Thursday, June 9, 2016

"Mirando ... por lo de otros" FILIPENSES 2:4-5, 17-30

"Mirando ... por lo de otros"
FILIPENSES 2:4-5, 17-30

«No mirando cada uno por lo suyo propio sino cada cual también por lo de otros».  ("non nobis solum").

Como creyentes, debemos aplicarnos al servicio de otros, siguiendo el ejemplo de Cristo, y de sus servidores.  En la realidad, es demasiado frecuente que prefiramos dominar que servir.

I                Tomando una posición de segundo plano.
1                      Cristo: no "estimó" (pensando en sí mismo); no "se aferró" a su posición; se hizo "siervo", o "servidor"  v.5.
2                      Timoteo sirvió a Pablo como un hijo a su padre v.22
3                      Epafrodito "compañero de milicia" (v. 25) sirvió como si fuera un soldado, que se preocupa del interés de su país, y de sus oficiales.  "vuestro mensajero" (trayendo socorro económico); "administrador de mis necesidades" (no sólo según su voluntad propia, sino las necesidades de Pablo - ¿sacando el cubo de la cárcel y enjuagándolo?).
4                      Tenemos mucho miedo a la idea de seguir, a no ser el primero.  Queremos mandar.  Nadie manda bien si no sabe seguir.

II             Preocupándonos de los intereses de Dios y de los demás
1                      Cristo como "siervo" - se interesó en los intereses de otros y no los suyos (v.5).
2                      Pablo v.17-18 "servicio de vuestra fe": su gran preocupación era la de servir a otros.  Se gozaba del gozo de otros, demostrando la actitud de Ro. 12:15.
3                      Timoteo v.19-24 No buscaba lo suyo, sino lo de Jesucristo.  Era uno de los pocos que se interesaba en los filipenses.
4                      Epafrodito v.25 Como soldado: los intereses de su Rey, y de otros soldados.  Se angustiaba más de la inquietud de los filipenses que de su propia salud.
5                      ¿Cuánto tiempo tomamos para considerar los intereses de los demás?  ¿Estamos dispuestos aun a escuchar a nuestro hermano?  Esto nos ayudaría a olvidar nuestras propias penas, a veces.

III          Sin ahorrarnos en nuestro servicio
1                      Jesús no se aferró a su vida, sus derechos.  No se ahorró; se gastó.
2                      Pablo era dispuesto hasta derramar su vida.  No la ahorraba, ni siquiera "para servir mejor".
3                      Epafrodito se dedicaba a tal punto al servicio de Cristo y de los demás que se puso enfermo.  No ahorró sus energías.
4                      Nosotros, demasiadas veces, tendemos a ahorrar nuestras energías. Damos por eso las mejores razones, pero no satisfacen, a la luz de lo que sabemos de Jesucristo y sus discípulos.


¿Qué clase de cristiano eres?  ¿Un servidor? ¿O quieres que otros te sirven?

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