Thursday, August 7, 2014

DEJANDO EL PRIMER AMOR Apocalipsis 2:4


DEJANDO EL PRIMER AMOR
Apocalipsis 2:4

Muynak era un puerto bastante importante del mar Aral.  Pero hoy en día, según James Rupert del Washington Post, Myunak está al borde de un gran desierto salado y amargo.  Por las dunas de arena se ven viejos armazones oxidados de lo que antaño era una flota de pesca que navegaba por lo que era la fuente de vida de Asia Central.
Las cosas empezaron a cambiar hace unos treinta y pico años cuando los planificadores estalinistas empezaron a desviar la fuente de agua del Aral para irrigar la cintura más grande del mundo de algodón.  Nadie pudo prever el desastre ambien­tal que resultaría.  el tiempo ha llegado como resultado a hacerse mucho más extremo, la temporada de crecer se ha reducido por dos meses, y 80% de la tierra arable de la región ha sido arruinado por las tormentas de sal que vienen del lecho del mar seco.
Lo que sucedió en Muynak es parecido a la historia de la Iglesia de Éfeso.  Originalmente una comunidad espiritual próspera, los creyentes de Éfeso desviaron su atención de Cristo hacia obras hechas en su nombre.  Habían perdido de vista lo que era más importante en su relación con Cristo - su amor hacia él.

En el libro de Apocalipsis, había muchas cosas que eran de actualidad para la gente que lo tenía que recibir primero.  Podían leer adentro una descripción de sus propias condiciones.  Aunque vivimos en un tiempo distinto, podemos también vernos en este libro.  Nadie puede examinar cuidadosamente las cartas a los siete "ángeles" de las siete iglesias sin sentir escalofríos.  Pues, nos describen perfecta­mente.

En la primera de estas cartas, la que se escribe al ángel de la iglesia de Éfeso, (y también a nosotros), vemos cómo Cristo se describe a sí mismo, cómo nos describe a nosotros, cómo nos exhorta, nos advierte, y nos promete bendición.

Se describe así: El que está con las iglesias[1] y sus mensajeros[2] 2:1.

Nos describe a nosotros así (o al menos hay algunos elementos de nosotros que estén en esta descripción):  "Yo conozco tus obras" 2:2  En una manera positiva, describe el trabajo de los creyentes, su perseverancia, (si has llegado hasta aquí, a través de algo has perseverado, ¿no?), su separación  (¿santa intolerancia? 2:2,3,6).  Pero también describe a los creyentes en una manera negativa:  "Has dejado tu primer amor".


Por esta razón Cristo exhorta a los creyentes a arrepentirse, y a volver atrás (2:5).  Promete castigar sino, quitando el candelero de su lugar (y sabemos que el candelero es la iglesia local).  ¿No sería trágico ver esta iglesia local desaparecer, o permanecer pero sin ninguna luz?  La única solución es arrepentirse.  Sino, será el fin.  Eso se aplica a nosotros también.  Por otro lado, promete a quien venciere que comerá del árbol de la vida en medio del paraíso de Dios.

En estos momentos, examinaremos sólo una frase de este texto.  La volveré a leer, pero por favor seguid mi lectura en vuestras Biblias por si acaso lo leo mal.  Así me podréis corregir.  Se trata del versículo 4:

"Pero esto tengo contra ti, que has perdido tu primer amor".  ¿Lo he leído bien?  ¡No!  Pues vuelvo a leer:  "Pero esto tengo contra ti, que has caído de tu primer amor".  ¿¡Tampoco esta bien!?  Pues, dadme una oportunidad más:  Pero esto tengo contra ti, que has dejado tu primer amor".

Pero eso nos hace sentir algo incómodos.  Porque pone el énfasis en nosotros.

Cada cristiano debe evitar de dejar su primer amor, entendiendo qué implica según Ap. 2:4.

