MATEO 7:12 LA REGLA DE ORO
"Así que, todas las cosas que queráis que los
hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto
es la ley y los profetas."
En esta exhortación hay un aspecto pasivo y un
aspecto activo. Hay un aspecto que
implica seguir un ejemplo, aquel ejemplo que nos dan las personas que son
buenos para con nosotros, pero pide también que actuemos sin aquel ejemplo.
Esta exhortación nos está hecha de una manera que
nos parece muy razonable, cuando la ley nos parecía terriblemente
exigente. Sin embargo, es la misma
cosa. Y nuestra única defensa contra
poner en práctica aquella recomendación tan razonable es: "¡No soy un tonto!"
Hay que tomar esta exhortación en el contexto de
toda la ley, y también en el contexto más inmediato de todo el Sermón del
Monte.
¿Cómo quieres que los demás te traten?
Pues, quieres que te respeten, que no te mienten,
que no te hagan daño físico, que no te pongan cuernos, que no cuenten todas tus
cosas a los demás, y que no codicien tus posesiones ni tus circunstancias. Haz lo mismo para los demás. Esto es la ley.
También quieres que te honren, que se preocupen
por ti, que te mimen un poco. Quieres
que te defiendan si alguien te critica cuando no estás.
En este Sermón de Jesús, vemos algunas cosas para
incluir en el contexto de Mateo 7:12:
I Si
alguien te hace un favor que lo haga sin lucir (Mt. 6:1-4)
II Que
te perdonen cuando haces algún disgusto inexcusable. (Mat.6:14-15)
III Que
te juzguen con misericordia (Mateo 7:1-2).
I.
HACER UN
FAVOR SIN LUCIR Mat.6:1-4
1. Es incómodo sentir que debes estar agradecido
hacia alguien, y sospechar a la misma vez que está sacando buen provecho de la
situación.
2. Si alguien te hace un favor prefieres que no te lo
hagan recordar continuamente después.
3. Así, si haces un favor a alguien, hazlo para él y
sin nada para ti. Luego, olvida que lo
has hecho.
4. Si puedes, arréglate que el otro ni siquiera se da
cuenta que le estás haciendo un favor. No le dejes saber que te cuesta.
II.
PERDONAR Mateo 6:14-15
1. ¿Ya has hecho alguna cosa inexcusable? ¿Algo que pura maldad? Supongo que sí. Cómo quisiera que te traten después?
2. ¿Hasta qué punto te sientes perdonado por Dios?
¿Tienes la impresión que Dios te perdona, pero que todavía hay un gran palo en cima de tu
cabeza, esperando la oportunidad para castigarte? ¿Que eres un ciudadano de segunda clase en el
reino de Dios? ¿Que no pues sentir un gozo completo? Puede ser porque tú no estás dispuesto a dar
un perdón completo a alguna persona que te hecho daño. A alguien que es sin excusa. Pero a quien tienes que dar un perdón
completo, dejando tu rencor a Dios. Como quisieras que aquella persona te
perdone.
3. Una cosa queda claro en este pasaje: que Dios te perdonará de la misma manera que
tu perdonas a aquella persona: ni más ni menos.
4. Se podría también ver esta verdad al inverso:
que no puedes perdonar porque tú mismo
no te has echado a los pies del Señor pidiéndole sinceramente perdón por algún
pecado tuyo. Hay una diferencia entre
decir: "Señor, perdóname mis pecados", y decir "Señor, he sido orgulloso,
o he estado codiciando tal cosa...; no tengo excusa; perdóname".
III. JUZGAR CON MISERICORDIA Mat.7:1-2
1. Jesús dice claramente que nos juzgarán de igual
manera como juzgamos a los demás. ¿No es eso lo que solemos hacer? Cuando vemos a alguien que critica duramente
a los demás, tenemos poco simpatía por sus faltas.
2. Cuando vez a alguien en un pecado, o en una falta,
o en algo que tú consideras como una falta, hay dos o tres maneras en que
puedes tratarlo. Puedes criticarle duramente, aun en tu mente; puedes considerarle con simpatía, dándole
crédito por sus luchas; y puedes considerar
la posibilidad que él tiene razón y tú te equivocas.
3. Lo importante es pensar: ")cómo me gustaría que me traten a mí, si me cogen en una falta?"
Creo que es a esto que pensaba Jesús cuando dijo
que hagamos a los demás lo que quisiéramos que nos hagan: hacer un favor a
otra persona sin lucir nosotros; perdonar como quisiéramos que nos perdonaran;
y juzgar a los demás como quisiéramos que nos juzguen.
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