Monday, April 14, 2014

Génesis 42-43 José y su Familia: LAS CONDICIONES EN LA FAMILIA DE DIOS


Génesis 42-43
José y su Familia
LAS CONDICIONES
EN LA FAMILIA DE DIOS

Lectura:
42:1-26
43:1-15
43:26-34

Aprendemos que:

I.              A veces las desgracias nos hacen reflexionar sobre nuestra vida pasada 42:21
1.                 Para los hermanos de José, se encontraban en una situación en que no veían salida
2.                 Ya no estaban en control de su destino
3.                 Cuando no sabemos qué hacer, empezamos a reflexionar seriamente sobre lo más importante.

II.           Dios no quiere nuestras obras para ser aceptados por él  42:25
1.                 José no podía aceptar que sus hermanos pagaran por lo que les daba.
2.                 Tenía planes más grandes para ellos.
3.                 ¡Dios quiere que seamos familia: no quiere que paguemos para formar parte!
4.                 Éf. 2:8-10

III.        El miedo es a menudo un elemento necesario para que conozcamos a Dios 42:28
1.                 El susto hizo que no olvidaran su problema
2.                 Nosotros necesitamos aprender á tener miedo a Dios antes de apreciarlo como Padre amante
3.                 El principio de la sabiduría es el temor de Dios.

IV.        Muchas veces, es en momentos de desesperanza que llegamos a acercarnos a Dios 43:14
1.                 Mientras podía, Jacob siguió resistiendo ir a Egipto donde vería a José
2.                 Mientras podemos, solemos resistir acercarnos a Dios
3.                 Igual como Jacob, no nos damos cuenta que resistimos contra nuestro bien
4.                 ¡Dios tiene que ponernos en apuros antes de que podamos ser lo suficiente desesperados para acudir a él!
5.                 ¿Quizá es lo que te sucedió a ti?

V.           La familia de Dios es a menudo una abominación a los ojos del mundo. 43:32
1.                 ¡Ni siquiera José, gobernador de todo Egipto, podía comer con los egipcios!
2.                 Nunca se nos ha dicho que ser de la familia de Dios en el mundo sería cosa fácil.
3.                 “El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor” (Mt. 10:24) Como Jesús fue rechazado, sería normal que lo fuéramos nosotros también.


¡Creo que con todas las dificultades, vale más que la pena formar parte de la familia de Dios!

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