Saturday, April 25, 2015

EL PROBLEMA DE LA ANARQUÍA Jueces 21:25

EL PROBLEMA DE LA ANARQUÍA
Jueces 21:25

En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo q ue bien le parecía.”
( basado en Jueces 17 hasta 21)

            Se ha hablado, tanto en la historia de España como en la de hotros países, de la ventaja de varias formas de gobierno: dictadura, monarquía, democracia, monarquía constitucional, república, etc.  Un grupo de que se habla al hablar de la Guerra Civil Española es el de los anarquistas.  Ahora bien, no he estudiado lo que los anarquistas pretendían hacer específicamente, pero la palabra significa “no hay gobierno”. Sospecha que la idea era más bien deshacer todo orden existente para establecer otro orden, pero la palabra no significa esto precisamente.

            En la Biblia, en el pueblo de Israel, se nota tres clases de orden o desorden.  Hubo teocracia, con la intervención de Moisés, Aarón, y Josué.  Hubo monarquía a partir de Saúl.  Pero entre tiempo, durante la época de los jueces, o hacia el final de aquella época tratada por el libro de los Jueces, cuando ni siquiera había jueces, parece que había anarquía. Todavía “no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía” y desgraciadamente lo que “bien le parecía” no era siempre muy bien.  Es interesante que la primera vez que vemos el mismo texto es en el capítulo 17 de los Jueces, en la historia de Micaías, donde nombró a su propio sacerdote.  “En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía”.

            Dios ha establecido un orden en el mundo. En las naciones, según romanos 13, y otros textos, ha establecido gobiernos. En la iglesia ha establecido ancianos y diáconos. En la familia ha establecido padres y madres. A veces el orden es mal representado por sus líderes. Pero el peor orden es el desorden. La época más horrorosa en Israel era aquel tiempo en que no había ninguna forma de gobierno y cada uno hacía lo que bien le parecía.

Los resultados de la anarquía en Israel eran los siguientes:

I.              El desorden y el mal uso de la religión (Jue. 17)
1.                 Micaías que no tiene derecho consagra primero a su hijo y luego a un levita como sacerdote.
2.                 Utiliza a un sacerdote como un amuleto de la suerte.
3.                 Cuando cada uno hace su religión a su manera, su religión no es más que una apariencia de piedad, negando su poder (autoridad), pero esperando conseguir algún beneficio.

II.           La falta de seguridad para los bienes (Jueces 18)
1.                 El tribu de Dan consulta al falso sacerdote, pero luego vienen a llevárselo
2.                 Robaron los ídolos de Micaías
3.                 Los “bienes” de Micaías no le sirvieron de nada, porque la misma falta de ley con que quiso aprovecharlos hizo que otros les aprovecharan
4.                 Podemos ser agradecidos por la existencia de la autoridad, sea nacional, municipal, familiar, en la escuela, o donde sea. Tiene sus fallos, pero es siempre mejor que ninguna autoridad.

III.        La falta de seguridad para las personas (Jueces 19)
1.                 Un levita viajando con su concubina encuentra un lugar para dormir en un pueblo
2.                 Los hombres de la ciudad deciden que quieren utilizarlo como objeto sexual
3.                 Eventualmente se conforman con la concubina del levita, dejándola moribunda al final de la noche
4.                 La supuesta libertad conduce al libertinaje, lo que suena bien para algunos, pero causa mucho daño a los mismos y a otros. Las libertades de los unos siempre acaben quitando la libertad de otro. El orden impide esto. El orden establece que tienes tu libertad de actuar hasta el punto en que aquella actuación impida la libertad de otro.
5.                 Dios puso normas para proteger a todos.
6.                 Si queremos hacer lo que bien nos parece, sea en la iglesia, sea en la familia, esto afectará a otros. No podemos decir “no hago daño a nadie”. La actitud de una persona hacia Dios o hacia los hermanos o hacia la iglesia, por muy justificado que pueda parecer, hará que otros sufran y perezcan por ello.

IV.        La Guerra civil  (Jueces 20)
1.                 El levita tomó el asunto entre sus propias manos porque no había ley; no había gobierno.
2.                 Cortó a su concubina en trozos y envió un trozo a cada tribu. Provocó una guerra contra toda una tribu.
3.                 Hubo miles de muertos por todas partes.
4.                 Un gobierno, una autoridad establecida, puede tomar decisiones en una manera moderada, castigando a los culpables.
5.                 Cuando sentimos que no hay ley que nos defiende hacemos cosas radicales. La mayoría de los locos que han hecho crímenes horribles son personas que se han sentido frustrados en sus derechos.

V.           La casi eliminación de una de las tribus de Israel (Jueces 20)
1.                 Todo Israel estaba consciente del plan de Dios para las 12 tribus
2.                 Consideraban que la destrucción de una tribu era la destrucción de su propia nación
3.                 Su manera de salvar la existencia de la tribu incluía la violación de cierto número de mujeres.
4.                 Cuando no tenemos leyes, estatutos, autoridades, líderes reconocidos, entonces intentamos arreglar nuestros problemas lo mejor que podemos, a nuestra propia manera, pero desgraciadamente cuánto más hacemos para arreglar nuestros problemas, más problemas causamos.


