pastores o ancianos u obreros.

III.        Los que edifican a los creyentes en la doctrina (Aquila y Priscila)
1.                 Como cristianos en Éfeso, fabricando tiendas, se fijaron en Apolos, que hablaba del Mesías sin conocerlo.
2.                 En Corinto, es posible que ayudaron a Pablo, dejando que comparte los beneficios de su negocio, cuando estaba él sin fondos.
3.                 Tomaron la responsabilidad de recibirlo en su casa e instruirlo.
4.                 Empezaron una iglesia en su casa.
5.                 Se hicieron disponibles para servir en la manera que pudieron.
6.                 A veces su disponible significó cambios de domicilio, entre roma, Éfeso, y Corinto, en diferentes momentos.


Como creyente, tú también deberías tener un impacto en el mundo y en tu iglesia.  Puede ser que Dios no te haya llamado a servirle como predicador o misionero o líder en la iglesia.  Pero te ha llamado a servirle.  Si quieres saber cómo servirle, simplemente abre tus ojos, y tu corazón, para ver las personas alrededor de ti, y sé disponible para ayudarlos.

Tuesday, July 22, 2014

LA OFRENDA PARA LOS SANTOS 1 CORINTIOS 16:1-4


LA OFRENDA PARA LOS SANTOS
 1 CORINTIOS 16:1-4


            ¿Cuánto pones en la ofrenda?  Me puedrás decir: “¡Eso no te concierne!” Y tendrías razón.  Pero al Señor sí que le interesa: no sólo cuánto pones en la ofrenda, sino cómo lo haces, y cómo la iglesia lo organiza.  La ofrenda no es algo vergonzosa, secreta, algo de que no se debe hablar.  No es la parte sucia de la iglesia.  O ¡quizá la parte sucia sería el  no ofrendar!
Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, se habla de la ofrenda para el Señor.  Es algo público, parte de la adoración, y se habla abiertamente del tema.  Algunos han dicho que 20% de los versículos de la Biblia nos hablan de lo que hacemos con el dinero.  Yo no he contado, y quizá puede depender de cómo interpretamos ciertos pasajes.  Sin embargo, no es un tema olvidado.  No es algo demasiado material para ser tratado por Dios, por Jesús, por los apóstoles.  La Palabra de Dios nos llama a ofrendar, pero ¿cómo?

Cada creyente debe contribuir a la ofrenda siguiendo los principios que Pablo nos da en 1 Corintios 16:1.4.

I.              De manera sistemática  “Cada primer día de la semana” v.2a
1.          Regularmente
2.          Constantemente
3.          Sin las prisas del último minuto
4.          Lo que quieres verdaderamente hacer, lo haces sistemáticamente para estar seguro de hacerlo
5.          La paga se hace de manera sistemática; se da dinero a los  hijos de manera sistemática; ¿por qué sería tan anti-espiritual hacer la ofrenda sistemáticamente?  No hay nada en la Biblia en pro de la espontaneidad en este asunto.
6.         Lo mejor, siguiendo la idea de “primer día de la semana”, es cuando recibes una paga, dediques la parte que corresponde al Señor antes de apartar el resto.  Esto mostrara tu prioridad.

II.           De manera proporcional “según haya prosperado” v.2b
1.          Esto implica un porcentaje de nuestro ingreso
2.          ¿Cómo saber el porcentaje?
a.          Con generosidad
b.         El modelo del Antiguo Testamento es 10%.  Ellos también tenían que pagar impuestos.
c.     En el Nuevo Testamento no se impone cuál porcentaje.  Normalmente bajo la gracia solemos ser más generosos que bajo la ley - ¿o es así?
3.          Se trata de hacer un presupuesto con números, y la primera entrada en el presupuesto mensual sea automáticamente el porcentaje que hayas decido dedicar al Señor.

