I Timoteo 4:1-16
Los Últimos Días, o Los "Postreros Tiempos"
¿Cuándo son los postreros tiempos?
¿Unos meses antes del retorno del Señor?
¿Una época después del retorno del Señor?
La última « dispensación » para el
hombre?
¡Pablo está hablando aquí del combate espiritual
en el cual estamos comprometidos desde los días apostólicos hasta el día en que
vuelva Jesús! En este sentido, estamos bien metidos ya en los postreros tiempos.
“Que por
esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios
viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente d los que creen.”
(v.10)
I. El
enemigo nos ataca continuamente :
1.
El desánimo
por causa de aquellos que abandonan la fe (Tenemos eso hoy en día : ¿Cómo
se siente usted cuando ve a personas que abandonan la fe?)
2.
La hipocresía
de falsos maestros legalistas (Lo tenemos hoy en día : aquellos que hacen
que la vida cristiana sea más bien como una tarea desagradable)
3.
Fábulas
profanas (Hay gente que siempre está buscando “nuevas verdades” raras)
4.
Estamos rodeados
de toda clase de ataques del enemigo. No podemos esperar la paz en
este sentido. Porque el Señor nos ha dejado en medio de una guerra. Y debemos
estar preparados por eso. Si el Señor tuvo que hacer frente a todas esas cosas
cuando estuvo con los discípulos en la tierra, ¿por qué esperaríamos algo mejor
o más fácil?
II. Se puede
resistir a los ataques
1.
Entendiendo
que todo lo que Dios creó es bueno. ¿Saben que cuando se inventó la
radio, algunos cristianos decían que aquello era del diablo? Fue porque el diablo
es llamado el príncipe del poder del aire! Otros dijeron lo mismo sobre la
televisión. Y el Internet. La realidad es que una cosa no es más que eso: una
cosa. Una herramienta, sea para el bien, sea para el mal. Nos toca a nosotros
elegir qué haremos con una cosa. En sí mismo, es algo bueno. Si escogemos hacer
el mal con ello, no hace que la cosa sea mal, sino que nosotros somos malos.
2.
Exponer estas
cosas
3.
Ejercerse a
la piedad es provechoso. Yo
pensé mucho antes de juntarme a la CAA (Asociación de Automóvil Canadiense). A
pesar del hecho que de vez en cuando tuve que buscar ayuda cuando viajaba en
carro. Una vez que había pagado para ser
miembro de la CAA, me di cuenta que dentro de un año, ya había ahorrado el
equivalente de muchos años de membresía en la CAA. La CAA, era provechosa. Y
sin embargo, muchos canadienses son reticentes en cuanto a invertir dinero para
ser socios. En la misma manera, el ejercicio de nuestro lado espiritual es
provechoso, ¡pero dudamos mucho antes de invertir en ello! Es sólo después, que
estamos contentos de haberlo hecho. Lo
mismo, para mí, fue el hecho de juntarme a una asociación de caminata. La
verdad es que no tenía ganas de caminar 5-6 km. en el bosque en invierno (en la
nieve), pero después de hacerlo, ¡estuve muy contento de haberlo hecho! ¡Pues,
esforcémonos un poco en el aspecto espiritual de nuestras vidas!
4.
Trabajar y
luchar – ¡La vida cristiana no es intencionada para un descanso!
5.
L’enseignement
– Sans l’enseignement de la Parole, l’ennemi peut
faire tout ce qu’il veut.
6.
Un modelo – Uno de
los mayores regalos que podemos hacer a alguien, es darle un buen ejemplo.
7.
Sin descuidar
el don que está en nosotros. ¡Apliquémonos a hacer lo que podamos en el servicio
de Dios y de la iglesia! ¡Es una guerra!
8.
Tener cuidado
tanto de nosotros mismos como de nuestra enseñanza – Los médicos
consideren que más vale cuidarse cuando se está bien de salud – ¡no esperar
hasta que esté enfermo! Por eso pasamos revisiones
médicas
9.
Hagamos cada
uno nuestra parte en esta guerra. Dios cuenta con nosotros. ¡Luchemos en la
oración!
III. Sabemos
el fin y la meta de la lucha
1.
Ponemos
nuestra esperanza en el Dios vivo
2.
Ponemos
nuestra esperanza en el Salvador de todos los hombres. Significa que murió para
todos, y que su muerte es suficiente par todos.
3.
Ponemos
nuestra esperanza principalmente en el salvador de los creyentes. Significa que
él murió específicamente para salvar a aquellos que creerían.
4.
Que no
oigamos a los cristianos lamentándose : « ¡Los tiempos son muy difíciles!
¿Qué se puede hacer? ¡Estamos en los postreros días! » Porque ya somos más
que vencedores por aquel que nos amó.
Tal como Pablo lo subrayó para Timoteo, estamos
metidos en una guerra. Si eres un hijo de Dios, está usted metido en una guerra.
¿Qué será su parte en esta contienda? ¿Desertor? ¿Ausente sin permiso? ¿O un
combatiente victorioso? En realidad le
toca a usted elegir. ¿Estamos allí
cuando Dios cuenta con nosotros? Cuando
hay una actividad de evangelismo, ¿estamos todos allí? Cuando toco reunirnos
para interceder en oración, ¿estamos allí todos? Cuando alguien necesita ser
animado, ¿está usted allí? Dios cuenta
con usted, y los demás creyentes cuentan con usted. Jesús luchó hasta el fin, hasta la cruz. ¿Lo
hará usted?
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