Saturday, July 5, 2014

¡EL DIVORCIO! 1 Corintios 7:10-40



¡EL DIVORCIO!

1 Corintios 7:10-40

Seguramente una de las plagas más terribles que aflige el mundo occidental hoy en día es la alta frecuencia de divorcios.  Hasta entre los cristianos evangélicos la frecuencia es alta.  Para muchas personas, el matrimonio ha perdido su permanencia.  El mundo ha decidido que es mejor disolver un matrimonio que no funciona, en vez de intentar solucionar los problemas y perseverar.  Muchos creyentes han comprado esa filosofía.  Pero no es la filosofía de Dios  Es que el mundo nos dice: “Haz lo que te es cómodo”.  La Palabra de Dios dice: “Obedezca a Dios”.  1 Corintios 7 tiene mucho que decirnos sobre el tema del matrimonio. En los versículos 10-28 vemos algo sobre la cuestión del divorcio. 
Cada creyente debería seguir las prescripciones que Pablo da sobre el matrimonio en 1 Corintios 7:10-28

I.       Nunca dejes a tu pareja  v.10-11
1.      Pablo está citando directamente las palabras de Jesús.
2.      El hecho de separar un matrimonio causa un daño enorme al marido, a la mujer, a los hijos, a la familia de la mujer, a la familia del marido, y a los amigos.
3.      Peor aún como vemos en Malaquías 2, es un acto en contra de Dios.  Va en contra de su santidad, porque se trata de infidelidad.  Va en contra de su pacto.  Es blasfemia contra él porque en los votos de matrimonio se utilizó su nombre.
4.      El hecho de separar un matrimonio daña las posibilidades para los hijos a crecer aprendiendo a conocer y a amar al Señor.
5.      El mundo de hoy está lleno de niños muy confusos.  Son niños que han crecido sin la seguridad de una relación padre-madre Es trágico para ellos, y a menudo ellos mismos llegan a ser la causa de una cadena de otras tragedias.

II.    Nunca vuelvas a casarte si has dejado a tu pareja v.11
1.      El orden de no volver a casarse es claro.
2.      Es posible que se pueda cualificar por la enseñanza de Jesús sobre el divorcio: Si alguien se divorcia y vuelve a casarse, aparte de un caso de infidelidad, está cometiendo adulterio. (Matthew 5:32).  (Nota: ¿Qué es infidelidad? ¿El hecho que el otro te ha dejado para formar otra pareja?
3.      Puede parecer difícil permanecer solo, pero tenías que pensar en ello antes de romper tu matrimonio.
4.      Hemos de tener compasión, pero esa compasión debe mostrarse mientras mantengamos las normas de Dios.  En cualquier caso, la cosa más misericordiosa que se puede hacer es mantener el matrimonio unido.

III. Intenta reconciliarte si tu matrimonio se ha roto: nunca abandones  v.11
1.      Esa es la otra opción, aparte de permanecer solo.
2.      Algunos dirían que no es una opción.
3.      Dios está metido en el negocio de la reconciliación.  Él nunca ha abandonado. "Reconciliación" es una de las palabras más hermosas en la lengua castellana: la reconciliación con Dios; reconciliación entre las personas; la reconciliación en la familia; la reconciliación entre marido y mujer.
4.      La Santa Cena puede ser un tiempo de reconciliación cuando te examinas a ti mismo y reconoces la necesidad.
5.      Cuando traes una ofrenda al Señor, y te das cuenta de que tu hermano (o marido o mujer) tiene algo contra ti, es tiempo para la reconciliación.

IV.  Proteja tu matrimonio aun con una persona inconversa v.12-16
1.      El hecho que la pareja no está salvo no es una razón para separación
2.      Hay sectas que no están de acuerdo con esto.  Un testigo de Jehová decidió rechazar las doctrinas de su secta, e hizo una profesión de fe en Cristo, empezando a asistir a una iglesia evangélica.  Los de la Sala del Reino empezaron a presionar a su mujer a dejarlo y casarse con otro.   Finalmente el hombre se rindió, y volvió a la Sala del Reino para salvar su matrimonio. Estoy seguro que tiene mucho resentimiento.
3.      El hecho de permanecer casado con la persona puede a lo largo causar su conversión.
4.      Mientras tanto la pareja es “santificado”, o “puesto aparte”  en una manera especial por el mero hecho de estar contigo. Esa persona tiene un privilegio especial.  No se lo quites. Tus niños también podrían perder ese beneficio si destruyes tu matrimonio.

V.     No intentes cambiar tu situación de matrimonio v.17-28
1.      No intentes (buscando) casarte  (si eres soltero, separado, o divorciado)
2.      Obviamente no es un pecado casarte.
3.      Tampoco intentes destruir tu matrimonio.
4.      Si tu pareja se marcha, destruyendo el matrimonio, tú no has pecado; estás libre.
5.      El consejo de permanecer en el estado en el cual fuiste salvo: circunciso o incircunciso; esclavitud o libertad; casado, soltero, o divorciado.  No intentes cambiar las cosas.  Pero el hecho de cambiar no es siempre un pecado.  Parece aquí que las cuestiones de circuncisión y de esclavitud son ejemplos por la cuestión principal de matrimonio.
  
La Biblia enseña lo sagrado del matrimonio. Más que nada, mantiene tu relación de matrimonio. Eso implica la tolerancia, el perdón, y el cuidarse de no hacer daño al otro.  Por el amor de Dios, si no hay ninguna otra razón que te pueda influir, guarda tu pareja, y no la sueltes. Porque la pareja que tienes es la pareja que Dios te ha dado, no importa las circunstancias en las que puedas haberte casado con aquella persona

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