Esto nos muestra lo que pasa en una anarquía espiritual. En nuestras vidas personales debemos tener cuidado de no caer en una anarquía espiritual. Tenemos que aprender a depender de la autoridad de Dios, sin descartar las autoridades que Dios ha puesto en nuestras instituciones. Sino, seremos cada uno rey de nuestra vida, intentando ser rey también de las vidas de los demás, y la anarquía se transforma de sí en una guerra.

UNA GUERRA CIVIL JUECES 12:1-7

UNA GUERRA CIVIL

JUECES 12:1-7


Lo triste, a veces, cuando uno ha ganado una guerra importante contra el enemigo, es encontrar que todavía le queda otra batalla. A veces es una batalla que no debería ser necesario.

En este pasaje, inmediatamente después de que Jefte hace morir a su propia hija, pensando hacerlo con buena conciencia, hace lo mismo con cuarenta y dos mil de su propio pueblo – todo en el nombre de Dios, todo con buena consciencia.

Puede ser que estos horrores fueron el resultado de los años de rechazo que Jefté sufrió a manos de sus hermanos: tratado como alguien que no valía nada. Luego insistió en ser rey si servía a su pueblo; era tan exagerado en su opinión de su propia consciencia, en su pundonor torcido, que pudo hacer morir a su propia hija como resultado de un necio juramento; y ahora, para reivindicar su liderazgo personal sobre el pueblo, hará morir a 42.000 Israelitas.

A veces algunos de aquellos que luchan fielmente contra herejías exteriores acaban haciendo destrozos también dentro de la misma Iglesia. La firmeza inquebrantable contra los enemigos de la verdad es igualada por su firmeza inquebrantable contra sus hermanos en la Iglesia, y así acabamos teniendo divisiones en la Iglesia.

Por ejemplo, hay cierta manera en que trataríamos a los blasfemadores, que niegan a Cristo, que intentan convencer a las personas de que Cristo no es Dios, que intentan llevar a las personas en la idolatría; ¿es en la misma manera que debemos tratar a los que claramente aman a Cristo, pero que a nuestro parecer enseñan algún error en algo que n os parece importante?

La actitud de los de Efraim:

v.1
Tenían envidia de la victoria de Jefté
v.2-3
Estaban más dispuestos a pelearse con su propio pueblo, y con su liberador, que con el enemigo.
Hay cristianos que son más dispuestos a gastar tiempo y energía a pelearse contra otros cristianos que participar en la pelea contra el enemigo, el diablo, que tiene el mundo bajo su poder.
v.5
“Shibolet” significa “lo que divide” o “lo que separa”.
Hay dos aplicaciones de esto:
Por un lado, Jesús dijo que era de la abundancia del corazón que habla la boca. Que es de la boca del hombre que sale lo que le condena.
Por otro lado, demasiados cristianos se sienten dispuestos a tener divisiones con aquellos que no pronuncian todas las doctrinas secundarias como ellos; quieren pelear contra tales; cortarles del pueblo de Dios. Exactamente como Demetrio en 3 Juan.



Thursday, April 16, 2015

LA HISTORIA DE JEFTÉ: Jueces 10:6 - 18

LA HISTORIA DE JEFTÉ:
ISRAEL APRENDE LECCIONES SOBRE EL ARREPENTIMIENTO
Jueces 10:6 - 18

Si hay una cosa que aprendemos en el libro de Jueces es que el pueblo de Israel no tenía dificultad en absoluto en encontrar piedras de tropiezo.  ¡Hasta se las fabricaba por sí mismo!  En este capítulo les vemos siguiendo de tras de falsos dioses una vez más.  no de un falso dios, ni los de un país, sino de los de todos los países alrededor.  Aquí vemos los resultados para ellos de su infidelidad a Dios.

I.       LA FÁCIL INFIDELIDAD DEL PUEBLO  v. 6
1.      Los cinco primeros versículos de este capítulo nos dan una lista de varias veces en las cuales Dios proveyó líderes a Israel para liberarlos de sus enemigos.
2.      Tenían toda una historia de infidelidades y esclavitudes y liberaciones de la cual podrían haber aprendido bastante.
3.      No sólo cayeron fácilmente, sino que cayeron en todo lo que podían caer: los dioses, no de un pueblo cercano, pero todos los dioses de todos los pueblos alrededor.
4.      Nosotros también volvemos a caer fácilmente en los mismos pecados y errores que nos han hecho sufrir en el pasado.

II.    OPRIMIDOS POR LOS OBJETOS DE SU CULTO vv. 7-8
1.      Lo que adoras acaba dominando tu vida.
2.      Para Israel, era irónico que los mismos países cuyos dioses el pueblo había empezado a adorar fueron los que empezaron a dominar a Israel.
3.      Si adoras lo que no es digno, tu vida padecerá de ello.
4.      Algunos, por ejemplo, ponen toda su atención en las cosas que pueden conseguir con el dinero.  El resultado es que acumulan deudas bastante grandes.  Luego tienen que trabajar dos veces más para resolver sus deudas.

