Monday, December 2, 2013

I Timoteo 6 Lo que Vale Verdaderamente


I Timoteo 6
El Contentamiento y los Problemas del Descontento
O:
Lo que Vale Verdaderamente


« Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento. » v.6

Se nos dice que en un cementerio en Inglaterra, hay dos tumbas, una al lado de la otra, cada una con su inscripción. La primera dice:
« Murió por su deseo de las cosas ».
La segunda tiene una inscripción que dice:
« Murió intentando dárselo ».
Esos epitafios tragicómicos nos sugieren la insensatez de vivir y trabajar sólo para conseguir más cosas. Cada vez que alguien llega a ser tan enamorado de las cosas de la tierra que el mismo hecho de adquirirlas llega a ser el propósito primario de su vida, encontrará sólo frustraciones y decepciones. Es cierto, porque el ser humano es básicamente un ser espiritual, y nunca puede ser contento con cosas materiales. Es como un eslogan que fue escrito una vez sobre una caja de popcorn de caramel: « ¡Cuanto más comes, más querrás! » Eso nos recuerda una verdad importante. Desarrollamos un apetito insaciable por las cosas, pero dejando de colmar la verdadera necesidad de nuestros corazones por « el pan del cielo ».
La persona que conoce y ama al Señor, y cuyas afecciones son centradas en « las cosas de arriba » puede hallar el contentamiento, aun cuando no tenga las necesidades de la vida. Por esta razón Pablo escribió a Timoteo: « Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto» (v.8).

Si tengo suficiente medios económicos, es fácil decir que me siento bendecido. Si después de haber pagado mis facturas, sigo teniendo algún dinero en el banco, si mi problema principal es encontrar suficiente espacio para poner todas mis cosas, entonces, es fácil decir: « ¡Gracias Señor! ¡Provees a mis necesidades! » Pero si las cosas no van como quiero, si no puedo comprar lo que quiero, si tengo dificultad en pagar mis facturas, y si no me queda dinero, ¿significa eso que soy un perdedor, un « loser »? ¡Eso sí que sería tener los valores torcidos!
El mensaje de contentamiento se aplica a toda clase de personas, sin ninguna excepción.

I.    Los esclavos deben contentarse v.1-2
1.                 Aceptar su situación  (Eso va con el contentamiento)
2.                 Esto no justifica la esclavitud
3.                 Ser un testimonio, brillar donde se encuentra, tan oscura sea la situación

II.  Los falsos maestros necesitan aprender el contentamiento vv. 3-10
1.                 Es su descontento que les empuja a querer conseguir más, a cualquier precio
2.                 Su descontento con lo que tienen les hace sentir que pueden utilizar la religión para enriquecerse, sobre las espaldas de gente ingenua pero generosa.

III. Timoteo necesita contentamiento v.11-16
1.                 Para tener la paz, y poder concentrar el poder servir al Señor
2.                 A veces un obrero cristiano, un pastor u otro servidor, se siente descontento en su ministerio. Piensa que si fuera otra situación, tendría mucho más éxito. Esto le quita la paz, y como consecuencia no es tan eficaz en su servicio.


IV.  Los ricos necesitan aprender el contentamiento vv.17-19
1.                 Hay muchas personas que no están contentos del trabajo que tienen porque la hierba siempre parece más verde en la yarda del vecino. Son insatisfechos hasta cuando sus circunstancias les son favorables. En vez de hacer gozosamente lo que tienen que hacer, y concienzudamente, como para el Señor, se dejan llevar por un espíritu de concupiscencia. Por consecuencia, se pierden lo mejor que Dios quiere dar a su vida y no llegan a ver las bendiciones que ya tienen.
2.                  Hay una leyenda acerca de un hombre rico que se llamaba Al Haffed, que poseía una granja muy grande. Una noche un hombre le visitó y le contó sobre cantidades fabulosas de diamantes que podían hallarse en otras partes del mundo, y grandes riquezas que se podría conseguir con éstos. La visión de toda esa riqueza le hizo sentir muy pobreza en comparación. Entonces, en vez de cuidar su granja que ya era próspera, la vendió y se fue de viaje para encontrar esos tesoros. Pero su búsqueda no fue fructuosa, y por fin, sin dinero, y desesperado, se suicidó, saltando en el mar. Mientras tanto, el hombre que había comprado su granja se fijó en lo brillante de una piedra poco usual en el arroyo en medio de la propiedad. La agarró, y para su gran sorpresa, fue un enorme diamante. Más adelante, trabajando en el huerto, descubrió muchas otras piedras preciosas. El pobre Al Haffed había gastado su vida buscando piedras preciosas cuando en la misma granja que había abandonado, había todas las piedras preciosas que su corazón podía desear.
3.                 Alguien dijo que el descontento hace pobre a los ricos, mientras el contentamiento hace rico a los pobres.
4.                 Cuando son contentos de lo que tienen, pueden empezar a pensar en las necesidades de los demás
5.                 Si son descontentos de lo que tienen, intentan seguir enriqueciéndose sobre las espaldas de los que ya tienen menos – generalmente sobre las espaldas de los obreros.
6.                 La política en Norteamérica está llegando a ser cada vez más basada en el dinero. Los Partidos políticos necesitan enormes sumas de dinero sólo para poder participar en una elección. Ese dinero, ¿adónde lo buscarán? ¡De los ricos! Por eso, la mayoría de los políticos son algo tímidos cuando se trata de denunciar los abusos de los riquísimos. Y participan a vendernos la idea que a medida que los ricos se enriquecen más, ¡eso ayudará a los pobres a enriquecerse! Y, además, si las personas son pobres, ¡es su propia culpa!

Neil Anderson, en su libro de meditaciones, escribió (traducción mía) :

El concepto que el mundo tiene de la felicidad es obtener todo lo que desea. Toda la publicidad de la mercancía se basa en esa idea. Para ser verdaderamente felices, necesita un carro muy llamativo, una colonia más sexy, o toda clase de cosas que sean mejores, más rápidas, más fáciles de utilizar, que lo que ya tiene. Miramos lo anuncios a la tele, leemos los anuncios clasificados, y seguimos todas las últimas modas y fantasías. Nos abonamos a la mentira que no podemos ser verdaderamente felices a menos de conseguir todo lo que deseamos.
El concepto que Dios tiene de la felicidad se resume en esta sencilla frase : « Bienaventurado el hombre que desea lo que tiene ». Mientras enfoca en lo que no tiene, estará infeliz. Pero cuando empieza a apreciar lo que ya tiene, empezará a apreciar las alegrías de la vida. Pablo escribió a Timoteo : « Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. » (vv. 6-8).

Usted ya tiene todo lo que necesita para vivir una vida gozosa. Tiene a Cristo. Tiene la vida eterna. Es amado de un Padre eterno que prometió proveer a todas sus necesidades.

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