Saturday, March 1, 2014

MATEO 27:11-31 PILATO


MATEO 27:11-31

PILATO


            Supongo que las dos figuras más despreciadas en la historia bíblica son Judas y Pilato.  A Judas le se desprecia por haber sido un discípulo de Jesús antes de traicionarlo.  En cuanto a Pilato, solemos despreciarlo porque se dejó llevar por las autoridades religiosas del judaísmo en vez de insistir en un juicio justo.  Tenía toda la autoridad del imperio romano detrás de él, pero se dejó doblegar por las autoridades locales, y despreció la justicia y los derechos del acusado.

            Pero no sólo Pilato fue llamado a hacer un juicio sobre Jesús.  De ciertos modos, cada ser humano está llamado a eso.  Tú también tienes que juzgar si Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, o si mereció morir en la cruz.

I.   Como Pilato, estás llamado a oír las pruebas (vv.12-14).
1.                 Tienes muchas pruebas ante ti, que tienes la responsabilidad de considerar con honradez.
a.                  la creación (Romanos 1:20).
b.                 la revelación bíblica (2 Timoteo 3:15-17)
c.                  tu propia consciencia
d.                 los argumentos lógicos que han sido presentados durante todos los siglos que demuestran que Jesús sólo pudo ser el Hijo de Dios.
2.                 Es tu responsabilidad ante Dios considerar todas estas pruebas seriamente.
3.                 Eres quien debe escoger, no la suerte de Jesús, sino la suya.  Porque en este caso es el juez que está en cuestión, no el “acusado”.  El que fue acusado ante Pilato será el juez de Pilato, y también será el tuyo.
II.   Cómo Pilato, puedes querer evitar de oponerte a Jesús sin comprometerte con él (vv.15-21).
1.                 Pilato decidió servirse de una treta, para hacer que la gente misma decidiera liberar a Jesús: pero no funcionó.
2.                 Es posible que tú intentas que otros decidan para ti lo que has de hacer con Jesús, pero tampoco funcionará.  Tendrás que decidir.
III. Como Pilato, puedes hacer oído sordo a las advertencias que te hacen (v.19).
1.                 La mujer de Pilato le avisó en cuanto a Jesús, pero no la hizo caso.
2.                 Muchas personas, ante el juicio final, tendrán que reconocer que alguien les había advertido.
3.                 Muy a menudo son las voces que menos queremos escuchar que son las más importantes.
4.                 Si oyes una advertencia, es mejor detenerte y considerar la posibilidad de que sea una oportunidad que Dios te da de decidir correctamente.
5.                 Has oído muchas advertencias en tu vida sobre Jesús: algunas advertencias eran simplemente supersticiosas; otras eran insinceras; pero todas eran advertencias: has tenido que pensar, y decidir.  Otros te han advertido desde el perspectivo de conocer a Jesús.
IV.  Como Pilato, puedes seguir a la mayoría en contra de Jesús (vv.22-24).
1.                 Seguramente Pilato se sentía justificado en dejar que la mayoría aparente tuviera lo que quisiera.
2.                 Hoy en día se suele creer que la opinión de la mayoría es lo más acertado.
a.                  Si la mayoría cree que una acción es correcta, entonces no puedes decir que es pecado.
b.                 Si la mayoría adopta una cierta teoría científica, no la puedes contradecir, aun si va en contra de lo que dice la Biblia.
c.                  Si la mayoría cree que un niño antes de nacer no es más que un objeto, de que puedes disponer, que puedes matar, entonces tampoco puedes andar en contra.
3.                 Seguir la mayoría puede ser peligroso.  Los alemanes siguieron lo que pensaban era la mayoría en su nación, bajo los nazis.  En Ruanda muchos hutus se juntaron a lo que consideraban era la mayoría de su pueblo para participar en el masacre de miles de tutsis.
4.                 Jesús advirtió en Mateo 7, que el camino y la puerta que lleva a la destrucción es ancha, y que la mayoría pasan por allí.
5.                 Cuando tienes la tentación de seguir lo que hacen otros, piensa en si lo haces porque es la opinión de la mayoría, o porque es la cosa correcta que hacer.
6.                 No esperes que la mayoría deciden hoy en día a seguir a Jesús: tú, síguele aun si nadie más lo quiera hacer.  No hagas el mismo error que Pilato.

V. Cómo Pilato, tendrás que llevar tú solo la responsabilidad por tu decisión en cuanto a Jesús (vv.25-31; Romanos 14:12).
1.                 Fue Pilato quien dictó su muerte, intentando echar la responsabilidad sobre el pueblo.
2.                 El hecho de “lavarse las manos” no le quitó la responsabilidad: él era el que tenía que juzgar.
3.                 Le condenó a una muerte cruel y doloroso, haciéndolo azotar y después crucificar.
4.                 Tú tampoco puedes pretender la neutralidad.  Si no tomas a Jesús como Señor, tienes que estar de acuerdo con su condena como mentiroso, rebelde, engañador.  No hay otro camino entre las dos posturas.
5.                 Si No decides aceptar a Jesús como Salvador y Señor, entonces eres enemigo suyo, y ante el juicio final, responderás por su muerte en la cruz.


Así, pues, como miembro de la raza humana por la cual Jesús murió, te encuentras ante una decisión. ¿Qué harás tú con Jesús?  Él no te obligará a escoger de una manera u otra.  Pero tendrás que elegir. Y tu elección afectará no solamente tu vida ahora, y las vidas de los de tu entorno, sino también tu eternidad.  Elija bien.

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