Sunday, February 2, 2014

MATEO 15:29-31 A LOS PIES DE JESÚS


MATEO 15:29-31

A LOS PIES DE JESÚS


Pasó Jesús de allí y vino junto al mar de Galilea; y subiendo al monte, se sentó allí. Y se le acercó mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó; de manera que la multitud se maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los mancos sanados, a los cojos andar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel.

Cada creyente debe acudir a Cristo para lo que necesita, demostrando las actitudes que se nos presentan en Mateo 15:29-31

I.                   Debe acudir a Jesús creyendo que Jesús es accesible (“…al monte, se sentó” v.29)
1.                  En el monte, era visible, estaba al aire libre, todos podían verle y acudir a él.  No hubo límite de espacio.
2.                  Estaba sentado allí, significando que no está dispuesto a huir: se quedaba para que la gente pudiera acudir a él.
II.    Debe acudir a Jesús creyendo en la misericordia de Jesús “a los pies de Jesús” (v.30)
1.                  Pusieron a sus enfermos donde él podría verlos, y tener compasión de ellos.  Sabían que él no resistiría la visión de esas personas afligidas.
2.                  Debemos ir a él con esta confianza: que él es tan interesado, sino más, en ayudarnos con nuestro problema como lo somos nosotros en conseguir ayuda.
III. Debe acudir a Jesús creyendo que la respuesta de Jesús es universal “mucha gente…” (v.30)
1.                  No consideraron que la compasión de Jesús era limitada a unos pocos conocidos.
2.                  Algunos piensan que la doctrina de la elección significa que no todos los que acuden a Jesús pueden encontrar salvación.  Lo que significa en realidad es que no todos querrán acudir a Jesús.
IV.             Debe acudir a Jesús creyendo en el poder de Jesús para responder a cualquier necesidad “y los sanó” (v.30)
1.                  Como el hombre que dijo “Si quieres, puedes hacerme limpio” y Jesús dijo: “Quiero, sé limpio”.
2.                  Hay que creer que Dios es galardonador de aquellos que le buscan (He. 11:69)
3.                  Si dudamos de que él lo pueda hacer, perdemos nuestro tiempo en acudir a él.
V.    Debe acudir a Jesús preparado para darle la gloria (v.31)
1.                  Darle gloria después es creer que la solución vino de él.

2.                  Cuántas personas piden algo a Dios, y luego, cuando lo reciben, piensan que lo han conseguido por sus propios medios, o piensan que de todos modos iba a suceder lo que sucedió.  Como el hombre que oró desesperadamente que el Señor lo sanara de su cáncer.  Luego, cuando el médico le dijo que estaba limpio de cáncer, dijo: “pues parece que todas mis oraciones no eran necesarias: ¡estoy curado!

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