Monday, November 25, 2013

I Timoteo 4:1-16 Los Últimos Días, o Los "Postreros Tiempos"



I Timoteo 4:1-16
Los Últimos Días, o Los "Postreros Tiempos"


¿Cuándo son los postreros tiempos?
¿Unos meses antes del retorno del Señor?
¿Una época después del retorno del Señor?
La última « dispensación » para el hombre?

¡Pablo está hablando aquí del combate espiritual en el cual estamos comprometidos desde los días apostólicos hasta el día en que vuelva Jesús! En este sentido, estamos bien metidos ya en los postreros tiempos.

Que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente d los que creen.” (v.10)

I.    El enemigo nos ataca continuamente :
1.                 El desánimo por causa de aquellos que abandonan la fe (Tenemos eso hoy en día : ¿Cómo se siente usted cuando ve a personas que abandonan la fe?)
2.                 La hipocresía de falsos maestros legalistas (Lo tenemos hoy en día : aquellos que hacen que la vida cristiana sea más bien como una tarea desagradable)
3.                 Fábulas profanas (Hay gente que siempre está buscando “nuevas verdades” raras)
4.                 Estamos rodeados de toda clase de ataques del enemigo. No podemos esperar la paz en este sentido. Porque el Señor nos ha dejado en medio de una guerra. Y debemos estar preparados por eso. Si el Señor tuvo que hacer frente a todas esas cosas cuando estuvo con los discípulos en la tierra, ¿por qué esperaríamos algo mejor o más fácil?
II.  Se puede resistir a los ataques
1.                 Entendiendo que todo lo que Dios creó es bueno. ¿Saben que cuando se inventó la radio, algunos cristianos decían que aquello era del diablo? Fue porque el diablo es llamado el príncipe del poder del aire! Otros dijeron lo mismo sobre la televisión. Y el Internet. La realidad es que una cosa no es más que eso: una cosa. Una herramienta, sea para el bien, sea para el mal. Nos toca a nosotros elegir qué haremos con una cosa. En sí mismo, es algo bueno. Si escogemos hacer el mal con ello, no hace que la cosa sea mal, sino que nosotros somos malos.
2.                 Exponer estas cosas
3.                 Ejercerse a la piedad es provechoso.  Yo pensé mucho antes de juntarme a la CAA (Asociación de Automóvil Canadiense). A pesar del hecho que de vez en cuando tuve que buscar ayuda cuando viajaba en carro.  Una vez que había pagado para ser miembro de la CAA, me di cuenta que dentro de un año, ya había ahorrado el equivalente de muchos años de membresía en la CAA. La CAA, era provechosa. Y sin embargo, muchos canadienses son reticentes en cuanto a invertir dinero para ser socios. En la misma manera, el ejercicio de nuestro lado espiritual es provechoso, ¡pero dudamos mucho antes de invertir en ello! Es sólo después, que estamos contentos de haberlo hecho.  Lo mismo, para mí, fue el hecho de juntarme a una asociación de caminata. La verdad es que no tenía ganas de caminar 5-6 km. en el bosque en invierno (en la nieve), pero después de hacerlo, ¡estuve muy contento de haberlo hecho! ¡Pues, esforcémonos un poco en el aspecto espiritual de nuestras vidas!
4.                 Trabajar y luchar – ¡La vida cristiana no es intencionada para un descanso!
5.                 L’enseignement – Sans l’enseignement de la Parole, l’ennemi peut faire tout ce qu’il veut.
6.                 Un modelo – Uno de los mayores regalos que podemos hacer a alguien, es darle un buen ejemplo.
7.                 Sin descuidar el don que está en nosotros. ¡Apliquémonos a hacer lo que podamos en el servicio de Dios y de la iglesia! ¡Es una guerra!
8.                 Tener cuidado tanto de nosotros mismos como de nuestra enseñanza – Los médicos consideren que más vale cuidarse cuando se está bien de salud – ¡no esperar hasta que esté enfermo! Por eso pasamos revisiones médicas
9.                  Hagamos cada uno nuestra parte en esta guerra. Dios cuenta con nosotros. ¡Luchemos en la oración!

III. Sabemos el fin y la meta de la lucha
1.                 Ponemos nuestra esperanza en el Dios vivo
2.                 Ponemos nuestra esperanza en el Salvador de todos los hombres. Significa que murió para todos, y que su muerte es suficiente par todos.
3.                 Ponemos nuestra esperanza principalmente en el salvador de los creyentes. Significa que él murió específicamente para salvar a aquellos que creerían.
4.                 Que no oigamos a los cristianos lamentándose : « ¡Los tiempos son muy difíciles! ¿Qué se puede hacer? ¡Estamos en los postreros días! » Porque ya somos más que vencedores por aquel que nos amó.


Tal como Pablo lo subrayó para Timoteo, estamos metidos en una guerra. Si eres un hijo de Dios, está usted metido en una guerra. ¿Qué será su parte en esta contienda? ¿Desertor? ¿Ausente sin permiso? ¿O un combatiente victorioso?  En realidad le toca a usted elegir.  ¿Estamos allí cuando Dios cuenta con nosotros?  Cuando hay una actividad de evangelismo, ¿estamos todos allí? Cuando toco reunirnos para interceder en oración, ¿estamos allí todos? Cuando alguien necesita ser animado, ¿está usted allí?  Dios cuenta con usted, y los demás creyentes cuentan con usted.  Jesús luchó hasta el fin, hasta la cruz. ¿Lo hará usted?

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