I.            Entendiendo de dónde viene el problema "tengo contra ti"
1.                  Es decisión nuestra "dejado"
2.                  no es pasivo
3.                  Como en Génesis no se habla de la "caída del hombre" sino de la decisión del hombre; y como en Judas no se habla de que los espíritus encadenados no "cayeron" de su primer estado, sino que lo dejaron, en la misma manera no se "cae" de su primer amor; ni se pierde el primer amor, sino que se deja el primer amor.
4.                  Uno de los primeros pasos hacia la victoria sobre un problema o un pecado en tu vida es tomar tu propia responsabilidad.  Reconocer que la fuente de tu pecado está ya en tu corazón.  El segundo es depender del Señor para ayudarte a cambiar.
5.                  Es importante que reconozcamos que cuando se enfría nuestro amor hacia el Señor, no es simplemente una circunstancia que nos ha venido encima, sino una decisión o una serie de decisiones que hemos tomado.
6.                  ¿Cuáles decisiones has tomado hoy que podrían reaviar o enfriar tu amor hacia el Señor?
 II.                        Entendiendo qué es el amor
"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón..." (Dt. 6:4-5)
1.    ¿Qué hace el amor?  "Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su hijo unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Juan 3:16).  El amor actúa.  El amor da.  El amor da lo que es más precioso.


2.    Cuando decimos que amamos a Dios, esto debería influir la manera en que participamos en la ofrenda.  La ofrenda no es dar a la Iglesia; es dar a Dios.  La Iglesia es su Iglesia, de él, y es la manera de dar a él.  No damos en la ofrenda para recibir servicios cualquiera; damos en la ofrenda para dar a Dios.  Por esto es considerado como parte de nuestra adoración.
3.    Si todos en la Iglesia ofrendaran con sólo 10% de su ingreso económico, entonces no habría ninguna dificultad de sostener a su obrero, además de pagar el local, y pronto habría para comprar otro local más grande, o un piso que podría servir como escuela dominical y despacho de iglesia.  Además se podría con facilidad pagar un teléfono contestado y varias otras cosas que ayudarían a difundir el evangelio. 
4.    Así Dios sería glorificado, los almas por los cuales Cristo murió tendría más posibilidad de ser alcanzado con el evangelio, y la esposa del Señor, es decir la iglesia, sería también bendecida. 
5.    Eso sí que es dar al Señor.
6.    También implica dar nuestro tiempo.  Servirle a él.  Cuando servimos a su pueblo, le estamos sirviendo a él.  Cuando evangelizamos, le estamos sirviendo a él.
7.    Implica darse a sí mismo: no importa la pérdida de nuestra reputación; no importan nuestros intereses, tanto como los intereses del Señor.
8.    Implica renunciar a hacer lo que nos gustaría hacer cuando nos sentimos fuerte­mente tentados, porque amamos al Señor.
9.    Se trata de una decisión.  ¿Has dejado de amar al Señor?  Sino, ¿cómo demuestras el contrario con tus acciones?

            III.                         Entendiendo qué significa el "primer" amor
1.    Algunos piensan que es el amor del cristiano inmaduro: "Qué hermoso ver el primer amor de estos nuevos creyentes" dicen algunos, con cierta condescendencia.
2.    Es más bien el amor que debemos a Dios, que tenemos desde el momento de nuestra conversión.  Si se deja, hay que arrepentirse como de cualquier otro pecado y volver a ello.
3.    Algunos consideran que se trata de a quién habíamos amado primeramente al conocer al Señor: el Señor mismo.  Con esta explicación, significaría que han dejado al Señor mismo.  De todos modos al dejar tu primer amor, estás dejando al Señor.  No estás dejando unos débiles sentimientos, sino al Señor mismo.

¿Como es tu amor para el Señor?  ¿Se ha disminuido desde que lo conociste al principio?  ¿O está aumentando?  Deberías estar creciendo, conforme a lo que dice Pablo en 1 Ts. 4:10 "pero os rogamos, hermanos, que abundéis en ello más y más".



     [1]"candeleros", significa "iglesias" Ap.1:20
     [2]"estrellas" significa "ángeles"  Ap.1:20.  La palabra "án­geles", o ANGELOS en griego, significa literalmente "mensajero".

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