Romanos 9:1-5
Una
Carga Por Las Almas
"Cuando
podemos permanecer satisfechos de utilizar los medios para salvar las almas sin
verdaderamente verlas salvas, o sin estar profundamente contristados, y cuando
podemos al mismo tiempo hablar con toda tranquilidad de dejar aquello a Dios,
utilizamos una verdad para cubrir y excusar una mentira; porque nuestra
habilidad de dejar la cosa así no es, como imaginamos, el resultado de la
sumisión a Dios, sino la indiferencia en cuanto a la salvación de las almas con
las cuales tenemos que ver. No, en
verdad, cuando el corazón está verdaderamente decidido a obtener una cosa,
tiene que obtenerla, o quebrantarse cuando la pierda.
"Aquél
que salvó nuestras almas nos ha enseñado a llorar por aquellos que no son salvos.
Señor, ¡haz que este pensamiento esté en
nosotros, que estaba en ti! ¡Danos
lágrimas para llorar; porque Señor, nuestros corazones son duros para con
nuestros semejantes. Podemos ver a
millones perecer alrededor nuestro, y ni siquiera nos molesta en nuestro sueño;
ninguna visión de su suerte terrible nos espanta; ningún grito de sus almas
perdidas transforma nuestra paz en amargura.
"Nuestras
familias, nuestras escuelas, nuestras iglesias, sin hablar de nuestras ciudades,
nuestro país, nuestra misma planeta debería empujarnos a nuestras rodillas cada
día; porque la pérdida de una alma es más terrible que lo que podemos
concebir. El ojo no ha visto, ni el oído
ha oído, ni tampoco ha entrado en el corazón del hombre, lo que una alma en el
infierno tendrá que aguantar para siempre.
Señor, danos esa entrañable misericordia.
"¡Qué
misterio! ¡El alma y la eternidad de un hombre dependen de la voz de otro!"
No sé
de quien viene esta cita, pero creo que sería Charles Spurgeon.
Es un
hecho real que el alma de nuestro prójimo es nuestra responsabilidad. No podemos permitirnos el lujo de tomar la
actitud de Caín, que preguntó" "¿Soy acaso el guardián de mi
hermano?"
La actitud de Pablo
hacia las almas perdidas puede sugerirnos que:
- Tenemos una responsabilidad
- Hay una laguna en nuestro evangelismo
- Hay posibilidades infinitas para el futuro
I. Tenemos una responsabilidad v.3
1. "por amor a mis
hermanos" - nuestras familias, nuestros vecinos, los de nuestro país
2. Es por ellos que estamos
todavía en el mundo
3. Nosotros estamos aquí porque
alguien nos habló, y alguien oró por nosotros. ¡Alguien reconoció su responsabilidad!
4. Pablo se sintió responsable
hacia aquellos a quienes Dios había hecho una promesa.
5. La promesa a todos:
"todo aquel que cree" (Jn. 3:16); y "Al que a mí viene, no le
echo fuera" (Juan 6:37).
6. ¿Qué responsabilidad tienes,
o sientes, hacia aquellos de tu entorno?
II. Hay una laguna en nuestra evangelización
1. Evangelismo sin oración
2. Actitud materialista
3. Demasiado despreocupados (Gn. 6:2; 2 Co. 9:6; Sal. 26:4-6)
4. Desobediencia (sustituyendo
métodos humanos por métodos bíblicos)
5. No nos molesta que tanta
gente sea enemigo del evangelio.
6. No tenemos este ardor
poderoso de Pablo y de Moisés (Ex. 32:31-32)
7. George Whitefield, al siglo
XVIII, sintió la fuerte necesidad de dedicarse a la oración y al ayuno en su carga
intensa por las almas perdidas. Estaba
preocupado por ellas día y noche. Muchedumbres vinieron a oírlo y personas empezaron
a interrumpir las reuniones llorando y confesando sus pecados.
8. Pidamos a Dios que nos dé
esta carga para las almas.
III. Hay posibilidades infinitas
para el futuro
1. Dios utilizó a Pablo, con su
carga.
2. Dios no menosprecia la
oración de un corazón quebrantado.
3. Él quiere utilizarnos si
sólo estemos dispuestos a ponernos en su camino.
4. Tenemos una
"deuda" (Ro. 1:14) y ¡ya tenemos lo que necesitamos para empezar a pagarla!
5. ¿Qué estás haciendo ahora
para aprovechar las posibilidades que Dios te ha dado para alcanzar las almas
para él?
¿Hasta
cuál punto nos preocupa la suerte de las almas perdidas? Pidamos al Señor que
nos dé la misma compasión que Pablo tuvo, y que Jesús mismo demostró, y vamos
con amor en nuestros corazones, "a las salidas de los caminos, por las
plazas y las calles de la ciudad, por los caminos y los vallados" (Mt.
22:9; Lc 14:21,22) y forzámoslos a entrar, para que la casa de Dios sea llena.
No comments:
Post a Comment