MATEO 4:1-11 LECCIONES DE LA TENTACIÓN DE JESÚS
"Porque
no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,
sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin
pecado" (He 4:15).
Podemos
encontrar mucho consuelo y ánimo al saber que Jesús fue tentado igual como
nosotros. Puesto que el evangelio nos
describe unos casos en los cuales Jesús fue tentado, podemos estudiar lo que
pasó, y ver cómo estas lecciones se aplican también a nuestras vidas. Mateo 4:1-11 nos describe el caso clásico de
la tentación de Jesús. Y, además de
muchas otras cosas, podemos notar:
1.
Que Jesús
estaba en el sitio donde el Espíritu le había llevado cuando tuvo las tentaciones.
2.
Que Jesús
tuvo esta gran lucha con Satanás inmediatamente después de una de las experiencias
más exaltadas de su vida: su bautismo y el testimonio del Padre.
3.
Que Jesús
resistió con la Palabra
de Dios.
4.
Que Satanás,
aunque era persistente, fue vencido.
De esto, se puede deducir:
1. Que el estar en la voluntad de Dios no impide que
seamos tentados;
2. Que la experiencia espiritual más exaltada no nos
abriga de las peores tentaciones;
3. Que el uso de la Biblia es la mejor arma contra las tentaciones;
4. Que la persistencia de Satanás no impide que le
venzamos.
I.
El estar
en la voluntad de Dios no impide que seamos tentados
1. Hay quienes, como los "consoladores" de
Job, creen que las pruebas y las tentaciones demuestran que estás fuera de la
voluntad de Dios.
2. Jesús fue llevado por el Espíritu exactamente
al lugar donde iba a ser tentado.
3. A veces, es justamente cuando quieres obedecer a
Dios, cuando has tomado la decisión de hacer lo que Dios quiere, que viene
Satanás para tentarte con el pecado, o para desanimarte.
4. Satanás no tiene interés en tentar a los suyos,
sino para guardarlos. El tiene mucho más
interés en atacar a quienes le son peligrosos.
5. Cuando vienen ideas pecaminosas a tu mente, esto
no significa que no estás andando por el Espíritu, con tal de que no entretengas estos
pensamientos.
6. Si quieres seguir al Señor, seguir la dirección
del Espíritu, pues, ¡En
guardia! Satanás acecha.
II.
Una
experiencia espiritual exaltada no impide las peores, más viles, tentaciones.
1. Hay veces cuando alguien ha tenido un encuentro
muy especial con Dios y se cree prácticamente al cielo. No se lo puede creer cuando unas imágenes
pecaminosas, sórdidas, se presentan a su mente.
2. Una señora que creía que tenía muchas pruebas,
decidió bautizarse. Me dijo:
"Quizá tendré tranquilidad después." Le dije,
"No olvides que Jesús tuvo sus 40 días en el desierto y sus grandes
tentaciones después del bautismo."
También ella tuvo más dificultades después.
3. Circunstancias de Jesús:
a. Hasta había oído la voz del cielo.
b. Cada una de sus victorias fue seguida por una
tentación más terrible.
4. A veces, una experiencia de exaltación es muy
peligrosa por esta razón: te sientes algo presumido, y por lo tanto poco
preparado para hacer frente a la tentación
(1 Co. 10:12).
5. Que disfrutemos de tales experiencias, pero
démonos cuenta que son más para armarnos y prepararnos para la
batalla.
III. El uso correcto de la Biblia es la mejor arma
contra el diablo.
1. Jesús se sirvió de versículos de la Biblia para defenderse, a
cada tentación (v. 4, 7, 10)
2. Para utilizar la Biblia así, hay que haberla meditado bien. Que la Biblia sea tu vida.
3. El hecho de tener una pistola no sirve para
defenderte si no sabes utilizarla bien, si no has practicado.
4. Satanás también se sirve de la Biblia de vez en cuando,
citando versículos fuera de su contexto, y aplicándolos mal (v.6). Sólo un buen conocimiento de la Biblia te permitirá
reconocer los fallos.
5. ¿Sabes defenderte con la Biblia ?
a. Un pastor no lo puede hacer por ti.
b. No basta con tener una lista de "haz" y
"no hagas".
c. La Palabra de Dios tiene que formar parte de tu vida.
IV. Nunca tienes que sentirte vencido.
1. Satanás siguió tentando a Jesús, con ola tras ola
de tentaciones (vv. 3, 5, 8) pero Jesús resistió y Satanás le dejó.
2. Tenemos la promesa de 1 Co. 10:13
3. Tenemos la instrucción de Santiago
"Someteos... resistid" (Stg. 4:7)
4. Si Dios permite la tentación, es que ya ha
dado la gracia para resistir.
5. Resiste con alabanzas, con autoridad, con
confianza, con la Palabra
de Dios. Eres un vencedor.
Las tentaciones siempre estarán con nosotros en
este mundo. A veces, hasta vienen de nuestros
hermanos en la fe. Un hombre que
aprendía a conducir decía: "Ya lo
sé todo: la dirección, los frenos, el acelerador, etc..." pero la carretera era otra cosa. Dijo:
"¡Conducir sería cosa sencilla si no fuera por los demás
coches!" De la misma manera,
podríamos decir, "¡Vivir la vida
cristiana sería cosa sencilla si no fuera por los demás creyentes!" Sin embargo, los demás están allí, y las pruebas y las tentaciones también. Aprendamos, pues, a resistir.
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