EFESIOS 6:10-17
LA NECESIDAD DE LA INTERCESIÓN
(predicado en Alcañiz, España, en los 1990)
¿Cuántos quisieran ver crecer nuestra iglesia? ¿Y en España? Me imagino que todos. Hay unas condiciones para que eso se lleve a
cabo. No se trata de alguna gran campaña
de evangelización, aunque eso puede ser necesario y útil. No se trata de tener personas dotadas de la
palabra. Hay que reconocer que estamos
en una guerra, y que necesitamos ser armados de la buena manera para aquella
guerra. El Nuevo Testamento nos enseña
que si queremos ver avanzar la obra de Dios tenemos que ser completamente
entregados al Señor como cristianos. No
depende de los pastores; no depende de los evangelistas; depende de todos los
cristianos y la calidad de su vida espiritual.
¿Qué es lo que viene en primer lugar en tu vida? No quiero decir el domingo, o durante algún
culto o reunión de iglesia, sino en tu vida. ¿Es pasarlo bien? ¿Tienes algún propósito personal? ¿O es Dios?
Si quieres que Dios te utilice para que su iglesia crezca, y si queremos
como grupo ver obrar al Señor, es necesario que personalmente cada uno se
entregue al Señor como único Señor de nuestra vida, y que nos ocupemos
seriamente en el ministerio de la intercesión.
Efesios 6:10-17 nos da algunas razones por eso:
I.
Primero, por la naturaleza de nuestro adversario v.10-12
1.
Nuestra lucha no es contra fuerzas humanas; por tanto no
podemos limitarnos a métodos humanos
2.
Nuestra lucha es contra un adversario que en sí es mucho
más fuerte que nosotros
3.
Nuestra lucha es contra un adversario que tiene habilidad
"asechanzas" y poder y autoridad en sí
4.
Por esta razón, no basta con tener un predicador
elocuente; no basta con tener mucha sabiduría, o mucha habilidad. Tampoco es suficiente tener leyes que
defienden a los evangélicos. ¡Nuestra lucha es espiritual! Podemos tener todo eso, pero sin la oración
de intercesión, nada se conseguiría.
5.
A veces no vemos el adversario; otras veces Dios permite
que se levante la cabeza para que estemos conscientes de qué clase de
adversario tenemos.
6.
En este país (España) lo vemos manifestado a través de
supersticiones, brujería, miedo, etc. Un
médico nos recomendó que trajéramos a nuestro hijo a una bruja. Aquí en España hay más personas que practican
la brujería, la adivinanza, y demás artes ocultos que todos los médicos y
obreros religiosos de cualquier religión.
Hace unos 25 años, un ayuntamiento de cierta ciudad pagó una bruja para
que echara un sortilegio sobre la familia de un pastor. Eso no tendría lugar hoy en día, supongo,
pero no hace mucho tiempo.
7.
¿Cuál español no ha estado en contacto, alguna vez, con
una forma u otra de brujería?
8.
Una señora con
quien habíamos tratado de trabajar acabó siguiendo clases ahora en
"metafísica". Se le enseñaron que todo lleva a Dios; que se trata de
ser positivo; que habrá una reencarnación, etc.
Pablo dice que Satanás se disfraza como ángel de luz. No vendrá a ti diciendo, " ¡Hola, soy el
diablo!" Pero aun si no hubiera nada de eso aquí en Granollers, ¿sería
menos presente el diablo?
9.
Por otro lado, aunque todas las brujas del mundo estuvieran
en Granollers a la vez, eso no sería tan temible, tan desastroso, como el hecho
que los cristianos de una iglesia no se amaran los unos a los otros. Por eso el tema principal de la intercesión de Pablo por las iglesias era que
conocieran el amor de Cristo y que lo manifestaran en sus vidas y sus
relaciones mutuas.
10. Nosotros no
podemos luchar solos contra el diablo.
Necesitamos al Señor. Sólo el
Señor puede hacer eso. Por tanto,
tenemos que estar luchando con las armas del Señor. ¿Qué significa esto? Significa que hemos de someter nuestras vidas
al Señor y dejar que él trabaje dentro de, y a través de, nosotros. Una completa entrega al Señor por parte de
los creyentes es la única cosa que hará que las huestes de Satanás sean
forzadas a dar marcha atrás. Por más que
insistamos en el poder de Dios y en nuestra fuerza en el nombre de Jesús, si
nuestras vidas no están verdaderamente y enteramente entregadas y sometidas al
Señor, entonces nuestras palabras de supuesta victoria no serán más que habladurías;
estaremos chuleando, como dicen los niños, pero en vano.
11. El Nuevo
Testamento nos enseña que debemos orar los unos por los otros, y orar por los
obreros. Si reconociéramos la realidad
espiritual contra la cual cada uno tiene que luchar, entenderíamos mucho mejor
la necesidad por esa intercesión. Y
reconoceríamos la importancia de las reuniones para orar. Pero también veríamos que tenemos que ser
entregados al Señor a cien por cien.
