Friday, July 4, 2014


EL MATRIMONIO Y LAS RELACIONES ENTRE HOMBRE Y MUJER

1 Corintios 7:1-10


Mejor es casarse que estarse quemando”  (v.9)
El matrimonio, ¿es una condición de segunda clase para los creyentes?
¿Está Pablo enseñando que los obreros cristianos no deberían casarse?
¿Qué significa eso de que es mejor casarse que estarse quemando?

            v.1       "En cuanto a las cosas que me escribisteis"
La mayor parte de 1 Corintios parece haber sido escrito en respuesta a una serie de preguntas.  Parece que Pablo tenía su “caja de preguntas”.  En la carta que habían escrito a Pablo, parece que alguien había preguntado:  "¿Un cristiano debería casarse, o sería más espiritual por su parte permanecer soltero?  ¿Debería un viudo o una viuda volver a casarse, o es que el Señor ya le ha confirmado que debería permanecer solo?  Es posible que habían preguntado: Cuando los cristianos se casan, ¿no deberían mantener su relación en una base completamente espiritual, y no tener ninguna relación sexual?  Pablo intentó contestar a estas preguntas.
Frase de Transición: Cada creyente puede disfrutar del matrimonio, especialmente si cumple las condiciones que Pablo menciona en 1 Corintios 7:1-10
1.       Que no toque a una mujer fuera del matrimonio
2.       Que esté dispuesto a considerar la posibilidad de no casarse, como siendo una posibilidad perfectamente legítima
3.       Que reconozcan y cumplan las necesidades uno del otro

I.       Un cristiano no debe tocar a una mujer fuera del matrimonio v.1 “bueno al hombre no tocar mujer” (no hay verbo “ser” entremedio)
1.      La pureza sexual hace que se disfruta más del matrimonio
2.      La pureza sexual da una conciencia tranquila
3.      La abstinencia sexual antes del matrimonio honra al Señor
4.      La abstinencia sexual antes del matrimonio fomenta más confianza en el matrimonio
5.      Recuerda, si no estás casado, ¡Dios te llama a mantener las manos tranquilas!  Recuerda: si estás casado, ¡Dios te llama a tener una relación sobria con otras mujeres u otros hombres!

II.    Un cristiano debe estar dispuesto a considerar la posibilidad de permanecer soltero v.8
1.      Solemos hablar mucho del matrimonio.  Algunos piensan que pierdas algo en la vida si no estás casado
2.      Una persona puede decidir de permanecer soltero para servir mejor al Señor
3.      El hecho de ser soltero no es una condición para servir al Señor  (véanse los diáconos y los ancianos en 1 Timoteo 3:2 y 12).
4.      Pablo fue tan lejos hasta decir que el hecho de prohibir el matrimonio era una doctrina de demonios (1 Timoteo 4:3).
5.      El hecho de permanecer solo no es una obligación  (2 Corintios 9:5)
6.      El único requerimiento es que se case con otra persona que comparte tu fe (2 Co. 6:14-18)
7.    El permanecer solo puede ser una vocación particular por un tipo de ministerio particular. (1 Co. 7:7-8)
8.      Que seas viudo o un joven que no se ha casado todavía, reconozca que el Señor podría llamarte a permanecer solo.  Si es el caso, entonces dale gracias por haberte dado el privilegio de servirle en una manera especial (v.32-33).

III. Es importante en un matrimonio cristiano que cada uno considere las necesidades del otro v.3-5
1.      Si te casas, o si estás casado, entonces recuerda que es una relación de amor y no de egoísmo
2.      Las necesidades del compañero (a) deben ser al menos tan importantes para ti como las tuyas, que se trate de necesidades físicas, emocionales, o espirituales.
3.      Una persona que quiere pasar un período de tiempo en meditación espiritual sin tener relaciones sexuales con su marido o su mujer, no está haciendo, necesaria­mente, una cosa espiritual. Los dos deberían estar de acuerdo, y no debería ser por demasiado tiempo.
4.      Dios hizo nuestros cuerpos tales como son, y dijo que era bueno.  ¿Quiénes somos, pues, para implicar que hay algo vergonzoso en los placeres sexuales?
5.      En la relación íntima de una pareja casada, todo se permite, si se hace en amor.  Lo único que no se permite es romper esa intimidad.  Nunca se debe discutir en público sus relaciones íntimas.  Lo que no se debe mostrar tampoco se debe exponer con palabras.

Como cristianos, deberíamos mirar al matrimonio en una manera realista.  Como en todo lo que hacemos debería tratarse del amor en el orden bíblico: amar a Dios con toda tu mente, tu alma, tu fuerza;  amar a la otra persona; amar a aquella persona como ya nos amamos a nosotros mismos.  Pues sí, somos conscientes de nuestras necesidades, pero deberíamos ser aun más conscientes de las necesidades de nuestra pareja;  más que nada, deberíamos casarnos o no casarnos para la gloria de Dios.  Esa es nuestra meta más grande en la vida, y la razón por la cual deberíamos hacer cualquier cosa.


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