Friday, March 28, 2014

LUCHANDO CON DIOS: PENIEL - GÉNESIS 32



GÉNESIS 32


            No hay nadie que tenga un pasado del cual está totalmente orgulloso, o satisfecho, si piensa en ello con honestidad.
            Jacob caminaba muy confiado, habiendo vencido a su tío Labán, en lo trucos, pero ahora vuelve a casa, y piensa en su hermano Esaú.  El sudor empieza a mostrarse en el frente  v.7  Su pasado está reapareciendo, en forma de su hermano. No se sentía particularmente orgulloso de su comportamiento con él, hacía unos quince años atrás.
            Sin embargo, Jacob acababa de tener un encuentro con los ángeles, que le aseguraban de la verdad que hay en Salmo 98:11, que es también una verdad para nosotros.
            ¡Pero ahora tiene miedo!
            En nuestras vidas, podemos llegar a veces al punto en que nuestro pasado viene a la superficie, y no nos gusta nada. Ya no sabemos cómo seguir caminando.
            En tales circunstancias, hay ciertas cosas que son importantes para nosotros:
La necesidad de reconocer que estamos en dificultad
La necesidad de ver la inutilidad de nuestros esfuerzos
La necesidad de un encuentro con Dios.

I.              La Necesidad de Reconocer la dificultad
1.                 No podemos esconder nuestra cabeza en la arena para no ver el peligro
2.                 Reconocer la dificultad es una experiencia amarga, pero excelente para la salud
a.                  Sus trampas de antaño
b.                 Su negligencia de Dios
c.                  El poder de Esaú
d.                 Las consecuencias de sus pecados pasados
3.                 Es el momento más indicado para volverse a Dios
4.                 Aquel viejo problema que vuelve a la superficie de tu vida hoy puede tratarse con un encuentro con el Señor
5.                 O puedes hacer frente a ello a solas, sin hacer frente primero a Dios

II.           La necesidad de ver la inutilidad de nuestros esfuerzos
1.                 Hay que hacer todo lo que se puede para proteger a los nuestros
2.                 Hay que hacerlo todo para reconciliar a las personas
3.                 Hay que hacer todo lo que puedes para complacer a Dios
4.                 Pero, ¡ninguna de estas cosas basta!
5.                 Esaú fue ganado, no por los arreglos de Jacob, sino por la manos de Dios en su corazón.

III.        La necesidad de un encuentro con Dios
1.                 Las cualidades de su oración
a.                  Basada en su relación personal, y en la promesa
b.                 Su fuerza era de reclamar las promesas de Dios
c.                  Su manera de “aguantar” al ángel era: “Tú lo has dicho”.
d.                 La importancia de conocer las promesas de Dios: Is 55:7; Sal 50:15,16; Jn 3:18; Ro. 10:13
2.                 Las cualidades de su lucha (perseverante) Os. 12:4  A veces Dios mismo prueba nuestra fe, como lo hizo Jesús con la mujer Canaanita
3.                 Cualidades de la confesión: “Soy Jacob” (el tramposo) “Soy indigno”
4.                 Lo que Dios le hizo
a.                  un nuevo nombre  Ap. 2:17
b.                 una nueva criatura 2 Co. 5:17
c.                  una nueva posición con Esaú
5.                 Aquel que vence con Dios, vence con los hombres.  ¡Hay que perder para vencer! Gá. 2:20


Que sea, pues, para conseguir la aprobación de Dios, el perdón de Dios, o simplemente la fuerza de Dios en tu vida, necesitas reconocer primero tu problema. Necesitas llegar a ver lo inútil de tus esfuerzos, y, más que nada, necesitas un encuentro con Dios. ¿Has tenido un encuentro con Dios hoy?

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