Friday, August 8, 2014

UNA VISIÓN CELESTIAL, APOCALIPSIS 4


UNA VISIÓN CELESTIAL
APOCALIPSIS 4

La visión que tenemos en Apocalipsis 4 presenta el esplendor del trono celestial, y nos da un cuadro de Jesús, en el cual podemos ver tres aspectos:
Su espiritualidad y divinidad
Su Fidelidad a su pacto
Su totalidad

I.            Su Espiritualidad y Divinidad
Hay que estar "en el espíritu" para verle. v.2 Mt. 22:43
No describe directamente a aquel que está en el trono. v.2 Ro. 1:22-23
Trono Real (pertenece a Jehová) 1 Reyes 22:19; Sal. 11:4; Is. 6:1; Is. 66:1*; Mt.19:28
Su esplendor (v.3 jaspe, cornalina, arco iris, esmeral­da) comparable a aquel de Jehová en Ez.1:28 "La visión de la seme­janza de la gloria de Jehová"
Su poder v.5 Truenos, relámpagos, ... (espantoso!
Inalcanzable v.6 "mar de vidrio"; 4 seres vivientes alrededor del trono.  2 Cr.4:1-5; Ex.30:18-21; 38:8; Ap. 15:2
No tomemos a Dios a la ligera.  Su grandeza y Su sobe­ranía hace que las pretensiones del hombre con sus filosofías y sus juguetes dan risa.

II.                        Su Fidelidad a Su Pacto
La misma alianza que tuvo con Noé está recordada en el arco iris de Gen 9:13.  véase He. 13:8
24 ancianos v.4  "presbuteros"  Ex.3:16; Rut 4:1,9; Pr. 31:23; Lam.5:14; Hch 14:23.   Están sentados para juzgar.  (Me parece que si fueran hombres, no estarían sentados en la presencia de Dios.)  Se trata aquí de los 24 rollos, o pergaminos, del Antiguo Testamento: la Ley y los Profetas, que testifican de Jesús. Juan 5:39.

Sus coronas
                                                   i.      Ex.25:11 Coronas de oro alrededor del arca.
                                                 ii.      Levít­ico 8:9 El Sumo Sacerdote llevaba corona.
                                                iii.      2 Ti.4:8 Corona de justicia.
                                               iv.      1 Pedro 5:4 Promesa de corona a los ancianos que gobiernan bien.
                                                 v.      Ap. 2:10; 3:11 Recompensas.
Ropas blancas.  Los 24 rollos nos hablan de la reden­ción.  2 Cr.5:12; Is. 1:18*; Ap. 7:14; 19:8.  )(Quién se atrevería entrar en la presencia del Señor sin ropas blancas!?
Quien fuera los 24 ancianos, su mensaje es claro.  Nos dan testimonio de la grandeza de la redención en el Señor Jesús.

III.                        Su Totalidad:  Lo que sigue nos demuestra quién es Jesu­cristo en su totalidad.


Los cuatro seres vivientes: la palabra zoa en griego utilizado aquí sirve también para traducir la expresión en Zacarías 6: 1-5  "los cuatro vientos ruach (espíritus)".  Su importancia en Apocalipsis se ve por la frecuencia del uso de la expresión: Ap. 5:6, 8, 11, 14; 6: 1, 3, 5, 6, 7; 7:11; 14:3; 15:7; 19:4  y en el Antiguo Testamento (donde ciertas versiones la tra­ducen "animales"):  Ez. 1:5, 13, 14, 15, 19-22, 26-27; 3:13; 10:12, 15, 17, 20.

IV.                        Tenemos en estos cuatro seres vivientes un cuadro com­pleto y evangélico de Jesucristo. V.7

                                             i.                        LEON                        Gen. 49:9 Judá (Ap. 5:5)  Vemos en este animal la realeza de Jesús, tal como descrita en el evangelio de Mateo.

                                           ii.                        BECERRO      En Ezequiel 1: 10 se describe como un buey. Es el animal del sacrificio (Lv. 9:2-3) y del servicio. Véase la descrip­ción que hace Jesús de sí mismo en Marcos 10: 45. Es interesante que en Ez 10:14, el orden está cambiado, es el buey es reemplazado por un querubín. En Ap. 4:7, los siete son querubines, describiendo quizá más bien la persona de Jesús que su función, o oficio. "Querubín" = quien ha sido agarrado, y fuertemente aguantado,  como los dos querubines en el arca de la alianza, el lugar de la expiación. (Una vez más, pues, vemos el sacrificio en este ser! (el sacrificio que nos salva!            BECERRO = el sacrificio "dar su vida"    BUEY = servicio "para servir"            QUERUBIN = expiación "en rescate por muchos". 
véase Marcos 10:45 para ver estas cuatro expresiones en la autodescripción de Jesucristo. En verdad, es el evangelio de Marcos que nos pinta el cuadro de Jesús como servidor, y sacrificio.

                                          iii.                        HOMBRE        La humanidad, o encarnación de Jesús. Dan. 7:13; Lucas 7:34; 11: 30; 12: 8, 10, 40; 19:10.   Según Hebreos 4:15, Jesús puede "compadecerse de nuestras debilidades" porque fue "tentado en todo según nuestra semejanza".  Es el evange­lio de Lucas que pone más énfasis en la humanidad de nuestro Salvador.

                                         iv.                 ÁGUILA          El águila volando nos da el cuadro del as­pecto celestial o divino de Jesucris­to.  Véase Ex. 19:4; Ap. 12:14 que demues­tra a la mujer recibiendo la natu­raleza divina, pudiendo escaparse vo­lando en la comunión con Dios.  Israel da paso al Nuevo Israel, la Jerusalén celestial. La divinidad de Jesús descrito así se ve particularmente en el evangelio de Juan.

SEIS ALAS:  v.8 Véase Ex. 25: 20; Is. 6: 2; Ezequiel 1:2.  En Ezequiel 1, sólo se mencionan cuatro alas. La misma palabra hebrea se encuentra en Ezequiel y en Isaías 6:2 "kanaf", lo que significa "cubierto" o "protección". Así, pues, las alas, aunque no tengan el mismo número, tienen la misma función y simbolizan la misma modestia en la presencia de Dios.  (En vez de hablar de si mis­mo, se esconden para hablar de Dios).
"llenos de ojos" Véase también Ap. 4:6; Ez. 1:18; 10:12; ((su cuerpo, sus manos, su espalda, etc todos llenos de ojos!)  Esto podría simbolizar su omnipresen­cia, y especialmente su omnisciencia, haciéndole capaz de juzgar.  Ezequiel 1 y 10 describen además las ruedas que van en todos los sentidos, lo que nos da un cuadro del juicio que avanza.
No dejan de decir "Santo, Santo, Santo" (4:8) lo que les identifica a los serafines en Isaías 6:2.  Así vemos que su oficio es demostrar la santidad del Señor.  ()y no es también la razón de sus alas?)  Esto es su atributo principal.

 Así, este capítulo, igual como muchos otros pasajes que encontramos raros a veces por su lenguaje simbólico y sus descripciones que nos parecen extravagantes, sirven para darnos un imagen de Jesucristo. Por esto nos es muy útil estudiarlos atentamente.  Vemos en este capítulo a Jesucristo en su Divinidad, su Humanidad, su Realeza, y en su Sac­rifi­cio y Servicio.  Lo vemos en su santidad, su omnipresencia y om­nisciencia, y en su juicio. La palabra de Dios no está interesado en decirnos si tenía pelo rubio o negro, rizado o recto, si era alto o bajo, etc.  Su hermosura física no importa.  Lo que importa es QUIÉN es.

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