MATEO 7:13-23
¿CUÁL PUERTA?
El Camino Angosto
Muy a menudo, en el pueblo evangélico se suele
fijar en la libertad y la gracia de la salvación, y se dice:
"¡Qué maravilloso es!, y ¡qué fácil!"
porque aprendemos que la salvación es gratis, sin
esfuerzos. También se suele poner mucha
énfasis en el interior, en el corazón, porque mientras el hombre juzga el
exterior, Dios escudriña el interior del corazón del hombre. Pero a veces se piensa que Dios sólo ve el
corazón.
Pero con todo esto, uno se puede engañar. Lo que dice Jesús es que tú no puedes juzgar
la sinceridad interior de una persona por tu intuición o por tu propia
medida. Pero si alguien viene y te
explica la Biblia
de una manera muy convincente, pero que su vida no esté en regla, ¿debería
hacerle caso? y, ¿deberías descansar en
la seguridad de tu salvación, descansar en tu elección, si no estás obedeciendo
al Señor?
Hay muchas personas inconversas que tienen una
vida mucho más recta que ciertos evangélicos que se dicen "salvo por
gracia". ¿Acaso nos equivocamos en
decir que la salvación es por la fe sola? No nos equivocamos. Pero ...
Miremos lo que dice la Biblia.
Jesús dijo que la puerta es estrecha, y el camino
angosto, y que hay mucho menos personas salvas de lo que se piensa. En Juan 2:23-25, queda claro que "creer
en el nombre de Jesús" no significa nada.
I. La
calidad de la vida es la medida de quien quiere enseñarte. v.15-20
1. No te puedes fiar en quienquiera que enseña la Palabra de Dios.
2. El mejor predicador con muchos resultados puede
ser un hombre sin Dios.
3. Si su vida no apoya su enseñanza, su enseñanza no
vale nada.
4. No te fías en su presencia física, ni su sonrisa,
ni su cara angélica.
5. Si miente, si es envidioso, si es codicioso, o
interesado, puede ser un ministro de religión, pero no es ministro de Dios.
6. Si su vida está llena de odio, de rencor, es que
no conoce al Dios de amor, de perdón. ¿Cómo,
pues, os puede enseñar algo de él?
7. Si no tiene santidad de vida, si no puedes seguir
su ejemplo, tampoco puedes aceptar su enseñanza.
8. Su vida y sus palabras tienen que ser conformes a la Palabra de Dios; al
Espíritu de Dios.
9. Tú tienes la responsabilidad de juzgar a quién vas
a escuchar; a quién vas a tomar en
serio; quién está calificado para enseñarte la Palabra de Dios. Jesús dice "Guardaos". Así que no puedes echar la responsabilidad a
quien te enseña. Tú responderás por ti
mismo.
10. El juicio, el discernimiento, tiene que ser
lógico.
a. Si lleva malos frutos, es mal árbol.
b. Si lleva mentiras, es hijo de aquel que es mentiroso
desde el principio.
c. Si no lleva el amor, no conoce al Dios de amor.
d. Si no lleva santidad y pureza, es que no conoce al
Dios santo.
II. La vida
que llevas es la medida de tu profesión cristiana v.21
1. Decir "Creo en Jesús" no basta. Hay que creer del corazón, y hay que
confesar que Jesús es Señor.
2. Imposibilidad de recibir a Jesús como Salvador sin
recibirle como Señor.
3. La sorpresa futura de aquellos que recibieron una
"salvación" equivocada, v.22-23.
4. No es que algunos pierden su salvación, su
relación con Dios. Jesús no dice
"No os conozco", sino "Nunca os conocí".
5. No hay cuestión de perder la salvación. "Nadie os arrebatará de mi mano"
(Juan 10:28). No se puede perder lo que
uno no tiene.
6. La diferencia entre la fe y el asentimiento
mental. "Los demonios creen, y
tiemblan" (Santiago 2:19).
III. La base de la medida tiene que ser la práctica de la Palabra v.24
1. El prudente y el sensato: el segundo hombre tiene
una seguridad falsa.
2. No descansa en los sentimientos, ni en las
emociones.
3. Tampoco descansa en una profesión vacía,
tradicional, o formal por ser "evangélico"
4. Tampoco descansa en haber comprendido que el
Evangelio es la respuesta más lógica.
5. La fe que salva implica un arrepentimiento y una
plena entrega a Cristo - no la
perfección, pero una decisión de tomar un camino nuevo, reconociendo que sólo
el Señor puede hacer esto en ti. Esta
decisión se tomará naturalmente si entiendes bien qué son los pecados de los
cuales has sido perdonado.
¿En qué está tu seguridad? ¿Estás seguro de que has emprendido el
camino angosto, y que has pasado por la puerta estrecha? Hay muchos que piensan haber tomado el
camino, pero que están en el camino de la destrucción eterna. Por lo tanto,
"Examínate para saber si estás en la
fe." (2 Corintios 13:5)
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