Friday, July 18, 2014


LA RESURRECCION

1 CORINTIOS 15


            ¿Has pensado alguna vez que doctrinas como la de la resurrección no cambian gran cosa para nosotros ahora?   A veces hay esa tendencia de pensar que lo que es importante para nosotros los cristianos es la enseñanza bíblica sobre el amor, sobre la paciencia, el servicio, etc.  Que cuestiones como la de la resurrección no cambian nada; no hacen una diferencia.  Por tanto, si alguien no cree en la resurrección, poca importancia tiene.  Sin embargo, es una doctrina central del cristianismo, y Pablo, en 1 Corintios 15, nos da una serie de razones por las cuales esa doctrina es importante, aun imprescindible, para la vida cristiana.    Cada cristiano debe creer en su resurrección futuro por las razones que encontramos en 1 Corintios 15.

I.       Es parte esencial del Evangelio (vv.1-9, 51-52 especialmente v. 4).
1.          Forma parte del “paquete” de lo que hemos recibido de Jesucristo.  Si rechazas una parte, tienes que rechazarlo todo.
2.          Como Cristo resucitó, nosotros también tendremos una resurrección corporal (v.51-52)
3.          No es más difícil creer eso que en el resto.

II.    Es lo que impide que nuestra fe sea vana  (vv. 13-19, 53-56, especialmente vv. 14, 17)
1.          Es lo más interesante del Evangelio
2.          Es una pérdida de tiempo predicar y evangelizar si no hay resurrección
3.         No estamos llamados a cambiar la sociedad, o la civilización, a pesar de los efectos secundarios que el Evangelio puede haber tenido en estos.
4.          La razón que predicamos es para cambiar la suerte eterna de las personas.  Eso depende de la resurrección.
5.          Si no hay resurrección, por tanto, los idiotas más grandes son los que predican y comparten su fe.

III. Es lo que da la razón a la moralidad (vv.32, 33)
1.          Nuestro comportamiento moral no siempre tiene razones evidentes
a.          No es siempre cierto que es provechoso ser honrado
b.         Personas malvadas han ido hasta la tumba con aparente éxito en su economía, familia, popularidad, etc.
c.          Personas honradas han tenido dificultades en la vida.
2.          Si no hubiera resurrección, ¿por qué no intentar sacar todo el provecho de esta vida, sin hacer caso a la cuestión del bien y del mal?
3.          Es un hecho que esta generación occidental, que en mayoría no creen en una resurrección futura, carece cada vez más de dirección moral.  El bien y el mal  ya no existen.  Por esta razón nosotros como cristianos no podemos dejarnos guiar por las modas del mundo en cuanto al bien y el mal.
4.          Por otro lado, cuando estás tentado de tomar decisiones morales que no serían conforme al Evangelio, piensa en tu resurrección.

IV.  Es lo que da la razón para nuestras aflicciones (vv. 31, 32)
1.          Todos los que padecieron por anunciar el Evangelio, ¿sufrieron por nada?
2.          Hasta las aflicciones de Cristo serían cuestionables si no hay resurrección para el cristiano.  ¡No nos habría conseguido nada!
3.          Para Pablo, habría sido bastante tonto poner su vida diariamente en peligro si no había resurrección.
4.          Hay cristianos por todo el mundo que sufren aflicciones terribles por su fe.  Nosotros en Europa Occidental y Norteamérica somos excepcionales: lo tenemos relativamente fácil.  ¿Por qué sufren si no hay resurrección y su fe es vano?  ¿Para qué sufren si no hay resurrección con sus recompensas y consolación?
5.          A veces, por vivir una vida cristiana consecuente, o por servir al Señor, tienes que pagar un precio: un precio que parece duro.  Pero en vista de la resurrección, este “precio” no es nada.  Sigues gozosamente adelante, porque sabes que las aflicciones presentes no son nada en comparación con la gloria por venir (Ro. 8:18).
6.          Aprendemos a mirar a la resurrección, a poner la mira hacia arriba, como dice Col. 3:1, cuando lo que hay aquí abajo nos parece algo feo.

V.     Es lo que da la razón para nuestros esfuerzos (vv.58)
1.          Este texto es el último llamamiento.  Alguien lo ha traducido así: “¡Que haya menos especulación, y más trabajo!”
2.          Cualquiera que trabaja lo hace en vista de una paga, una recompensa.
3.          Esto de decir que no es correcto recompensar a los niños por hacer lo que deben hacer, es totalmente en contra de la naturaleza humana tal como Dios nos ha creado.
4.          Nosotros, pensando en la resurrección futuro, podemos aplicarnos a trabajar más para el Señor, aplicándonos también a servir a nuestros semejantes.
5.          “Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”.  (Apocalipsis 14:13).


Por tanto, como cristiano, tienes que creer en la resurrección.  Pero no sólo tienes que creer en ella, sino pensar en ella, recordarte de esta verdad continuamente.  Hará toda la diferencia en cuanto a tu actitud hacia la vida.  No dejes que esta doctrinal central del evangelio sea relegada al baúl de los recuerdos.  No te dejes privar de la esencia del evangelio.  No te dejes privar de lo que da razón a tu fe, que da razón a tus aflicciones, que da razón a tu vida honrada, que da razón a todos tus esfuerzos.  Pon tu mira en la resurrección, y tu vida cristiana tendrá sentido.

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