NAVIDAD:
¿QUIÉN TIENE LUGAR PARA
JESÚS?
“Y dio a luz a su hijo primogénito, y
lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para
ellos en el mesón.” (Lucas 2:7).
Solemos juzgar con
demasiada severidad al mesonero en cuestión.
Le condenamos por ser un desalmado, ser poco amable hacia la familia de
Jesús, etc. Lo raro es que el relato ni
siquiera menciona al mesonero, sino al mesón.
El mesonero no sabía quién era Jesús, y seguramente rehusó a muchos más
antes de rehusar a José y María. En
aquellos días, y en aquella sociedad, los hombres y las mujeres hacían muchas
cosas que no hacen hoy en día. Eran más
fuertes, más resistentes, como muchas personas en el tercer mundo, o en países
más pobres, hoy en día también. Sin
embargo, no debería haber sido fácil para María dar a luz en un pesebre.
Si el mesonero no sabía
quién era Jesús, sin embargo, hoy en día todos, convertidos como inconversos, saben
quién es Jesús. Si no debemos ser
demasiado severos hacia el mesonero, sí que debemos examinar nuestra propia
actitud hacia Jesús en este tiempo de Navidad.
I. NAVIDAD COMO FIESTA PAGANA
(Noël)
1. Era
la fiesta del invierno, el nuevo nacimiento del sol.
2. Para
los romanos, era la fiesta de Saturno, con regalos, fiestas, y velas.
3. Durante
los 3-4 primeros siglos, no era una fiesta cristiana.
4. No
se conoce el origen del árbol de Navidad.
Se popularizó hacia el siglo 18.
5. El
"belén" habría sido empezado por San Francisco de Asisi. Pero cuando vemos los belenes en las ventanas
hoy en día, se ve muy poco serio y respeto para el asunto.
6. Hoy
en día, es una fiesta de bebida, de baile, de impudicia - no hay nada cristiano
en ella.
7. Es
una piedra de tropiezo para muchos creyentes que vuelven a las cosas del mundo,
y olviden al Señor, pensando sólo en los regalos, sus barrigas, y la vida
social. (1 Jn. 2:6; Ro. 12:2; Stg. 4:4).
8. Si
sólo se trata de eso, haríamos mejor en rechazarlo y rehusar de celebrarlo.
II. NAVIDAD COMO FIESTA CRISTIANA
1. Los
cristianos lo adoptaron en el siglo 4 o 5.
2. Puede
ser un buen momento para desarrollar la comunión fraternal entre
cristianos. (Hch. 2:42).
3. Es
también una excelente oportunidad de comunicar el evangelio (1 Co. 9:22).
4. Es
un tiempo de recordar, con admiración, la doctrina de la Palabra hecha carne
(Jn. 1:14).
5. Es
un tiempo para animarnos a hacer buenas obras. (Ef. 2:10).
6. Es
un buen tiempo para analizar nuestro año que hemos pasado, y nuestra relación
con el Señor.
7. Es
un buen tiempo para demostrar la diferencia entre un creyente y una persona del
mundo. (Fil. 2:15).
8. Es
un tiempo para seguir en la vida cristiana, fieles como siempre (¿por qué dejar
de un lado nuestro cristianismo en este tiempo?)
9. En
los siglos pasados, muchos evangélicos (no todos), rehusaron celebrar la
Navidad. Ni siquiera utilizaban la
palabra.
III. NAVIDAD COMO FIESTA DE
CELEBRACIÓN DE JESÚS
1. Organizar
una fiesta para alguien sin contar con la presencia de aquella persona sería
algo ridículo.
2. Celebrar
a una persona y apartarla al mismo tiempo es cosa imposible.
3. Celebrar
a una persona mientras seguimos a sus enemigos es cosa ridícula.
4. Celebrar
a una persona significa honrarla más, y no menos.
5. ¿Celebramos
a la persona, o celebramos la celebración?
6. ¿Hablaremos
de Jesús esta Navidad? ¿Entre
creyentes? ¿Con los no-creyentes?
7. Nosotros,
que sabemos quién es Jesús, ¿tenemos lugar para él en esta Navidad? Quizá la pregunta debería ser, más bien,
¿tiene él lugar para nosotros?
La
manera en que celebramos a Jesús durante las fiestas de Navidad es importante,
como lo es durante el resto del año.
Cómo podemos esperar la bendición de Dios y la obra del Espíritu Santo
durante el año si contristamos al Espíritu Santo en las fiestas de
Navidad? Que Jesús sea sentado en el
trono de nuestras vidas durante las fiestas de Navidad, y que esto sea una
señal de dónde está durante el resto del año.
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