Thursday, December 5, 2013

MATEO 1:18-25 JESÚS SOLO


MATEO 1:18-25 JESÚS SOLO


                                                           (véase también Hechos 4:12)

            Este pasaje no sólo nos presenta el nacimiento de Jesús, sino también nos presenta a Jesús como siendo el único salvador en quien podemos tener fe.  Hoy, la gente suele decir que hay muchos caminos.  Personas que pretenden ser cristianos quieren ofrecernos salvadores y liberadores, aparte de Jesús.  No está de moda decir que hay un solo camino para ir al cielo.  Pero hay un solo camino, y este camino es Jesús.  No es el camino protes­tante, ni el camino católico.  El camino es Jesús (Jn 14:6).
Mateo, el escritor de este pasaje, y el Espíritu Santo, que le inspiró, parece tener como propósito el invitarnos a poner toda nuestra fe en Jesús, y en Jesús solo.  Primero da el ejemplo de José, luego nos hace considerar quién es Jesús, y, por fin, descarta unos mitos sobre la madre de Jesús.

I.       Primero, nos invita a tener fe en Jesús sólo, siguiendo el ejemplo de José  vv. 18-20; 24-25.
1.      José: un hombre justo (justicia incluye misericordia)
2.      José: un hombre preocupado
3.      José: un hombre que oye (privilegio) y escucha (responsabilidad) la Palabra de Dios.
4.      José: un hombre que cree lo que Dios dice. (Tuvo que creer en Jesús antes de que naciera)
5.      José: un hombre que obedece v.24-25 (ejemplo de Blondin, cruzando la catarata de Niágara. Muchos "creían" que podría cruzar con un hombre en su espalda; ¡sólo uno se atrevió a subir!)
6.      La necesidad de actuar con tu fe para que tu fe sea real.  ¡Dar el gran salto!  José actuó sobre su fe, contrayendo matrimonio con una mujer que estaba embarazada. No se dijo: "Habrá otro camino más fácil".

II.    Segundo, nos invita a tener fe en Jesús solo, considerando quién es Jesús  v.20b, 21, 23.
1.      Concebido del Espíritu Santo  v.18, 20 (no tuvo padre humano; así no heredó la culpa del pecado [Ro. 5:12]).  He aquí la importan­cia en que su madre sea virgen.  No es que haya alguna virtud en esto para ella, sino que Jesús no podía descender del hombre.
2.      Hijo de Dios.
3.      Su nombre, "Jesús", = "El Señor  Salvador" (v. 21).  Su divinidad era imprescindible.  Si no, no podía salvarnos. Ni Mahoma, ni Buda, han pretendido jamás ser Dios.
4.      "Él salvará a su pueblo de sus pecados" (v. 21).
a.       Sólo te puede salvar de tus propios pecados (confesión).
b.      "su pueblo" = el pueblo elegido.  ¿Cómo saber si eres uno de ellos?  Jesús invita: "Ven".  Si vienes a él, es que eres uno de su pueblo.
c.       "de sus pecados"  Tienes que acudir a él con arrepentimien­to, reconociendo que eres pecador.  ¡No ha venido para los justos!
5.      "Emanuel" - "Dios con nosotros".  No "en contra de nosotros" por ser pecadores; ni tampoco "ajeno a nosotros" por no ser su pueblo.  "Con" significa que estamos en su presencia.  Nunca estamos solos.
6.      ¿Está Dios contigo?  ¿Has recibido a Jesús como tu salvador?

III. Por último, nos invita a tener fe en Jesús solo, descartando los mitos sobre María.[1]
1.      La virginidad de María hasta el nacimiento era importante (véase II-1).
2.      Argumentos contra la virginidad perpetua de María:
a.       No hay virtud en la virginidad de una mujer casada.  (Gn. 1:28; 2:24; 1 Co. 7:5; He. 13:4; 1 Ti. 4:1-3)
b.      "No la conoció hasta que dio a luz a su Hijo" (v.25) signi­fica que luego, esto cambió.
c.       Su madre, padre, hermanos, y hermanas se mencionan en Mateo 13:53-58.  (Si se tratara de primos, ¿por qué se menciona en el contexto de sus padres?  También había otra palabra para primos utilizada en la Biblia.)
3.      María no pudo ser "co-mediadora" según 1 Timoteo 2:5.  Jesús es el único.
4.      María no pudo, ni puede, entrometerse en el ministerio humano de Jesús.  Juan 2:4.
5.      María era su madre en el sentido humano, pero en el plan espiri­tual era igual a todos los demás.  (Mateo 12:46-50)
6.      María era una pecadora que necesitaba un salvador, igual como nosotros (Lucas 1:47-48).

Jesús debe ser el único en que pones tu fe.  Esto es el mensaje evangélico.  Es el mensaje de Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Pedro, Pablo, y Jesús mismo (Juan 14:6).  Esto es lo que debemos proclamar a todos.  Y tú, ¿estás viviendo por la fe en él?



     [1] Esta es la condensación del estudio siguiente.


 [COMMENT1]Hecho en forma de folleto para distribución

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