Sunday, December 22, 2013


MATEO 5:13-16

QUE BRILLE TU LUZ

Cuando Jesús nos compara con la sal, y con la luz, está diciendo que somos distintos del ambiente, que afectamos el ambiente, y que destacamos en el ambiente.  Esto es básicamente lo que nos dice el apóstol Pedro:
"Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. (1 Pedro 2:9)
Para brillar así, el hecho de ser la sal de la tierra, o la luz del mundo, ha de ser el asunto más grande, más importante, de toda nuestra vida.

I.       Hay importantes razones por las cuales deberíamos ser como la sal y la luz.
1.      Por definición, somos intencionados a ser así.
a.       Es nuestra razón de ser.
b.      La característica de la sal, es ser salada.
c.       La función de la luz, es alumbrar.
d.      Un creyente no puede hacer menos que cumplir con su razón de ser.
2.      Nuestra posición es contradictoria y ridícula si no actuemos así.
a.       Si somos verdaderos cristianos, la diferencia entre nosotros y los demás ha de verse por sí mismo, de una manera muy evidente.
b.      Poner la luz debajo de un almud: Jesús sabía que el creyente puede ser tentado a actuar en esta manera ridícula e inútil.
3.      Sería hacernos totalmente inútil
a.       Si es sin sabor: una vez que pierde su sabor, no queda nada.
b.      No hay nada más inútil en el universo que un cris­tiano que no es más que un cristiano formal - que tiene el nombre de ser cristiano sin tener la cualidad.
c.       Pablo: "que tendrán la apariencia de la piedad pero negarán la eficacia de ella." (1 Timoteo 4:5)
d.      Quieren parecer como creyentes, pero no quieren funcionar como creyentes.
4.      El cristiano "formal" es un hombre que sabe lo sufi­ciente del cristianismo para haberse perdido el mundo, pero no sabe sufi­ciente del cristiano para tener algún valor positivo.
a.       Suficiente "cristianismo" para perderse los "placeres" del mundo, pero no suficiente para darle la verdadera felicidad.
5.      Los más inútiles del mundo: no sirven para el mundo; no sirven para la iglesia.  (La historia de Jack o' Lan­tern, aquél que vendió su alma al diablo para un precio pero luego quiso engañar al diablo.  Finalmente ni el cielo ni el diablo lo aceptaban, y pasaba los "Hallo­we'en"s viajando perdido entre los dos, pero siempre fuera.  Hay "cristianos" que parecen a esto hoy.)
6.      Alguien que sabe qué significa el ser cristiano, que reconoce todo lo que la gracia de Dios significa para él y lo que la gracia de Dios ha hecho por él, entiende que Dios le ha hecho esto para que él mismo influya a otros, es un hombre que no puede esconder su cristia­nismo.

II.    Podemos asegurarnos que funcionamos verdadera­mente como sal, y como luz.
1.      Cuidar del aceite, y de la mecha (parábola de las 10 vírgenes (Mateo 25:1ss)   El aceite es imprescindible:
a.       Hay que recibir la vida divina.
b.      Hay que dejar que Aquél que es "la Luz del mundo" obre en, y por nosotros.
c.       El mora en nuestras corazones por la fe (Ef.1:13-14).
d.      La doctrina bíblica del Espíritu Santo no nos habla tanto de dones de servicio, sino del "camino más excelente" (1 Co.12:31):  el fruto del Espí­ritu, que es amor...
2.      Hemos de buscar esto constantemente en oración.  No es "una vez por todos".  Jesús dijo, "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior corre­rán ríos de agua viva." (Juan 7:37-38).
3.      Venimos a Él una vez por todo, pero seguimos viniendo a Él.  Hemos de seguir renovando nuestra relación con Él.
4.      Grandes hombres de Dios: En sus biografías vemos que pasaban horas en oración.  Nunca dejaban de adquirir esta aceite para sus lámparas.
5.      Importancia de acordarnos de lo que somos.
a.       Sería bueno leer las bienaventuranzas diariamente.
b.      No hay nada mejor para guardar nuestra mecha en buenas condiciones, que de acordarnos de lo que somos por la gracia de Dios y de lo que Él propone que lleguemos a ser.
6.      Evitar todo lo que sea opuesto, contrario, al carácter de las bienaventuranzas.  Demasiados creyentes no quieren ser distintos y viven lo más cerca que pueden al mundo.  Ellos viven según lo que "se permite".
7.      Significa una vida separada, sin la rudeza, egoísmo, e insensibi­lidad del mundo inconverso.

III. Es importante hacer esto de la manera co­rrecta.
1.      "Para que glorifiquen a vuestro Padre": una total falta de ostentación'  (No es para que te consideren bueno!
2.      El creyente no llama la atención a sí mismo.
3.      Hacer estas cosas de una manera que conducirá a otros a entre­garse a Cristo.
4.      En la medida en que recibimos cada vez más nuestra vida del Señor, seremos más semejante al Señor en su amor, compasión, etc.

¡Así, hemos de vivir de tal manera que cuando hombres y mujeres nos miran, seremos un problema para ellos!

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