III.        De manera cuidadosa, ordenada  “a quienes hubiereis designado”
1.          Como en cualquier otra organización debería haber personas de confianza, designados por la iglesia para guardar los fondos que hayan sido dedicados al Señor.
2.          Si se hace de cualquier forma, sin preocuparse, mostrará que lo que se da al Señor es de lo menos importante.
3.          Todo debe hacerse, en la iglesia de Dios, “decentemente y con orden” (14:40).
4.          En la Iglesia se debe cuidar de mantener las cuentas al día, sabiendo siempre lo que hay, a dónde se envía (conforme a la voluntad de la Iglesia) y qué se propone hacer en el futuro.

IV.         De manera eclesiocéntrico “para los santos” v.1
1.          La ofrenda es para ayudar la obra de Dios en su iglesia
2.          En este caso se trataba de creyentes que estaban en dificultad en Palestina, probablemente por razón de su fe.
3.          Aquí, pues, hay una solidaridad con los creyentes que tienen dificultades.
4.          “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”. (Gálatas 6:10).
5.          Por esta razón, cuando hay campañas en el mundo para ciertas causas, como en el tercer mundo, está bien participar si podemos, pero debemos reservar nuestra mayor participación para lo que la iglesia hace a favor de aquellas situaciones, porque así tus hermanos en la fe recibirán más ayuda.  Hay más posibilidad de que la ayuda que los hermanos reciban no se utilice de forma egoísta.


Espero que este tema de la ofrenda no es chocante para ti.  Espero que estás capaz de considerar este tema, y particularmente la manera en que tú ofrendas, en una manera equilibrada, sana, sin recelos.  Tendrás mucho gozo en darte cuenta que lo tuyo pertenece a Dios, y que Dios cuida de ti.  Y si es una parte sistemática, normal, de tu vida, irás confiando cada vez más en el Señor para ocuparse de lo tuyo.

Friday, July 18, 2014


LA RESURRECCION

1 CORINTIOS 15


            ¿Has pensado alguna vez que doctrinas como la de la resurrección no cambian gran cosa para nosotros ahora?   A veces hay esa tendencia de pensar que lo que es importante para nosotros los cristianos es la enseñanza bíblica sobre el amor, sobre la paciencia, el servicio, etc.  Que cuestiones como la de la resurrección no cambian nada; no hacen una diferencia.  Por tanto, si alguien no cree en la resurrección, poca importancia tiene.  Sin embargo, es una doctrina central del cristianismo, y Pablo, en 1 Corintios 15, nos da una serie de razones por las cuales esa doctrina es importante, aun imprescindible, para la vida cristiana.    Cada cristiano debe creer en su resurrección futuro por las razones que encontramos en 1 Corintios 15.

I.       Es parte esencial del Evangelio (vv.1-9, 51-52 especialmente v. 4).
1.          Forma parte del “paquete” de lo que hemos recibido de Jesucristo.  Si rechazas una parte, tienes que rechazarlo todo.
2.          Como Cristo resucitó, nosotros también tendremos una resurrección corporal (v.51-52)
3.          No es más difícil creer eso que en el resto.

II.    Es lo que impide que nuestra fe sea vana  (vv. 13-19, 53-56, especialmente vv. 14, 17)
1.          Es lo más interesante del Evangelio
2.          Es una pérdida de tiempo predicar y evangelizar si no hay resurrección
3.         No estamos llamados a cambiar la sociedad, o la civilización, a pesar de los efectos secundarios que el Evangelio puede haber tenido en estos.
4.          La razón que predicamos es para cambiar la suerte eterna de las personas.  Eso depende de la resurrección.
5.          Si no hay resurrección, por tanto, los idiotas más grandes son los que predican y comparten su fe.

