Wednesday, May 6, 2015

UNA MADRE DE VERDAD 1 S. 1:1-12; 20-28

UNA MADRE DE VERDAD
1 S. 1:1-12; 20-28


          Esta semana, celebraremos el día de la madre.  ¿Qué es una madre, en verdad?  Se podría encontrar muchas bonitas definiciones y descripciones. La Biblia tiene mucho que decir sobre madres, tanto en el Antiguo como el Nuevo Testamento.  Pensé que sería interesante examinar a una madre en el Antiguo Testamento, en el primer libro de Samuel. Lo que vemos a continuación se aplica igualmente, por supuesto, al padre. Pero en este texto se trata de una madre, y es el día de la madre que celebramos hoy. Por tanto, vamos a hablar de las madres.

I.              Una madre cristiana reconoce que sus hijos vienen del Señor  v.27
1.                 Agradecimiento
2.                 Cuidamos lo que apreciamos
3.                 Nos fueron regalados para que les formemos
4.                 Este niño nació en un trasfondo de fe. ¡Qué mejor regalo les podemos hacer!
II.           Una madre cristiana ofrece a sus hijos al Señor v.11
1.                 Reconociendo a quién pertenecen en verdad: no son nuestros.
2.                 Reconociendo su deber: que hay una meta para sus hijos.
3.                 No les criamos para nosotros: primero para Dios, luego para ellos.
a.                  ¡No les veamos como una seguridad para cuando seamos mayores!
b.                 Si Dios los llama a ir a otro país, ¿estás dispuesto a soltarles?
4.                 Orando para saber la voluntad de Dios para ellos.
5.                 No queremos dar algo viciado o flojo al Señor.
III.        Una madre cristiana entrega a sus hijos al Señor  v.28
1.                 El gesto de ofrecer no sirve si no se siga con la entrega.
2.                 “Dedicar” o “presentar” a los niños es una cosa, pero carece de significado si no les entregamos en realidad al Señor.
3.                 “Entregar” es un gesto activo, y no pasivo.
4.                 Hacerlos llegar a la meta como las flechas en Salmo 127:4-5
a.                  Hay que saber cuál es la meta (donde está la diana a que apuntamos)
b.                 Hay que apuntar a la diana; dirigirles
c.                  Hay que hacer todo lo que hay en su poder para hacerles llegar a la meta.
5.                 Empezar a hablarles del Señor antes de que ellos puedan hablar, y estar orando por ellos.
6.                 Recuerda: esto hace la diferencia entre su perdición eterna o su salvación eterna.
IV.        Una madre cristiana se entrega a sí mismo al Señor  v.28 “Adoró allí al Señor”
1.                 Ha de ser un modelo
2.                 Entregándose a sí mismo puede orar con confianza
3.                 Entregándose a sí mismo puede retarles a hacer lo mismo
4.                 Entregándose a sí mismo les mostrará qué significa la vida cristiana. La enseñanza sin ejemplo vale poco. (¡pero lo mismo en cuanto al ejemplo sin enseñanza!)


Nunca hay que subvalorar la importancia de una madre cristiana. Tienen una vocación importantísima delante del señor. Detrás de Samuel, que fue uno de los líderes más importantes que Israel haya conocido jamás, hubo una madre fiel que le entregó al Señor.  Detrás de la fe de Timoteo, tan elogiado por el apóstol Pablo, estaba la influencia de su abuela Lois, y de su madre Eunice.  Tampoco hay que sorprenderse de que hombres como Nerón y el rey Joram tuvieron madres malas, crueles e intrigantes.

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