Friday, May 23, 2014

LA MANSEDUMBRE: OCTAVO ASPECTO DEL FRUTO DEL ESPÍRITU


LA MANSEDUMBRE:
OCTAVO ASPECTO
DEL FRUTO DEL ESPÍRITU
"Mas el fruto del Espíritu es... MANSEDUMBRE"
Gá. 5:23

Mateo 11:25-30


"En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.  Sí, Padre, porque así te agradó.  Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.  Venid a mí todos los que estáis trabaja­dos y cargados, y yo os haré descansar.  Llevad mi yugo sobre vosotros, y apren­ded de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis des­canso para vues­tras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga."

Tenemos, a veces, una idea equivocada de mansedumbre.  Lo vemos como siendo una señal de debilidad, cuando en verdad es una fuerza.

Larousse:  Apacibilidad, benignidad.  Se dice de un clima.
                        (Manso: suave, apacible, domesticado)
Salvat:     Apacible; animales que no son bravos; cabestro, animal que en un rebaño guía a los demás.
Webster:          humildemente sumiso; demasiado blando, faltando espíritu (trad.)
Dicc. Etimológico:      viene del latín "mansuetus",  part. de "man­suescere".  Significaba "amansarse", "acostumbrarse a la mano o el poder del dueño".
Griego:            "praoteis"         suavidad, humildad, cortesía, consideración.  En otras palabras, ¡"un caballero"!

            Parece que el manso es una persona que está capaz de controlar sus reacciones a las circunstancias, y especialmente a las personas adversas. Así se trata de una fuerza y no una debilidad.

            Tenemos el ejemplo de la mansedumbre de Jesús (Mt. 11:29).  Según Isaías 53:7, Jesús no dijo ni una palabra mientras le clavaban en la cruz.  Un débil habría sido menos manso, gritando.

"Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad".  (Mt. 5:5).


I.                  MANSEDUMBRE HACIA LAS CIRCUNSTANCIAS
1)             "Si sólo las circunstancias fueran mejores, o distintas, podría hacer más..."
2)             "No aguanto más"
3)             Moisés: 40 años en Madián
4)             Jesús no aceptó la cruz de una manera pasiva: la miró con propósi­to, con decisión.
5)             Mansedumbre es dar gracias en toda circunstancia  1 Ts. 5:18

II.               MANSEDUMBRE HACIA LOS HOMBRES
1)             Una mansedumbre fuerte, y no débil.  No se trata de la actitud que dice:  "¿Qué puedo hacer? Ellos quieren..."  Jesús no miró la cruz así.
2)             Moisés:  tuvo paciencia con su pueblo.
3)             Aceptarlos tales como son.
4)             Someterse mútuamente (Ef. 5:21.)

III.            MANSEDUMBRE HACIA DIOS
1)             Mansedumbre que acepta;  mansedumbre que obedece.
2)             Ejemplo de Moisés:  Al principio resistió - la misión era contra su voluntad - pero lo hizo con todas sus fuerzas porque la misión venía de Dios.
3)             Jesús dijo: "No mi voluntad, sino la tuya."
4)             Cuando Jesús miró hacia la cruz con propósito, con decisión, se mostró manso, no sólo para con las circuns­tancias, sino también hacia Dios.

            ¿Cómo te ves, a ti mismo?  ¿Quieres defenderte, proteger tus in­tereses, atacar, hacerte valer?  ¿Sabes ser manso?  No se trata de la mansedumbre de una víctima, sino de la mansedumbre de Jesús, Rey de reyes, quien estaba decidido hacer la voluntad de Dios.

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