III. Es lo que da la razón a la moralidad (vv.32, 33)
1.          Nuestro comportamiento moral no siempre tiene razones evidentes
a.          No es siempre cierto que es provechoso ser honrado
b.         Personas malvadas han ido hasta la tumba con aparente éxito en su economía, familia, popularidad, etc.
c.          Personas honradas han tenido dificultades en la vida.
2.          Si no hubiera resurrección, ¿por qué no intentar sacar todo el provecho de esta vida, sin hacer caso a la cuestión del bien y del mal?
3.          Es un hecho que esta generación occidental, que en mayoría no creen en una resurrección futura, carece cada vez más de dirección moral.  El bien y el mal  ya no existen.  Por esta razón nosotros como cristianos no podemos dejarnos guiar por las modas del mundo en cuanto al bien y el mal.
4.          Por otro lado, cuando estás tentado de tomar decisiones morales que no serían conforme al Evangelio, piensa en tu resurrección.

IV.  Es lo que da la razón para nuestras aflicciones (vv. 31, 32)
1.          Todos los que padecieron por anunciar el Evangelio, ¿sufrieron por nada?
2.          Hasta las aflicciones de Cristo serían cuestionables si no hay resurrección para el cristiano.  ¡No nos habría conseguido nada!
3.          Para Pablo, habría sido bastante tonto poner su vida diariamente en peligro si no había resurrección.
4.          Hay cristianos por todo el mundo que sufren aflicciones terribles por su fe.  Nosotros en Europa Occidental y Norteamérica somos excepcionales: lo tenemos relativamente fácil.  ¿Por qué sufren si no hay resurrección y su fe es vano?  ¿Para qué sufren si no hay resurrección con sus recompensas y consolación?
5.          A veces, por vivir una vida cristiana consecuente, o por servir al Señor, tienes que pagar un precio: un precio que parece duro.  Pero en vista de la resurrección, este “precio” no es nada.  Sigues gozosamente adelante, porque sabes que las aflicciones presentes no son nada en comparación con la gloria por venir (Ro. 8:18).
6.          Aprendemos a mirar a la resurrección, a poner la mira hacia arriba, como dice Col. 3:1, cuando lo que hay aquí abajo nos parece algo feo.

V.     Es lo que da la razón para nuestros esfuerzos (vv.58)
1.          Este texto es el último llamamiento.  Alguien lo ha traducido así: “¡Que haya menos especulación, y más trabajo!”
2.          Cualquiera que trabaja lo hace en vista de una paga, una recompensa.
3.          Esto de decir que no es correcto recompensar a los niños por hacer lo que deben hacer, es totalmente en contra de la naturaleza humana tal como Dios nos ha creado.
4.          Nosotros, pensando en la resurrección futuro, podemos aplicarnos a trabajar más para el Señor, aplicándonos también a servir a nuestros semejantes.
5.          “Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”.  (Apocalipsis 14:13).


Por tanto, como cristiano, tienes que creer en la resurrección.  Pero no sólo tienes que creer en ella, sino pensar en ella, recordarte de esta verdad continuamente.  Hará toda la diferencia en cuanto a tu actitud hacia la vida.  No dejes que esta doctrinal central del evangelio sea relegada al baúl de los recuerdos.  No te dejes privar de la esencia del evangelio.  No te dejes privar de lo que da razón a tu fe, que da razón a tus aflicciones, que da razón a tu vida honrada, que da razón a todos tus esfuerzos.  Pon tu mira en la resurrección, y tu vida cristiana tendrá sentido.

Thursday, July 17, 2014

EL DON DE LENGUAS 1 Corintios 14


EL DON DE LENGUAS
¡ORDEN EN LA IGLESIA!

1 Corintios 14

(A este texto se puede añadir 1 Corintios 13:1, y 1 Corintios 13:8-12)

En este capítulo Pablo habla de varios puntos de orden en la iglesia.  Alude a la profecía, y a la participación de las mujeres.  Pero es obvio que la cuestión central aquí es el uso de las lenguas desconocidas en la iglesia.  Porque era obvio que en Corinto había mucho desorden.  Había desorden moral; había desorden en el comportamiento de las mujeres; había desorden en la celebración de la Santa Cena; había desorden en el uso de los dones en la asamblea.  Es obvio aquí que había un serio desorden en el trato del don de lenguas, que Pablo tenía que corregir.  “Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar en lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden” (vv. 38,39).  Pablo, pues, puso algunas normas y condiciones para el hablar en lenguas, para que fuera “decentemente y con orden”.  Una de las cosas que había dicho, por ejemplo, en el capítulo 12, era que no todos tenían el don de hablar en lenguas desconocidas.

