Saturday, May 17, 2014

LA PACIENCIA: CUARTO ASPECTO DEL FRUTO DEL ESPÍRITU


LA PACIENCIA:
CUARTO ASPECTO 
DEL FRUTO DEL ESPÍRIT
 "El fruto del Espíritu es paciencia" (Gá. 5:22)

                                                                    Leer el Salmo 37
                                                                          
La palabra "paciencia" en griego es "MAKROTHUMIA".

"Makro" = "largo"
"Thumia" = "ira".

La expresión está asociada a la misericordia, generalmente de Dios.  (Ro. 2:4; 1 P. 3:20).
El Nuevo Testamento habla también de nuestra paciencia:
2 Co. 6:4-6;  Ef. 4:1-2; Col. 3:12; 1 Ts. 5:14; 2 Ti. 3:10; 4:2.

La palabra es acompañada a menudo por otras palabras que en otras ocasiones son traducidos por "paciencia", o "perseverancia".  El acento del fruto del Espíritu, pues, parece ser en las rela­ciones humanas.  El Espíritu de Dios se preocupa por las rela­ciones.  Esta paciencia no tiene el mismo sentido, pues, que "perseverancia", que es otra palabra.  Se trata de la paciencia que no se irrita.  Sal. 37:1,7 nos da un punto de partida magnífico para estudiar esta paciencia.
A veces faltamos paciencia porque nos parece que el mundo sin Dios nos está ganado.  Entonces estamos tentados a jugar el mismo juego que el mundo.  Un entrenador de baloncesto, que era cristia­no, dijo:  "Siempre ha sido mi filosofía que la paciencia ganará al final.   La paciencia para seguir nuestro plan de juego.  Si creemos en ello, acabaremos a lo largo con la oposición.  Pero si abandonamos nuestro estilo de juego para seguir el suyo, entonces tendremos problemas.  Es el peligro de dejar que nuestras emociones dirijan el juego en vez de nuestro razonamiento: así no funcionare­mos de una manera eficaz.  No siempre ganaremos a nuestro adversa­rio, pero (al menos no nos haremos perder a nosotros mismos!  La impaciencia hace que juguemos en contra de nosotros mismos.  Y esto es lo que ocurre en el juego de la vida, especialmente la vida cristiana.  En el Salmo 37, Dios nos está diciendo:
 "Haz lo que debes hacer, lo correcto, y confía en mí.  A pesar de lo mal que pareces estar perdiendo, haz simplemente mi voluntad y deja el final en mis manos.  Me las arreglaré para que al fin de cuentas seas el vencedor.

I.     La paciencia es este aspecto del fruto del Espíritu que no se irrita contra los hombres (1 Tes. 5:14).
1)    "Makro" = "largo";  "thumia" = incienso, perfume;  "thumikos" = "la ira fácil"; "thumos" = un deseo pasiona­do, la ira.
i   En primer lugar se puede ver el buen olor de nues­tras relaciones humanas que duran mucho tiempo;
ii luego, se puede ver que no se apura para enfadarse.
2)    Ejemplo de la paciencia de Dios en Ro. 2:4; 9:22.
3)    Ejemplo de la paciencia de Pablo  2 Co. 6:4-6;  ¡es un ejemplo a seguir! (2 Ti. 3:10).
4)    La paciencia en la evangelización y la exhortación (2 Ti. 2:24-25).
5)    La paciencia en la vida de la iglesia local (en las relaciones juntos) (Col. 3:12-13).
6)    La paciencia con tu prójimo te hace capaz de contestar a las contradicciones con mansedumbre (los varios aspectos del fruto del Espíritu están vinculados entre sí).
i   El hecho de soportar a los tercos será la prueba de que eres un hijo verdadero de Dios en quien Jesús reina.
ii ¡La gente creerá más por esto que por todos tus argumentos aplastantes!
7)    Como lo dijimos ya, parece que el acento de este fruto es la relación humana.  (El Espíritu de Dios se preocupa por nuestras relaciones... en la familia, en la iglesia, y en el mundo.)

