Monday, December 9, 2013

MATEO ]4:1-11 LECCIONES DE LA TENTACIÓN DE JESÚS


 MATEO 4:1-11  LECCIONES DE LA TENTACIÓN DE JESÚS


"Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compade­cerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado"  (He 4:15).


       Podemos encontrar mucho consuelo y ánimo al saber que Jesús fue tentado igual como nosotros.  Puesto que el evangelio nos describe unos casos en los cuales Jesús fue tentado, podemos estudiar lo que pasó, y ver cómo estas lecciones se aplican también a nuestras vidas.  Mateo 4:1-11 nos describe el caso clásico de la tentación de Jesús.  Y, además de muchas otras cosas, podemos notar:


1.                  Que Jesús estaba en el sitio donde el Espíritu le había llevado cuando tuvo las tentaciones.
2.                  Que Jesús tuvo esta gran lucha con Satanás inmediatamente después de una de las experiencias más exaltadas de su vida: su bautismo y el testimonio del Padre.
3.                  Que Jesús resistió con la Palabra de Dios.
4.                  Que Satanás, aunque era persistente, fue vencido.

De esto, se puede deducir:


1.      Que el estar en la voluntad de Dios no impide que seamos tentados;
2.      Que la experiencia espiritual más exaltada no nos abriga de las peores tentaciones;
3.      Que el uso de la Biblia es la mejor arma contra las tentaciones;
4.      Que la persistencia de Satanás no impide que le venzamos.

I.       El estar en la voluntad de Dios no impide que seamos tentados

1.      Hay quienes, como los "consoladores" de Job, creen que las pruebas y las tentaciones demuestran que estás fuera de la voluntad de Dios.
2.      Jesús fue llevado por el Espíritu exactamente al lugar donde iba a ser tentado.
3.      A veces, es justamente cuando quieres obedecer a Dios, cuando has tomado la decisión de hacer lo que Dios quiere, que viene Satanás para tentarte con el pecado, o para desanimarte.
4.      Satanás no tiene interés en tentar a los suyos, sino para guar­darlos.  El tiene mucho más interés en atacar a quienes le son peligrosos.
5.      Cuando vienen ideas pecaminosas a tu mente, esto no significa que no estás andando por el Espíritu,  con tal de que no entretengas estos pensamientos.
6.      Si quieres seguir al Señor, seguir la dirección del Espíritu, pues, ¡En guardia!  Satanás acecha.

II.    Una experiencia espiritual exaltada no impide las peores, más viles, tentaciones.
1.      Hay veces cuando alguien ha tenido un encuentro muy especial con Dios y se cree prácticamente al cielo.  No se lo puede creer cuando unas imágenes pecaminosas, sórdidas, se presentan a su mente.
2.      Una señora que creía que tenía muchas pruebas, decidió bautizar­se. Me dijo:  "Quizá tendré tranquilidad después."  Le dije,  "No olvides que Jesús tuvo sus 40 días en el desierto y sus grandes tentaciones después del bautismo."  También ella tuvo más difi­cultades después.
3.      Circunstancias de Jesús:
a.       Hasta había oído la voz del cielo.
b.      Cada una de sus victorias fue seguida por una tentación más terrible.
4.      A veces, una experiencia de exaltación es muy peligrosa por esta razón: te sientes algo presumido, y por lo tanto poco preparado para hacer frente a la tentación  (1 Co. 10:12).
5.      Que disfrutemos de tales experiencias, pero démonos cuenta que son más para armarnos y prepararnos para la batalla.

III. El uso correcto de la Biblia es la mejor arma contra el diablo.
1.      Jesús se sirvió de versículos de la Biblia para defenderse, a cada tentación (v. 4, 7, 10)
2.      Para utilizar la Biblia así, hay que haberla meditado bien.  Que la Biblia sea tu vida.
3.      El hecho de tener una pistola no sirve para defenderte si no sabes utilizarla bien, si no has practicado.
4.      Satanás también se sirve de la Biblia de vez en cuando, citando versículos fuera de su contexto, y aplicándolos mal (v.6).  Sólo un buen conocimiento de la Biblia te permitirá reconocer los fallos.
5.      ¿Sabes defenderte con la Biblia
a.       Un pastor no lo puede hacer por ti. 
b.      No basta con tener una lista de "haz" y "no hagas". 
c.       La Palabra de Dios tiene que formar parte de tu vida.

IV. Nunca tienes que sentirte vencido.
1.      Satanás siguió tentando a Jesús, con ola tras ola de tentaciones (vv. 3, 5, 8) pero Jesús resistió y Satanás le dejó.
2.      Tenemos la promesa de 1 Co. 10:13
3.      Tenemos la instrucción de Santiago "Someteos... resistid" (Stg. 4:7)
4.      Si Dios permite la tentación, es que ya ha dado la gracia para resistir.
5.      Resiste con alabanzas, con autoridad, con confianza, con la Palabra de Dios.  Eres un vencedor.

Las tentaciones siempre estarán con nosotros en este mundo.  A veces, hasta vienen de nuestros hermanos en la fe.  Un hombre que aprendía a conducir decía:  "Ya lo sé todo: la dirección, los frenos, el acelerador, etc..."  pero la carretera era otra cosa.  Dijo:  "¡Conducir sería cosa sencilla si no fuera por los demás coches!"  De la misma manera, podríamos decir,  "¡Vivir la vida cristiana sería cosa sencilla si no fuera por los demás creyentes!"  Sin embargo, los demás están allí,  y las pruebas y las tentaciones también.  Aprendamos, pues, a resistir.

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