Thursday, June 12, 2014



EFESIOS 5:16-17

APROVECHAR BIEN EL TIEMPO


SALMO 90

¿Qué significa aquello de "aprovechar bien el tiempo"?  Este pasaje dice, literalmente, en el griego, "redimiendo el tiempo". ¡Se trata de comprar las oportunidades que tenemos, ya!  Se trata de utilizar el tiempo en los mejores propósitos, tal como: guardarnos contra las tentaciones, hacer el bien mientras tenemos la posibilidad, llenar nuestro tiempo con trabajo constructivo (lo que es una manera excelente a no dar acceso al diablo).

"Los días son malos".  Los hombres son malos, y las circunstancias son difíciles.  (Esto nos da aun más razón para aprovechar bien el tiempo que tenemos, ¡puesto que la situación puede empeorarse!  Por lo tanto, dice el apóstol, "!no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad de Dios" v. 17.

I          No tenemos la capacidad de interpretar los tiempos  Sal. 90:4
                1.Ni medirlos, ni entenderlos.
          2.    Pero como seguidores de Cristo, hemos de evitar a cualquier precio el llegar a ser tan preocupados por las cosas de este mundo  que perdemos la visión de nuestro verdadero propósito y misión aquí en el mundo.  Es cierto que hemos de proveer por nuestras familias.  Es nuestro deber alimentar, vestir, e instruirlos bien.  Hay además muchos placeres en esta vida que Dios quiere que disfrutemos.  Pero como "peregrinos" que viajan hacia la Gloria, nuestro primer deber es fijar nuestros deseos, nuestras esperanzas, y nuestras aspiraciones, en aquello que tiene un significado eterno.  No te dejes obsesionar por lo que no tiene importancia.
        3. Alguien ha dicho que la verdadera sabiduría es el saber discernir lo que es verdaderamente importante.

II        No podemos contar con el futuro para hacer lo que debería hacerse ahora  Sal. 90:9, 10;  Stg. 4:17.
           1.      Nuestro contar con el futuro es enorgullecernos.
         2.      No es que sea mal hacer planes, pero estar seguro de que no estemos malgastando el tiempo ahora.
         3.      Una cosa que sabemos del tiempo y que podemos entender del tiempo es que hay muy poco tiempo.  Se cuenta de un hombre que tenía un impedimento del hablar.  Aun que podía ser elocuente, a veces tartamudeaba muchísimo.  Un día tuvo que mudarse a otra ciudad.  Pasado unos meses hizo una llamada telefónico por un asunto de negocios a un antiguo compañero de la primera ciudad.  Cuando la conversación terminaba, el amigo le dijo:  "(Suenas estupendamente!  Hablas mejor desde que te has mudado.  No tartamudeas como hacías antes."  "No", dijo el otro, claramente, "un hombre no puede permitirse el lujo de tartamudear cuando está al teléfono pagando las tasas interurbanas!"
         4.      Ninguno de nosotros puede permitirse el lujo de perder el tiempo.  La vida es breve, y no sabemos cuánto tiempo viviremos.  Como nos lo dice Santiago, tenemos que guardarnos de estar demasiado seguros de lo que podremos hacer mañana o pasado mañana.

III      Necesitamos que Dios nos dirige en nuestro modo de utilizar el tiempo  Sal. 90:12;  Ef. 5:17;  Ro. 12:1
           1.      Los que tienen mucho dinero pagan a asesores calificados para aconsejarles en cómo utilizarlo.
          2.      No se trata de mirar atrás y lamentarnos por todas las cosas que no hemos hecho en el pasado con nuestro tiempo.  A menos que sea para aprender algo, sería muy inútil y otra pérdida más de tiempo.
          3.      Tenemos que hacer como Pablo y olvidar lo que está atrás, y extendernos a lo que está delante (Fil. 3:13).  George Burger dijo:  "Por la gracia de Dios voy a olvidar lo que está atrás y extenderme hacia nuevas alturas.  Igual como David, levantaré los ojos hacia Aquél de quien viene mi socorro; como Abraham, confiaré completamente en el Señor para guiarme; Como Henoc, andaré en compañerismo diario con mi Padre celestial; como Moisés, escogeré la opción de padecer la aflicción en vez de disfrutar de placeres que son sólo para una temporada; como Daniel, tendré comunión en la oración diaria con el Padre; como Job, seré paciente en toda circunstancia; como Caleb y Josué, me negaré a desanimarme; como Andrés, trataré de conducir a mi hermano a Cristo; como Juan, me acostaré sobre el pecho de mi Maestro para tener más de su Espíritu; como Esteban, manifestaré una actitud de perdón hacia todos aquellos que quieren hacerme daño; como Timoteo, estudiaré la Palabra de Dios; y como mi mismo Señor, venceré todas las atracciones terrenales negándome a sucumbir ante sus seducciones.  Puesto que me doy cuenta que no podré alcanzar estas metas por mí mismo, Me apegaré a la promesa de que "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Fil. 4:13).

Dios no dará a todos las mismas oportunidades de servirle.  Sin embargo Dios da a todos alguna oportunidad de servirle.  Él será satisfecho si le servimos con la oportunidad que Él nos da, pero no admitirá que nos quedemos estables; no será satisfecho de un servicio negativo: "no he hecho esto, ni aquello, etc."  Sería igual como el hombre que enterró su talento para tenerlo para su amo cuando volviera.


Dios te da otro año para vivir... quizá.  Al menos te está dando una parte de este día para servirle.  No tengo idea de cuánto tiempo viviré, ni de cuánto tiempo vivirás tú.  Pero, ¿qué haces con lo que te ha dado?  Es el momento para pensarlo, y organizarte para servirle.  Olvida tus errores pasados.  Nunca te desanimes.  En vez de eso, extiéndete hacia las alturas de las bendiciones que el Señor quiere darte por su Espíritu - aquellas bendiciones que sólo vienen a aquellos que andan en una comunión, o compañerismo, con el Señor.

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