I.                   Las lenguas deben utilizarse para el provecho de la iglesia y no para hincharse a sí mismo. (v.4-6; 12;16-19; 28)
1.         “Edificarse a sí mismo” puede traducirse igualmente “hincharse a sí mismo”.  En otras palabras, Pablo no estaba hablando de algo positivo, sino de algo egoísta e inútil.
2.         Es una norma que todo lo que se haga en la asamblea de la iglesia debe ser para edificación de los demás creyentes.
3.         Podemos aplicar este principio a otras intervenciones en el culto de adoración: si sólo hablas para disfrutar de tener la palabra, entonces no deberías hablar.
4.         Si nadie en la iglesia puede entender la lengua en la cual hablas, entonces no edificará a nadie. Tu “don de lenguas” sólo servirá como un juguete para niños (v.20).

II.              Las lenguas deben ser lenguas que existen en este mundo, y no algo totalmente ininteligible (v.9-11).
1.         La definición de lenguas es esto.  No pueden ser sonidos que nadie entiende y que no tengan significado.
2.         Algunos han sugerido que existen lenguas de ángeles, que nadie en la tierra entiende, y se basan en 1 Co. 13:1.  Sin embargo, el texto se expresa en lenguaje hipotético: “Aun si hablara lenguas humanas y angélicas…”.  No hay ninguna afirmación de que tales lenguas existan.  Por otra parte, sabemos que cuando los ángeles vinieron a hablar a los hombres, siendo mensajeros de Dios, siempre hablaron en las lenguas de los hombres.  Recordemos, de todos modos, que no hablamos con los ángeles, sino con Dios.  En 1 Co. 13:1 Pablo hablaba simplemente de la elocuencia, que era tan importante para los griegos, especialmente en Corinto.
3.         Cuando se habló en lenguas en Hechos 2, los judíos que venían de otros países reconocieron los idiomas de aquellos países.
4.         Por tanto, si vamos a seguir el modelo bíblico, si alguien tiene milagrosamente el don de lenguas como tuvo lugar en el Nuevo Testamento, entonces se pondrá a hablar alguna lengua, conocida en otras partes del mundo, pero desconocida para él.  En otras palabras, un idioma que llega a hablar sin tener que aprenderlo.

III.             Las lenguas debían usarse teniendo en cuenta su propósito: un testimonio hacia los judíos incrédulos (v.21-22).
1.         En Isaías 28:10-12 nos enteramos de quién es “este pueblo”: Israel.  Los apóstoles, bajo la inspiración del Espíritu Santo, reinterpretaron a menudo varios textos del Antiguo Testamento para sacar un significado muy distinto, del que normalmente se hubiera hallado.  Nosotros no tenemos el derecho de hacer esto porque no tenemos esta inspiración, ni esta autoridad.  Pero se trataba de que oirían las lenguas de los babilonios, los caldeos, y otros, como castigo, pero para demostrar que lo que dijeron los profetas era la verdad.
2.         Sirvieron así en Hechos 2.  Los judíos habrían entendido perfectamente el arameo, o el hebreo, o aun el griego o el latín posiblemente.  (en la misma ocasión, Pedro predicó en arameo o en hebreo, para que todos le entendiesen.  Pero el Espíritu Santo hizo que los 120 discípulos hablasen en las lenguas de los países de donde venían.)
3.         Sirvió para convencerles de su pecado, y de la verdad del evangelio que los discípulos predicaban.
4.         En Hechos 10:44-48, Pedro era el discípulo judío, incrédulo en cuanto a la posibilidad de bautizar a los gentiles. Por tanto, Dios hizo que hablaran ellos también en lenguas, lo mismo como había ocurrido en el día de Pentecostés.  Y en Hechos 11:15, Pedro utiliza este mismo argumento para convencer a los demás discípulos, de origen judío, que tenían el mismo problema de incredulidad.
5.         Por tanto, si se habla en lenguas hoy en dia, tendría que ser para convencer a judíos incrédulos de la verdad del Nuevo Testamento.