II.
Tenemos que entregarnos a la lucha espiritual en intercesión
por la naturaleza de nuestra armadura.
1.
Hemos dicho que la batalla se gana al nivel
espiritual. Debemos ser entregados
espiritualmente y corporalmente al Señor, porque él nos dará lo que necesitamos
para vencer.
2.
Por todo el Antiguo Testamento, vemos las condiciones
para poder orar e interceder, es decir, para ser oídos de Dios. Tenemos que tener el corazón puro, los manos
limpios. En 1 Pedro 3, vemos que nuestra
relación entre esposos puede afectar nuestras oraciones. Claro está, nuestra relación con otros
hermanos también afectará nuestra vida de oración.
3.
Aquí Pablo nos muestra cómo ser cualificado para poder
vencer en esta guerra: la armadura de Dios, que incluye los lomos ceñidos con
la verdad, la coraza de justicia, los pies calzados con el apresto del
evangelio de paz, el escudo de la fe, el yelmo de la salvación, y la espada del
Espíritu que es la palabra de Dios.
¿Para qué es todo eso sino para equiparnos para luchar en la
oración? No hay que sorprenderse de que
Pablo termina esta sección con la exhortación de orar por todos los santos, y
luego por él mismo.
4.
Ningún aspecto de armadura tiene que ver con nuestras
habilidades: No digas: no soy hábil para
hablar del Señor, o para orar. Tienes
que ser entregado a la verdad, para decir sólo la verdad, y vivirla. Tienes que ser entregado a la justicia, para
vivir la voluntad de Dios. Sí, tienes
que ser dispuesto a traer el Evangelio, y tener esto como prioridad en tu
vida. Pero no se habla de habilidad para
traerlo, sino de pies calzados con el apresto - significa un celo
para llevarlo. La fe: ejercerla continuamente.
La espada del Espíritu que es la Palabra de Dios: ¿Conoces tu Biblia? ¿Sabes utilizarla? ¿La lees diariamente,
meditándola? No habla de ser un intelectual:
se trata de amar y meditar y utilizar tu Biblia. Es parte de tu entrega. Y
luego, la oración. … por cada creyente,
y por los obreros en el Señor. Pero si son armas espirituales, ¿Cómo es tu vida espiritual?
III.
Y por fin, por la disponibilidad de la armadura por cada
uno de nosotros.
1.
A veces algún creyente piensa: "Eso de ser un cristiano a 100% está muy
bien, pero no es para mí". O
"Eso de ser un guerrero espiritual está bien pero no es para mí".
2.
¿Por cuál razón crees que no puedes ser un guerrero
espiritual luchando en la oración?
3.
Puede ser que crees que no estás suficientemente armado:
que tienes un largo camino para poder conseguir toda la armadura espiritual.
4.
Mira bien lo que dice el apóstol: *Vestíos de toda la armadura de Dios” (v.11);
“tomad toda la armadura de Dios” (v.13).
No dice: "esforzaos para
conseguirlo" sino "vestíos"; "tomad".
5.
¿Qué padre o madre entre vosotros diría a su hijo
"vístete" si no hubiera ropa con que vestirse, si hubiera guardado la
ropa en un lugar inaccesible? ¿Cuántas madres han oído a su hija echar un grito
alguna mañana: "¡Mamá! ¡No tengo nada que poner!"?¿Cómo le
contestas? "¡Mira en tu armario; en
tu cajón, etc.!" No es que no tenía
de qué poner. Es que no tenía su ropa
preferida.
6.
Y ¿cuántas veces nuestro Padre Celestial nos ha oído
gritar, "¡Papá! ¡No tengo nada que
poner!" "No soy elocuente; me
falta formación; soy ignorante; no tengo mucha influencia. Sobre todo, no he aprendido mucho cómo
orar. No puedo orar como aquellos
ancianos en la iglesia que oran desde Génesis hasta Apocalipsis". (Dios no necesita que incluyamos todo de lo
Génesis hasta Apocalipsis en nuestras oraciones. Él ya sabe eso de memoria. Lo que quiere oír es qué es lo que
necesitamos; qué es lo que queremos pedir.¿
Y nuestro Padre amante dice "Sí, tienes algo qué poner. Vístete de toda la armadura de Dios que ya te
he dado en Jesucristo cuando fuiste salvo.
Con eso, puedes orar, puedes luchar.
Pero lo que quiero de ti es que te entregues a mí."
Sí, estamos invitados a entregar nuestras vidas
plenamente al Señor; estamos invitados a participar en la lucha espiritual;
estamos invitados particularmente a entregarnos a la intercesión. No podemos
esperar que él nos utilice si vivimos sólo a medias para él. Hemos de entregarnos a él a 100%. Es su derecho exigirlo: nos compró a un gran
precio. Pero si lo exige es porque sabe
que es la única manera en que podemos nosotros ser completamente felices, nos cueste lo que cueste entregarnos.
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