EL AMOR:
PRIMER ASPECTO
DEL FRUTO DEL ESPÍRITU
"Mas
el fruto del Espíritu es amor..."
(Gá. 5:22)
“Habiendo purificado vuestras almas por la
obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no
fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo
renacidos...” (1 P. 1:22)
Las
personas tienen necesidad de ser amados, y de saberse amados. Est<n sedientos de esto. Aun el cristiano tiene esta necesidad, (como
lo sabes muy bien por experiencia propia!
Tu hermano que encuentras pesado, o que te cae mal, o a quien envidias,
o que consideras que tiene aires de "superioridad", tiene tanta sed
de ser amado como tú mismo. No es la
única razón porque importa el amor fraternal.
Es que tu amor hacia Dios se demostrar< por tu amor hacia los
hermanos. (No amas m<s al SeZor que amas
a los creyentes! (1 Jn. 4:12).
Jesús
subrayó que aun el mundo inconverso reconocer< este principio. Seremos conocidos como discípulos de Jesús,
no porque hagamos mucha evangelización, o porque evitamos de entrar en ciertos
lugares poco recomendables, sino m<s bien por el hecho de que nos amemos los
unos a los otros (Juan 13:35).
¿Qué
clase de amor deberíamos tener los unos hacia los otros? Según 1 P. 1:22, este amor ha de ser
sobrenatural, sincero, y ardiente.
I.
El creyente ha de amar de un amor sobrenatural,
divino.
“habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad”
1)
Es el fruto del Espíritu. (Por tanto la conversión es imprescindible!
2)
Es el poder divino del Espíritu que producir<
un amor hacia aquellos que menos merecen ser amados ((puesto que lo
necesitan m<s!) (transformación de mi
corazón después de mi conversión).
3)
Este amor viene de una comunión íntima con Dios y
no por un esfuerzo personal. Más nos
acercamos a Dios, más nos acercamos a nuestro hermano. (véase el triángulo).
4)
Si estás luchando con esta cuestión de amor en tu
vida, porque sabes que hay ciertas personas a quien no quieres, en vez de
concentrar en tu amor hacia ellos, procura pasar más tiempo con el Señor,
para poder pensar más como él. Luego,
ora por esas personas. Dios producir<
un milagro en ti.
5)
Por esto, el secreto, el fuente, del amor, es la
comunión con Dios: es decir "andar por el Espíritu" (Gá. 5:16).
II.
El creyente debe tener un amor sincero.
1)
“para el amor fraternal no fingido”
2)
"sincero" viene de "sin cera" (solían esconder fallas en obras
con cera).
3)
No se trata de una mera profesión piadosa
("le amo en el Señor").
4)
Se trata de un amor que actúa. (Un pastor de 72 años vivía frente a un ateo
endurecido; un día el ateo estaba
arreglando su techo cuando vio al pastor en el techo a su lado, con un
martillo. Aquel pastor ganó al ateo al
Señor.)
5)
Tal amor sincero no se pone celoso o inquieto por
el éxito de un hermano. (éxito en el
mundo, o que destaca más en la iglesia).
6)
Examina el amor que tienes hacia cada uno de tus
hermanos y hermanas en Cristo. ¿Es verdaderamente " sin cera"? ¿sin móviles escondidos? “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
pruébame y conoce mis pensamientos”
(Sal. 139:23).
III.
El creyente debe tener un amor ardiente, entrañable.
1)
*amaos unos a otros entrañablemente, de corazón
puro (de todo corazón). (Leer también
Ef. 4:30-32)
2)
La tibieza es algo que repugna a Dios (Ap. 3:16).
3)
¿Por qué muchos creyentes en países pobres como
Méjico pueden pasar de 3-4 horas en cultos?
Respuesta: (es su único placer, único gozo, de la semana!
4)
Es el amor que se pone a sí mismo en el último
lugar, según el orden de conjugar en hebreo: "Él...",
"Tú...", "Yo...".
5)
Si Dios nos ha amado (1 Jn. 4:9-12) (Aquí hay una exposición del evangelio)
6)
No se trata de un amor "legal"
("amo a este hermano porque estoy obligado") sino de desarrollar una
verdadera relación de amor.
7)
Por esto el vernos el domingo por la mañana no
8)
En el pasado hemos hablado de perdón. Como Cristo nos perdonó. (Ef. 4:30) Es verdad que hay que vigilar para que no
haya cosas que permanezcan entre hermanos en la fe. Pero hay que hacer también el esfuerzo
de desarrollar la amistad entre nosotros.
¿De qué manera amas a tus hermanos y hermanas en la
iglesia? ¿Tienes cuentas
pendientes? ¿Hay personas a quien
deberías pedir perdón? ¿Hay alguien
hacia quien podrías demostrar amor de una manera especial? Se trata de algo que empieza con una decisión
de tu parte. Un compromiso que
tienes hacia tu hermano, sea quien sea: un compromiso gobernado por tu
compromiso hacia Jesucristo.
La Santa Cena es un momento en que nos examinamos a
nosotros mismos. Sería un momento
estupendo de tomar la decisión interior de amar ; de amar de una manera
incondicional, como Dios nos amó en Cristo.
La Santa Cena es una acta hacia el Señor, en memoria, y una acta entre hermanos: un solo pan; una sola copa... Es un buen
momento de tomar la decisión de amarnos los unos a los otros entre
hermanos. Parte de nuestro autoexamen ha
de ser: a saber si estoy demostrando verdadera amistad hacia mis hermanos en la
fe; o si permito a cualquier cosa a
interponerse entre ellos y yo. Mi
decisión puede ser de buscar maneras en que pueda mejorar mi relación con mis
hermanos.
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