1 SAMUEL 2:12-36
UN
PRIVILEGIO PERDIDO;
UN HONOR DESHONRADO
Aquí
vemos una historia de familia. Una
historia bastante triste. Se trata de un
hombre que es aparentemente piadoso, que ama al Señor; un sumo sacerdote fiel. Pero Dios le culpa por lo que hacen sus
hijos. O por lo que deja a hacer a sus
hijos. Y Dios condena a este hombre en
términos muy fuertes. ¿Es acaso el padre
responsable por todos los pecados de sus hijos?
Si miramos más cerca al pasaje, veremos el por qué de la condenación por
parte de Dios. También veremos algunos
paralelos entre Elías y el creyente de hoy.
I. El privilegio del sacerdocio v.27-28
1. Poder estar en comunión con Dios
2. No todos pueden ganar su vida haciendo lo que les gusta
3. El privilegio de servir al pueblo de Dios
4. El privilegio de conocer a Dios
II. El abuso del sacerdocio
v.15-17
1. En vez de tomar lo legitimo de lo que se ofrecía en el
sacrifico (v.3-14), se tomaba la parte intencionada para Dios
2. Querer aprovechar las bendiciones de la vida cristiana sin
obedecer a Dios
3. Querer vivir cómodo sin sufrir
4. Querer tomarse algunas bendiciones no intencionadas para
nosotros
5. Los "predicadores de televisión" que aprovecharon
las ofrendas de muchos creyentes ingenuos
III. La responsabilidad de la autoridad v.29-30
1. como sumo sacerdote
a. debería haber impedido que esos dos hombres ejercieran el
sacerdocio
2. como padre de familia
a. debería haber exigido la obediencia y el respeto de las
ofrendas a sus hijos
b. Hizo de sus hijos su Ídolo cuando toleró aquello: para Él
era mejor quedar bien con sus hijos que con Dios v.29b “has honrado a tus hijos
más que a Mí”
IV. Hablar no basta v.22-25
1. Como en los asuntos internacionales
2. Como en el caso de un predicador: predicar contra el pecado
no siempre basta.
3. Hay veces que hay que tomar medidas. Hay ciertas rayas de las cuales no se puede
dejar pasar. Hay que actuar.
4. En el caso de Elías:
echar de la casa; echar del sacerdocio; o exponer al pueblo para juicio.
5. En el caso de un padre de familia: castigar severamente cuando son pequeños;
cortar relaciones cuando son mayores.
6. En el caso de una iglesia: después de amonestar en privado,
hacerlo públicamente. Después de ello,
cortar la relación de la iglesia con el miembro.
No
es siempre agradable actuar. Aun para
Dios el actuar en juicio le es extraño según Isaías. Si somos decididos a llegar a aquel punto,
normalmente no es necesario llegar hasta allí.
Es cuando esa decisión no es clara que las cosas suelen llegar a puntos
extremos. Y en aquel entonces a veces es
Dios que actúa.
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