II.   La paciencia no se irrita contra las circunstancias  (Stg. 5:10-11)
1)    "Eso me hace perder la paciencia"  no es verdadero.  Las tribulaciones, los problemas, dan, producen la paciencia (Stg. 1:3,4; Ro. 5:3).  Es el propósito de nuestras dificultades.
2)    Si conduces un coche, seguro que no te gusta estar en una autopista con coches en las vías de izquierda y derecha, y un enorme remolque delante de ti que va despacio, y otro detrás de ti.  Te sientes encerrado.  El tráfico para, luego mueve muy despacio, ... te gustaría poder ver en cima de los enormes camiones, para ver qué pasa adelante.  (Pero no puedes!  Y a veces la vida es así.  No puedes ver las cosas como Dios las ve; no puedes ver el futuro, el mañana.  Y te sientes encerrado por las circunstancias de la vida:  No hay salida.  Te sientes frustrado, y quizás desesperado.
3)    Esta paciencia depende de nuestra fe que sabe que Dios está en control, haciendo su voluntad perfecta.
4)    En la aflicción física, la paciencia llega a ser muy difícil a conseguir.  Estas circunstancias demuestran la verdadera espiritualidad.  Aun Job tropezó con eso, irritándose contra su situación ()quién de nosotros habría hecho mejor?)  Parece que en el caso de Pablo (2 Co. 12:12), su paciencia era milagroso.
5)    En medio de las pruebas, por tanto, hay que "pegarse" al Señor.  Por Su poder podemos dominarnos para mantener la calma en dificultades (Co. 1:11).
6)    Tu paciencia o falta de paciencia en estas pruebas es una medida de tu espiritualidad y comunión con Dios.  Hazte la pregunta siguiente:  ")Cómo hago yo en situaciones difíciles?"  Esto podría animarte a buscar una comunión más íntima con Dios.

III. Esta paciencia no se irrita contra Dios en la esperanza (a veces larga) de recibir sus promesas o de su intervención en tu vida.  (Sal. 40:1  literalmente: "Esperando, esperé al Señor").
1)    Impaciencia a verle intervenir es una demostración de poca confianza en él.
2)    Ilus.:  El Dr. J.H. Jowett se encontraba delante de una situación difícil en que tenía que tomar una decisión difícil, que parecía casi imposible de tomar, y no parecía recibir una solución de parte de Dios.  Explicó la situación a un amigo, y le preguntó:  ¿Qué harías tú en esta situación?"  La respuesta de su amigo fue: "No lo sé.  No estoy en aquella situación, y en realidad, tampoco lo estás tú.  ¿Para cuándo tienes que tomar una decisión?"  Jowett dijo: "Viernes".  "Entonces el viernes todo estará claro" contestó el amigo.  Y, en verdad, cuando vino el día decisivo, el Señor había puesto la decisión muy clara que tenía que tomar.
3)    La paciencia es esperar sin inquietud.  Puedes hacer que el timbre del despertador suena antes de la hora, con la mano, pero eso no haría adelantar la verdadera hora.  Puedes abrir una rosa antes de su tiempo, pero destruirás su belleza.  Puedes destruir o perder muchas bendiciones que Dios tiene en reserva para ti, porque tienes dema­siada prisa.
4)    A veces piensas que Dios actúa de una manera injusta contigo cuando no interviene inmediatamente en tu vida.



Si, tenemos que aprender a creer en la soberanía de Dios.  Necesitamos aprender a creer que Dios se encarga de la situación y que interviene siempre al mejor momento.  Lo que Jesús dijo literalmente en Lucas 21:19 era "Dominad vuestras almas por la paciencia".  Es una relación con el Señor que desarrollaremos esta paciencia.  Es un poder, un poder espiritual;  Gálatas 5:22 nos dice que es fruto del Espíritu.  Aprendamos a andar por el Espíritu y veremos como él produce esta paciencia en nosotros.

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