Monday, March 16, 2015

GEDEÓN DERROTA A LOS MADIANITAS Jueces 7:1-26

GEDEÓN DERROTA A LOS MADIANITAS

Jueces 7:1-26

¿Cómo podemos conseguir grandes victorias con Dios?  ¿Cómo podemos hacer grandes proyectos que darán gloria a Dios?  La respuesta se halla precisamente en las última palabras de las preguntas:  "con Dios" y "para la gloria de Dios".  La historia de la victoria asombrosa de Gedeón sobre los madianitas es una ilustración excelente de esta verdad.

I.                   Las exigencias de Dios  vv. 1-6
1.                 Primero, redujo el ejército de treinta y dos mil a diez mil.
2.                 Luego redujo el ejército de diez mil a tres cientos.
3.                 Para evitar que Israel se atribuyera la gloria de la victoria
4.                 Para que la victoria sólo pudiera ser atribuida a Dios, que dijo: "No compartiré mi gloria con nadie".
5.                 Tengamos cuidado de no atribuirnos el crédito por cosas que el Señor puede haber hecho por medio de nosotros.
6.                 A veces nos podríamos desanimar al ver cómo los que ponen su confianza en el Señor están en una minoría.  Pero Dios siempre ha trabajado con minorías.  Noé predicó durante 120 años, en minoría - al final, él y su familia eran los únicos salvos.  Alguien ha dicho: "Una persona más Dios es siempre una mayoría".  Otro dijo:  "A Dios le encanta trabajar con minorías: menos personas hay, mayor será su gloria".

II.                La promesa de Dios  v.7
1.                  “Con estos trescientos hombres os salvaré”.
2.                  Las promesas de Dios siempre son seguras.
3.                  A veces, para nosotros, ¡no nos consuelan mucho! por la debilidad de nuestra fe.

III.             La Provisión de Dios  vv. 9-15
1.                  Envía a Gedeón a oír lo que se dice en el campamento del enemigo.
2.                  Fortalece así la fe de Gedeón: hasta los mismos enemigos creen que Dios está con Gedeón.
3.                  Aun cuando exige mucho de nuestra fe, al mismo tiempo Dios provee, fortaleciendo nuestra fe.
4.                  Dios entiende nuestra necesidad de ser asegurado de su presencia y de su ayuda: necesitamos ver a menudo.

IV.             La victoria de Dios  vv. 16-25
1.                  La parte de los hombres:  “Y se estuvieron firmes cada uno en su puesto en derredor del campamento; entonces todo el ejército echó a correr dando gritos y huyendo”
2.                  Es la parte de ladrillos: mantenerse en su lugar.  Nosotros somos piedras vivientes, según el apóstol Pedro.  ¿Nos mantenemos firmes en nuestros puestos?  Es parte de la victoria de Dios.
3.                  Cuando la ciudad de Esparta dominaba la Grecia, un diplómata de otro país fue a visitarla.  Comentó al rey de Esparta su asombro de ver que no había murallas alrededor de al ciudad.  El rey le dijo: "No has mirado bien.  Ven conmigo, y te mostraré."  Y le mostró, en los campos abiertos alrededor de la ciudad, su ejército que se entrenaba.  Dijo: "Aquí tengo millares de hombres - son mis murallas, y cada hombre es un ladrillo".
4.                  Dios es fiel a sus promesas, y gana su victoria con muchos o con pocos: a él no le importa.  Podemos contar con él.  Lo único que pide de nosotros es que seamos fieles.
5.                  No nos pide que tengamos ideas brillantes de cómo hacer la obra.  A veces pensamos que siendo más agresivos, etc., conseguiremos algo.  Pero la manera del Señor no es así.  Con carácteres humildes, más como Cristo, dispuestos a ser los más pequeños, el Señor puede llevar a cabo sus planes con nuestras vidas.

La historia de Gedeón es una de las historias fascinantes del Antiguo Testamento.  Es un reto para nuestra fe.  Con él aprendemos a expresarnos sinceramente ante Dios, no tratar de ser lo que no somos.  Con él aprendemos a obedecer a dios, cueste lo que cueste.  Y con él aprendemos que Dios puede ganar la batalla si luchamos a la manera de Dios, y no a nuestra manera.

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