Sunday, June 22, 2014


GRACIAS DOY A MI DIOS POR VOSOTROS

1 Corintios 1:1-9

            Historia de los tres hijos de granjero, las manzanas, el rey, y la bruja...  El primer hijo obedece a su padre a regañadientes y lleva una cesta de manzanas por el bosque para el palacio del rey.  Cuando una bruja le pregunta qué lleva, contesta: “¡manzanas podridas!”  Cuando descubre la cesta delante del rey, encuentra que todas las manzanas son podridas.  ¡A la mazmorra!  El segundo hijo hace lo mismo, pero contesta a la bruja: “¡cerdos!”  Mismo resultado, ¡pero con cerdos!  El tercer hijo, el benjamín, hace el viaje gozosamente, y a la bruja le contesta: “¡manzanas de oro!”  Al descubrir la cesta ante el rey, encuentra manzanas hechos de oro macizo. Acaba casándose con la princesa y liberando a sus hermanos. Muchas veces, la manera en que pensamos en una cosa, es la manera en que acaba saliendo.  Eso es un efecto psicológico.  Pero lo es aun más en nuestra relación con Dios.  Jesús dijo: “Se te hará conforme a tu fe”.  Dar gracias a Dios es una expresión de nuestra fe.  Pablo miraba a los creyentes, aun a los creyentes de Corinto, con fe.  Y, por tanto, pudo dar gracias por ellos.

I.       Dar gracias a Dios no es siempre fácil  - v.4 "Gracias doy a mi Dios siempre"; v. 11 "He sido informado acerca de vosotros…"
1.      Puede ser que los corintios no parecieran una razón de acción de gracias para Pablo.
2.      Los problemas y los fallos de los corintios
3.      Los problemas y los fallos de muchos creyentes hoy en día
4.      ¡Pero no les tratamos como lo hizo Pablo cuando decimos eso!

II.    Dar gracias a Dios por su gracia hacia (el) (los) creyente(s)  v.4 "por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús"
1.      Pablo recordaba personalmente la conversión de muchos de esos creyentes de Corinto
2.      Si son creyentes, entonces es que han sido objetos de su gracia
3.      Les ha bendecido grandemente
4.      A los corintios no les faltaba gracia.  Les faltaba consistencia.  Pablo no negaba la salvación de ellos, pero les retaría a examinarse a sí mismos para ver si estaban en la fe.
5.      No hace falta que juzguemos si una persona es salva o no; sólo hemos de dar gracias a Dios por aquella persona.

III. Dar gracias a Dios por el conocimiento que el creyente tiene de él  v.5,6 "… enriquecidos en él en toda palabra y en toda ciencia, así como el testimonio de Cristo ha sido confirmado en vosotros".
1.      Este conocimiento fue dado por Dios
2.      A pesar de que Pablo tuvo que repasar algunos temas bastante básicos con estos creyentes, como, por ejemplo, la resurrección, siguió respetando el conocimiento que tenían.
3.      Habían conocido la persona de Cristo.  ¡Eso es conocer mucho, no importa cuánto más tienen que aprender!
4.      Y tú, ¿conoces a Dios?  Eso es algo que muchas personas no pueden decir.  Y tu hermano en Cristo, ¿conoce a Dios?  Da gracias a Dios por eso, y por él.  Es una cosa maravillosa que le ha sucedido, y debería llenarte de gozo por él.
5.      Al considerar a nuestro  hermano, o nuestra hermana, no importa en cuál etapa se halla en su progresión espiritual, deberíamos tratarlo, y pensar en él, con sumo respeto.


IV.  Dar gracias a Dios por la riqueza de dones espirituales que el creyente tiene  v.7  "nada os falta en ningún don".
1.      Los corintios pueden haberse sentido inclinado a menospreciarse a sí mismos o a algunos hermanos por faltar cierto don.  Pablo concentró más bien en la riqueza de dones espirituales que sí tenían.
2.      Dentro de la iglesia había los dones de lenguas milagrosas, profecía inspirada, milagros, ciencia, fe, ayudas, etc.  Muchos de esos dones tenían un gran valor.
3.      La iglesia en Corinto parece haber sido particularmente rica en dones espirituales. No debemos menospreciar eso: eran dones de Dios.
4.      La debilidad de los corintios no estaba en su falta de dones espirituales, sino en su actitud hacia los dones espirituales
5.      Debemos recordar que los dones espirituales no son una señal de madurez espiritual, ni tampoco de cualificación para el liderazgo espiritual.  Por otro lado, debemos reconocer que todos tenemos dones espirituales (1 Pedro 4:10).
6.      Debemos reconocer que somos un pueblo con unos dones únicos, con un valor muy especial a los ojos de Dios, pero nuestro valor no está tanto en nuestros dones, como en el hecho que Cristo murió por nosotros.

V.     Dar gracias a Dios por el fin de los creyentes   v.7b-8  "esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo".
1.      Los ojos de Pablo, como los ojos de ellos, ¡estaban en el futuro!
2.      Cuando miramos con esperanza, podemos ser agradecidos los unos por los otros.
3.      Dios les confirmará
4.      ¿Creemos en la fidelidad de Dios hacia cada creyente?
5.      En vez de mirar a las personas con todas sus faltas presentes, debemos aprender a mirarlas con esperanza, por toda su gloria futura.

Como creyentes, pues, y como hermanos en Cristo, debemos dar gracias a Dios los unos por los otros en una manera positiva.  No es útil malgastar nuestro tiempo y el tiempo de Dios, en oración, lamentando la debilidad de los demás creyentes.  Aunque hemos de ser realistas, y, donde podemos ayudar, reconocer y intentar a ayudar a alguien a superar sus dificultades, el énfasis de nuestra vida de oración tiene que ser positivo, dando gracias a Dios por los creyentes.  No sólo que eso es útil en cuanto a nuestra propia actitud, sino que también honra a Dios, que es un Dios de bendición.



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