Tuesday, August 19, 2014

Las Siete Trompetas Apocalipsis 8-9


EL SÉPTIMO SELLO
(O LAS SIETE TROMPETAS)
Apocalipsis 8 - 9

Trataremos estos dos capítulos primero observando lo que se pre­senta allí, y luego haciendo unas interpretaciones generales, y apli­caciones a nuestras vidas de hoy.

I.            OBSERVACIONES:

1.      LA SOLEMNE PREPARACIÓN vv.1-5
                                                   i.      v.1  en el Cielo un silencio de @ media hora. véase Zacarías 2:13 "Calle toda carne delante de Jeho­vá; porque Él se ha levantado de su santa morada.
                                                 ii.      v.2  Siete Trompetas dadas a siete ángeles que están de pie delante del trono de Dios.  (Todo lo que suce­derá a continuación está bajo el control de Dios.)
                                                iii.      v.3  Un incensario de oro aguantado por otro án­gel: se le dan incienso y él les ofrece con las ora­ciones de todos los santos (5:8) Les ofrece sobre el altar y delante del trono.
                                               iv.      v.4  Se ve que las oraciones de los santos son acep­tados por Dios.
                                                 v.      v.5  El incensario es llenado del fuego del altar, y echado a la tierra, causando truenos, voces, relámpagos, y un terremoto.  )Puede ser que los desastres que siguen sean el resultado de las oraciones del pueblo de Dios?  Nuestras oraciones para el bien de la gente se vuelven en su maldi­ción si no se arrepienten.

2.      SUENAN LAS TROMPETAS 8:6 - 9:21
                                                   i.      v.7  Primera Trompeta: granizo, y fuego mezclado con sangre, lanzado sobre la tierra. 1/3 de la tierra quemada, 1/3 de los árboles quemados, y toda hierba verde quemada después. (Notemos que la destrucción está limitada todavía a la tercera parte.  Todavía no es el fin. (La misericordia de Dios! 2 Pedro 3:9
                                                 ii.      v.8-9  Segunda Trompeta: la montaña de fuego echado en el mar: 1/3 de la vida marítima perece: agua en sangre, seres vivientes, y naves.
                                                iii.      v.10-11  Tercera Trompeta: la estrella "Ajenjo" echado en los ríos y las fuentes de agua (la ter­cera parte) y estos son envenenados, causando muchos muertos.
                                               iv.      v.12  Cuarta Trompeta: la tercera parte del sol, la luna, y las estrellas herida.  Día y noche pierden la tercera parte de su luz.

                                                 v.      v.13 Introducción de Las tres "ayes" v.13, 9:1-21; 10:1 - 11:19 que son las tres últimas trompetas.  (Se tratará del ter­cer "ay", o de la séptima trom­peta, en una sección aparte sobre los capítulos 10 y 11.)
                                   vi.      9:1-12 Quinta Trompeta: Una estrella cae del cielo sobre la tierra, y abre el pozo del abismo.  Los seres que salen del abismo para atormentar a los hombres tienen por rey a Abadón, o Apolión, lo que significa "Destructor". v.11   Estudiantes Bíblicas de los siglos pasados han sugerido la posibilidad de que se tratara del obispo de Roma que cae en un mundo secular y de­sencadena  muchas doctrinas monstruosas en el mundo.  Los que tienen el sello de Dios en la frente (el sello del Espíritu Santo) no serían tocados por esas doctrinas.(9:4)  Hoy, no es de moda tomar esta interpretación, pero tampoco se ha sugerido otra idea plausible.
                                              vii.      9:13-21 Sexta Trompeta: El trompeta del gran Río Eúfrates.  Un ejército de dos millones subidos en caballos con cabezas de leones de cuya boca salen fuego, humo, y azufre.  Como resultado mueren la tercera parte de los hombres de la tierra.  Con todo esto no se arrepienten los hombres, y siguen en sus pecados y su desprecio de Dios.
                                            viii.      10:1 - 11:19  Séptima Trompeta: El misterio de Dios se consuma 10:7; El reino entregado eterna­mente al Señor 11:15-17; La ira de Dios; Los muer­tos juzgados 11:18; Los siervos, los profetas, los santos, reciban su recompensa 11:18; El templo de Dios en el cielo está abierto 11:19 (véase también 14:6-20).

  II.       UNAS INTERPRETACIONES GENERALES
No hay ningún indicio que estas trompetas estén en orden cronológicos, aparte del hecho que la última introduce el fin del tiempo.  Se podría considerar que se encuentran en orden de importancia, y algunos pueden ser simultáneos.
Los seres monstruosos descritos no parecen ser una descripción literal de seres que hayan aparecido, ni que aparecerán.  Hay que acordarse que son una descrip­ción literal de lo que Juan vio en su visión, pero que significan algo, como las estrellas y los candeleros de oro significaban otra cosa en el capítulo 1.
El río Eúfrates puede ser simbólico o literal.  Es inte­resante notar que la descripción de la sexta trompeta nos da algo parecido a una guerra con armas químicas, y Iraq, donde se encuentra el Eúfrates, el país el mejor armado de todos los países árabes, se jacta de tener un arsenal químico, y amenaza quemar la mitad de Israel.
El hecho que los hombres no se arrepientan tras la sexta trompeta demuestra que el arrepentimiento no es el resultado de las circunstancias idóneas: sólo el Espíritu de Dios obrando en los corazones puede produ­cir el arrepentimiento.
Es también interesante notar las alusiones al fin en la última trompeta.  Esto significa que Jesús entra en su reino eterno, y no milenario; que viene el juicio de los incrédulos al mismo tiempo que el galardón de los justos.  No ocurren en distintas etapas como muchos quisieran creer.
Los  "ayes":
                                                   i.      el primero podría ser lo que Bonifacio, el primer papa, desencadenó sobre el mundo cuando presentó doctrinas que eran hermosas de ver, pero que te­nían colas de escorpiones, y que mordían a todos aparte de los elegidos.


                                                 ii.      el segundo podría ser los ejércitos de Islam que invadieron a Europa en la edad media.  Sabemos que la Europa Católica era culpable, y que nunca se arrepintió de:  idolatría, homicidio, encantamien­tos, fornicación, y robos (enriqueciéndose a cuen­tas de las naciones, mientras predicaba el "amor" con tanto cinismo).

          III.         APLICACIONES PARA NOSOTROS
  
Donde se predica el evangelio a un pueblo, y aquellos no lo reciben, hay generalmente unos juicios terribles que siguen.
Antes de enviar castigos, Dios avisa a los hombres por los medios siguientes:
                                                   i.       la Palabra escrita
                                                 ii.       predicadores
                                                iii.       sus propios conciencias
                                               iv.       los signos de los tiempos

Por lo tanto, si los hombres son sorprendidos por el juicio, es por su propia culpa.
La ira de Dios contra un pueblo es una cosa espantosa. Aun sus comodidades y lujos se vuelven contra ellos.  La vida misma llega a ser amarga.
Dios no vierta toda su ira en este época.  Pone límites aun a sus más terribles castigos.

Aun cuando los hombres ven los resultados espantosos de sus pecados, no se arrepientan (Ap.9:20-21). Como en el caso del SIDA hoy en día. "Engañoso es el corazón  más que todas las cosas, y perverso; )quién lo conocerá?" (Jeremías 17:9)  (No hay nada nuevo! El hombre de hoy es igual al faraón de Egipto tras las diez plagas.  Aquellos que se rebelan contra la Palabra de Dios no se arrepentirán cuando venga el castigo de Dios.

No comments:

Post a Comment