MATEO 19:16-30
¿CUAL ES TU RIQUEZA?
Compromiso, Generosidad, Abandono, y Fe. Estos son los temas de esta historia. Jesús empieza con el ejemplo de un joven rico. Es una ilustración que nos hace sentir
cómodo, la mayoría de nosotros, porque no somos ricos. No tenemos millones, no tenemos grandes
posesiones materiales. Pero la verdad es
que en esta historia no se trata de un joven rico, sino de un joven esclavo: un
joven que no pudo abrir su mano, ni para dar, ni para recibir... porque los dos
se hacen con la misma cosa: la mano abierta.
Era un joven que no creía verdaderamente que Dios deseaba su bien. No confiaba en el Señor. Era un joven que rechazó algo de gran valor. Miremos las lecciones que se aprendemos con
este relato.
I.
EL
PELIGRO DE AGARRARSE A SUS COSAS 19:21-22
1. Un pecado que te deja abierto a muchos sufrimientos,
mental y físicos.
2. Gente que muere para proteger o salvar sus bienes,
de un fuego, o de un atracador.
3. Gente que se suicida cuando pierde su fortuna.
4. En 1975 atracaron las cajas de seguridad en un
banco en Londres, sacando más de $7.000.000.
Una señora que se dio cuenta que había perdido joyas de un valor de
$500.000, estuvo horrorizada. Dijo: Todo
lo que poseo estaba en aquella caja. Toda mi vida estaba allí.
5. Para muchos, su tesoro no parece tan grande pero
se agarran tan fuerte. Puede ser una pequeña
cantidad de dinero. Puede ser alguna
posesión, joyas, o juguete; puede ser la familia, o puede ser su orgullo, o,
digamos, su amor propio. Pero pierdan
lo más importante para salvaguardar aquellas cosas.
6. Muchos dejan de venir a Cristo por salvaguardar
esas cosas. Otros que han venido a
Cristo, ahora se preguntan por qué su vida cristiana parece tan soso: no hay
gozo de una comunión con Dios. Es que se
quedan agarrados a algo.
7. Se cuenta que el Rey de Francia una vez visitó el
pueblo de Sens, donde oyó una campana de iglesia que le agradó muchísimo. Entonces dio el orden para que fuera
trasladado a París. Mientras transportaban
la campana en el camino, perdió mucho de la belleza de su sonido. Cuando se enteró el rey, dio el orden en
seguida que sea devuelto a su pueblo y repuesto en el campanario. Una vez allí,
recobró su tono original, y sonaba igual como antes. Igual como la campana era inútil cuando no
estaba en su lugar, así el creyente es impotente e ineficaz cuando esté fuera
de la voluntad de Dios. Para que el
Señor te utilice, has de estar en comunión con El. Sólo entonces serás un herramienta de valor
en Sus manos - sólo entonces el testimonio de tu vida dará un sonido atrayente.
8. Es cuando queremos absolutamente tener algo exclusivamente para nosotros, que la cosa pierde su valor, hasta para nosotros mismos. Dejemos las cosas en manos de Dios, soltémoslas, para que Dios puede darles el valor que deben tener.
II.
LA VOLUNTAD DE DIOS: UN ABANDONO (UNA ENTREGA) TOTAL 19:27
1. Muchas personas, para servir al Señor, han dejado
sus oportunidades de ganar algo en este mundo para no estar impedidos en hacer
la voluntad de Dios para sus vidas.
Ninguno diría que ha hecho algún sacrificio, porque está consciente de
haber ganado mucho más.
2. Una señorita cristiana habla de cómo fue a una
reunión dónde se habló de una vida completamente entregada, que la daba el
deseo de vivir así pero pensó en sus posesiones, familia, amistades, y no
pudo entregar su vida completamente así. Pero pasó una noche sin dormir, y le
parecía oír una voz que decía: Dejaron todo y siguieron a Jesús".
Por fin cedió, y entregó todo su vida al Señor.
3. He. 12:1 implica que muchas cosas que pueden
parecer muy legítimas y correctas en sí estén impidiendo su carrera para el
Señor.
4. ¿Has entregado tu vida al Señor? ¿Pasa el Señor
antes de todo?
III. LA FE LO ARRIESGA TODO 19:27-29
1. La verdadera fe en Cristo incluye una entrega -
entrega implica riesgo. Fue este riesgo
que el joven rico no se atrevió hacer.
2. Testimonio de Catherine Marshall en "Más
Allá": como joven, había "dado testimonio" pero su vida era
vacía. Aun como adulto, su vida
cristiana no era más que bastante actividad en la iglesia, pero poca realidad
en el corazón. Hasta un día, cuando
tenía tuberculosis, dio a Dios un cheque en blanco para su vida. Dijo: "Desde ahora prometo que procuraré
hacer todo lo que me digas para el resto de mi vida, en cuanto tú lo haces
claro lo que quieres de mí. Soy débil y
muchas veces querré marchar atrás en esta decisión, pero Señor, tendrás que
ayudarme con esto también." Dice
ella: "Fue así que entré en una
vida que era verdaderamente vida".
Cuando alguien le preguntó si no era un riesgo terrible, dijo "Sí,
lo sería, si tuviéramos un Dios que deseaba quitarnos el gozo en lugar de
querer añadirlo a nuestras vidas, si no
fuera un Dios que nos quiere enormemente y cuida de nosotros". Es que en verdad la fe dice que ¡no hay
riesgo!
3. ¿Por qué tener miedo de abandonar tu vida, tus
planes, y todas tus esperanzas entre los manos de Dios que te ama?
IV. DIOS NO ES DEUDOR DE NADIE 19:21; 27-29
1. Si Dios nos pide algo es ridículo tener miedo a lo
que nos costará.
2. Una señora cuenta cómo estuvo en una reunión
cuando decía en su corazón: "O
Señor, si sólo tuviera dinero, me gustaría poder dar para tu obra." Tuvo la impresión que el Señor le decía: "Pues ¿qué tienes en la mano?" Y ella miró a su único duro que tenía: era su
pasaje de autobús para volver a casa.
Resistió, pero por fin lo puso en la ofrenda. Cuando salió de la iglesia, alguien ofreció
acompañarle una buena parte del camino con su coche. Cuando bajó de aquel coche, un otro paró: un
vecino que ofreció acompañarla a casa.
Después de esta lección, la señora empezó a dar al Señor de lo que
tenía, y eventualmente pudo ayudar a sustentar a varios misioneros en países
pobres - todo por una lección aprendido de un duro que había sacrificado para
obedecer a su Salvador.
3. El Señor no te pide algo que no tienes. Lo que te pide es lo que tienes en la
mano. Te pide tu vida. Nunca serás acreedor de Dios. Podemos contar muchas historias de como el
Señor honra a quien le cede todo, y provee a sus necesidades. Y si no da necesariamente riquezas materiales, da una satisfacciòn de vida, que hace que la vida valga verdaderamente la pena a vivir.
¿Cómo está tu vida con el Señor? ¿La has entregado plenamente a Él: tiempo,
amistades, bienes, por poco que sean; orgullo, o amor propio, todo?
Esto es el secreto para tener la plenitud de la vida que el Señor quiere
que tengas.
GRAN BENDICION.....
ReplyDeleteGracias
DeleteGracias por los consejos, Dios bendiga este ministerio.
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