III. UN ARREPENTIMIENTO INSUFICIENTE v. 10-14
1.      Juan el Bautista retó a los líderes religiosos a que trajeran frutos dignos del arrepentimiento.
2.      El verdadero arrepentimiento no puede ser vacío: ha de dar frutos, siempre.
3.      Hasta el ladrón en la cruz dio fruto de su arrepentimiento, defendiendo a Jesús contra las burlas de su compañero.  Era un arrepentimiento en que no buscaba beneficio inmediato para sí.  Era también un arrepentimiento con fe.
4.      Nunca basta con decir "me arrepiento".  Las lágrimas tampoco bastan.  Hebreos 10 nos habla de las lágrimas de Esaú que no le dieron la bendición que había perdido.
5.      Demasiado a menudo Israel había expresado un arrepentimiento que en realidad no sentían, sino para salir de sus dificul­tades.  Tan pronto como estaban libres, volvían a su idolatría.

IV. UN ARREPENTIMIENTO VERDADERO  vv. 15-16
1.      Como el arrepentimiento de Zaqueo: ¡en acciones!
2.      El arrepentimiento del pueblo de Israel no podía considerar­se como siendo verdadero hasta que dejaran sus ídolos.
3.      Cuando nosotros expresamos nuestro pesar por algo puede ser muy emocionante, pero no significa nada a menos que cambie­mos nuestra forma de actuar.

En la Biblia el arrepentimiento es mucho más que una mera profesión.  Es como la fe. Para ser verdadero, exige acciones, frutos que demuestran su sinceridad.  No hemos de equivocarnos en cuanto al arrepentimiento.  No se limita a algo puramente sentimental.

Wednesday, April 1, 2015

Jueces 9:1-7 ABIMELEC

ABIMELEC
o
EL AFÁN DE DOMINAR

Jueces 9:1-7

La historia de Abimelec es una historia de política.  Una historia de política regionalista, e interesada.  Una clase de política que no debe existir entre el pueblo de Dios.

La historia de Abimelec nos habla de un afán de un liderazgo que contrasta radicalmente con el liderazgo que Jesús presentó en Marcos 10:35-45 - el liderazgo que está allí para servir.


I.                  EL AFÁN DE LIDERAZGO  Jueces 9:1-3
           1.                  Abimelec fue a su familia y a sus vecinos en Siquem
           2.                  Jacobo y Juan fueron a Jesús  Mr 10:35-37, 40
          3.                  Es mejor pedir a Dios que a los hombres: es más honrado, y el resultado generalmente sale mejor.

II.                  EL COSTE DEL LIDERAZGO  Jueces 9:4-6
           1.                  Para Abimelec costó la vida de sus 70 hermanos y quienquiera se opusiera
           2.                  Para los que serían líderes con el Señor, cuesta su propia vida.  Mr 10:38-39
           3.                  Hay una diferencia entre sacrificarse a sí mismo para los intereses del Señor y de los demás, y sacrificar a otros para sus propios intereses.
           4.                  Puede ser la diferencia entre sacrificar tu reputación o sacrificar la reputación de los demás.  O puede ser una cuestión de comodidad.

III.                  EL PROPÓSITO DEL LIDERAZGO  Jueces 9:2b y 6
           1.                  Para Abimelec, era un propósito interesado; ser rey; enriquecerse; tener más poder; dominar.
           2.                  Para Jesús, era servir Mr 10:45
           3.                  Para nosotros, ha de hacerse más pequeño, y engrandecer a otros Mr. 10:42-44
           4.                  No se trata de dominar, o tener señoría, sino para cumplir con la tarea que el  Señor ha dado  1 P. 5:1-4


El estilo de liderazgo del Señor, el liderazgo cristiano, es muy distinto del liderazgo del mundo.  Es la diferencia entre el servicio y el egoísmo.  La diferencia entre glorificarse a sí mismo y glorificar al Señor.  No debemos hablar en contra de los que nos gobiernan, o difamarles, pero sabemos que muchos de los que gobiernan son acusados de corrupción; de enriquecerse mediante su posición, o adelantar sus propósitos personales enriqueciendo a otros que pueden ayudarles.  No creo que debemos necesariamente creer todas las acusaciones de corrupción sin más.  Por otro lado, sabemos que es la manera del mundo.  Es la manera del hombre.  Cuando alguien tiene una posición de poder sobre otros, la gran tentación, que se pone cada vez más fuerte, es aprovechar de ello personalmente.  ¿Que lección hay para nosotros?  ¿Para cualquier creyente?  Es que debemos analizar constantemente nuestras motivaciones en cualquier cosa: ¿por qué lo hago?  ¿Para mis propias ventajas?  ¿O para servir en la causa del Señor, y servir a los demás?