APOCALIPSIS 1: 10-20
En este pasaje es interesante ver la
experiencia de Juan. Podríamos
participar un poco de lo que él experimentó.
Estos versículos nos enseñan algo del énfasis que debemos tener en
nuestra contemplación del Salvador, y de la naturaleza del Salvador comparada
a la nuestra, como también de nuestra adoración de Su persona.
I.
NUESTRO ÉNFASIS
"Yo soy el que vivo, y estuve
muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén." v.18
- Indignación de Miguel Ángelo delante del énfasis en la muerte humillante de Cristo en lugar de su resurrección triunfante.
- Hemos de mirar más allá de la cruz, hacia Su gloria.
- (Qué imagen tenemos de Él en Patmos! Voz de trompeta, presencia imponente,.... Mt.28:18 "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra."
- Ahora Él es nuestro Señor, Jefe, Intercesor, y Rey que viene pronto.
- Pongamos énfasis, pues, en las palabras del Ap. 1:18.
II. II. LA NATURALEZA DE NUESTRO SALVADOR
COMPARADA A LA NUESTRA
"Cuando le vi, caí como muerto a Sus pies." v.17
- Todo depende de con quién te comparas.
- Un perro blanco, bien lavado: gris y sucio en la nieve.
- "Santos", y "puros" comparado al mundo, son sucios, comparado a Cristo.
- Si somos santos en verdad, cuando vemos a Cristo en Su Palabra anhelamos ser más como Él; estamos impresionados por verle. Los mayores santos son los que se ven como los más grandes pecadores.
III. III. NUESTRA ADORACIÓN CUANDO VEMOS AL
SALVADOR
"Cuando le vi, caí como muerto a Sus
pies." v.17
- Verle, con ojos de la fe. Reacción: adorarle.
- Watts, Lamb, y otros grandes escritores consideraron que no se podía comparar al Señor a nadie ni a nada.
- Llegamos a ser muy insignificantes en Su presencia. Nuestra reacción, como Tomás: "(Mi Señor, y mi Dios!"
¡VENID, ADOREMOS!
No comments:
Post a Comment