¡EL DIVORCIO!
1 Corintios 7:10-40
Seguramente una
de las plagas más terribles que aflige el mundo occidental hoy en día es la
alta frecuencia de divorcios. Hasta
entre los cristianos evangélicos la frecuencia es alta. Para muchas personas, el matrimonio ha
perdido su permanencia. El mundo ha
decidido que es mejor disolver un matrimonio que no funciona, en vez de
intentar solucionar los problemas y perseverar.
Muchos creyentes han comprado esa filosofía. Pero no es la filosofía de Dios Es que el mundo nos dice: “Haz lo que te es
cómodo”. La Palabra de Dios dice:
“Obedezca a Dios”. 1 Corintios 7 tiene
mucho que decirnos sobre el tema del matrimonio. En los versículos 10-28 vemos algo sobre la cuestión
del divorcio.
Cada creyente debería seguir las prescripciones
que Pablo da sobre el matrimonio en 1 Corintios 7:10-28
I. Nunca dejes a tu pareja v.10-11
1.
Pablo está
citando directamente las palabras de Jesús.
2.
El hecho de
separar un matrimonio causa un daño enorme al marido, a la mujer, a los hijos,
a la familia de la mujer, a la familia del marido, y a los amigos.
3.
Peor aún como
vemos en Malaquías 2, es un acto en contra de Dios. Va en contra de su santidad, porque se trata
de infidelidad. Va en contra de su
pacto. Es blasfemia contra él porque en
los votos de matrimonio se utilizó su nombre.
4.
El hecho de
separar un matrimonio daña las posibilidades para los hijos a crecer aprendiendo
a conocer y a amar al Señor.
5.
El mundo de
hoy está lleno de niños muy confusos.
Son niños que han crecido sin la seguridad de una relación padre-madre
Es trágico para ellos, y a menudo ellos mismos llegan a ser la causa de una
cadena de otras tragedias.
II. Nunca vuelvas a casarte si has dejado a tu pareja
v.11
1.
El orden de
no volver a casarse es claro.
2.
Es posible
que se pueda cualificar por la enseñanza de Jesús sobre el divorcio: Si alguien
se divorcia y vuelve a casarse, aparte de un caso de infidelidad, está
cometiendo adulterio. (Matthew 5:32). (Nota:
¿Qué es infidelidad? ¿El hecho que el otro te ha dejado para formar otra
pareja?
3.
Puede parecer
difícil permanecer solo, pero tenías que pensar en ello antes de romper tu
matrimonio.
4.
Hemos de
tener compasión, pero esa compasión debe mostrarse mientras mantengamos las
normas de Dios. En cualquier caso, la
cosa más misericordiosa que se puede hacer es mantener el matrimonio unido.
III. Intenta reconciliarte si tu matrimonio se ha roto:
nunca abandones v.11
1.
Esa es la
otra opción, aparte de permanecer solo.
2.
Algunos
dirían que no es una opción.
3. Dios está metido en el negocio de la
reconciliación. Él nunca ha abandonado.
"Reconciliación" es una de las palabras más hermosas en la lengua
castellana: la reconciliación con Dios; reconciliación entre las personas; la
reconciliación en la familia; la reconciliación entre marido y mujer.
4.
La Santa Cena
puede ser un tiempo de reconciliación cuando te examinas a ti mismo y reconoces
la necesidad.
5.
Cuando traes
una ofrenda al Señor, y te das cuenta de que tu hermano (o marido o mujer)
tiene algo contra ti, es tiempo para la reconciliación.
IV. Proteja tu matrimonio aun con una persona
inconversa v.12-16
1.
El hecho que
la pareja no está salvo no es una razón para separación
2.
Hay sectas
que no están de acuerdo con esto. Un
testigo de Jehová decidió rechazar las doctrinas de su secta, e hizo una
profesión de fe en Cristo, empezando a asistir a una iglesia evangélica. Los de la Sala del Reino empezaron a
presionar a su mujer a dejarlo y casarse con otro. Finalmente el hombre se rindió, y volvió a
la Sala del Reino para salvar su matrimonio. Estoy seguro que tiene mucho
resentimiento.
3.
El hecho de
permanecer casado con la persona puede a lo largo causar su conversión.
4.
Mientras
tanto la pareja es “santificado”, o “puesto aparte” en una manera especial por el mero hecho de
estar contigo. Esa persona tiene un privilegio especial. No se lo quites. Tus niños también podrían
perder ese beneficio si destruyes tu matrimonio.
V. No intentes cambiar tu situación de matrimonio
v.17-28
1.
No intentes
(buscando) casarte (si eres soltero,
separado, o divorciado)
2.
Obviamente no
es un pecado casarte.
3.
Tampoco
intentes destruir tu matrimonio.
4.
Si tu pareja
se marcha, destruyendo el matrimonio, tú no has pecado; estás libre.
5.
El consejo de
permanecer en el estado en el cual fuiste salvo: circunciso o incircunciso;
esclavitud o libertad; casado, soltero, o divorciado. No intentes cambiar las cosas. Pero el hecho de cambiar no es siempre un
pecado. Parece aquí que las cuestiones
de circuncisión y de esclavitud son ejemplos por la cuestión principal de
matrimonio.
No comments:
Post a Comment