IV.             Las lenguas debían utilizarse únicamente con interpretación en la asamblea (v.13, 27-28)
1.         La persona que quiere hablar en lenguas puede pedir él mismo que Dios le dé la interpretación.  ¡Así no tendrá que hablar en lenguas en público!
2.         La persona que quiere hablar en lenguas es obviamente responsable por saber si hay alguien que pueda interpretar lo que dirá.  Si no es el caso, que no hable.
3.         El orden de callar si no hay intérprete es tajante.  Tiene que haber orden y decencia en la asamblea. 
4.         Así, si se habla en lenguas hoy, y si somos obedientes a la Palabra de Dios, se hará únicamente y estrictamente, con un intérprete.
5.   Estoy convencido que en la "interpretación" aquí, no se trata de alguien que sencillamente se levanta expresando un sentimiento cualquier, decidiendo que eso es la "interpretación". Tiene que ser alguien que conoce el idioma hablado.
  
V.                Las lenguas debían hacerse con orden: que uno hablara a la vez, y que no más que tres que lo hicieran (v.27-28).
1.         Si varias personas hablan en lenguas a la vez no podrá haber interpretación.
2.         Si varias personas hablan en lenguas a la vez suena como una competición para recibir la atención.
3.         En tal caso hay falta de respeto unos por otros, y falta de respeto hacia el mismo Señor.
4.         Pero esto se puede hablar también al chuchicheo que se hace entre las personas durante el culto.

VI.             El que hablaba en lenguas debía tener en cuenta la temporalidad de este don (13:8-12).
1.         Se trata aquí de tres dones de revelación divina.  Dos acabarán, y el otro cesará.  La palabra “cesará” es una expresión que implica que dejará gradualmente de existir.
2.      Sabemos que la profecía y la ciencia, como dones de revelación, contribuyeron a la composición del Nuevo Testamento.  Hasta que el Nuevo Testamento fuera completo, se conocía “en parte”.  Durante este tiempo se necesitaba los dones parciales de profecía y de ciencia.
3.         Hoy en día, estos dones parciales no son necesarios, porque tenemos el  “conocimiento completo” del Nuevo Testamento.
4.         Las lenguas eran un don que servía de señal.  Claro, tenía que haber una señal muy clara para que la gente creyera que las revelaciones eran de Dios.
a.    Tenemos que preguntarnos si las lenguas tales como se practican hoy en día son una señal clara e incontrovertible.
b.    Cuando se pretende hablar en lenguas “angélicas” que nadie ni entiende ni identifica, ni interpreta, no hay señal o demostración de nada.  Los unos pueden decir que son de Dios, mientras otros pueden decir que son inventados, o que son fruto de un trauma psicológico.
5.         Ya no se necesita una señal en apoyo de dos dones de revelación que no existen hoy en día, por haber sido superados por el Nuevo Testamento.

Nuestros hermanos de convicción Pentecostal, que ejercen, o creen que ejercen, el don de lenguas, tienen mucho que enseñarnos en cuanto a la alabanza, el celo, la oración, la fe.  Pero cuando se trata del don de lenguas se han equivocado, aunque lo han hecho con toda sinceridad.  No es un error por el cual hay que menospreciarles,  porque nosotros también hacemos seguramente muchos errores, pero tampoco hay que dejarse llevar por el mismo error.