MATEO 13:45-46 PARÁBOLA DE LA PERLA (dos sermones)

MATEO 13:45-46

PARÁBOLA DE LA PERLA

El mercader que busca hermosas perlas encontrará la perla preciosa.

El mercader que no vende todo lo que tiene no es digno de poseer la perla preciosa.

I.       El mercader que busca

1.      Si un hombre busca la verdad es que el Señor le está buscando a él

2.      Quien busca halla

3.      Claro, si verdaderamente busca, entonces estará dispuesto a pagar lo que sea para conseguirlo.

II.    La perla preciosa

1.      Cristo

2.      La Salvación

3.      La Palabra de Dios

4.      La verdad

5.      Una esperanza eterna

6.      La comunión con Dios

III. Cómo obtener la perla (véase Lucas 14:26-27)

1.      Dejar toda otra cosa

a.       Otra Esperanza

b.      Otro Punto de apoyo o confianza

c.       Pecado

2.      “Si alguien quiere venir en pos de mí, que renuncie a si mismo, se cargue de su cruz,  y me siga” (Mr 8:24)

MATEO 13:45-46

LA PERLA PRECIOSA

El mercader que busca, halla (la perla preciosa).

Aquí se compara el reino de los cielos, no a la perla hallada, sino al mercader.  Estas dos parábolas, del tesoro, y del mercader de perlas, describen la relación de Cristo con su Reino:

El Hombre       Cristo        La Perla

El Tesoro         El reino            El Mercader

I.       El mercader (en qué condición está)

1.      Tiene ciertos bienes (propia justicia, placeres del mundo, ambiciones, reputación, familia, etc.)

2.      Busca (Lc. 11:9; Dt. 4:29; Is. 55:6).  Estas cosas del mundo que posee no le satisfacen.  Quiere algo más alto.

3.      Ha encontrado algo superior a lo que posee ya.

II.    La perla

1.      Su valor incomparable (Proverbios 3:13-15)

2.      Su hermosura (Cantares 2:3)

3.      Su accesibilidad (Mt. 11:28; Jn. 7:37)

III. Cómo obtener la perla

1.      Abandonar todo lo que tiene (Mr. 1:18; Lc. 14:26-27; Is. 55:7)

a.       aceptar a Cristo = aceptar su cruz también

b.      No esperes salvar más que tu alma.  Puedes perder tu casa, tu familia, tu vida (Lc. 14:26-27) pero tu alma será salvo.

c.       La carne nunca acudirá a Cristo bajo estos términos.  El Espíritu tiene que convencer a una persona que Cristo le basta, y aun más, para compensar las pérdidas y los padecimientos.

2.      Abandonar su propia justicia  (Fil. 3:7-9)

3.      ¡Verse a sí mismo como siendo pobre! (Mateo 5:3)

Si quieres vivir tu vida "toda tu vida" como canta una canción popular en francés, tienes que darla "toda" al Señor: dar lo todo para recibirlo todo.  No puedes tener a Cristo y a tu propia vida también.  No puedes tener a Cristo y tener también el mundo.