MISIONES
ROMANOS 1:14-17
¿Es correcto
decir que las misiones en el mundo entero son una opción que cada iglesia
debería considerar? Me parece que
no. Puede sorprenderos. Pero lo que quiero decir es: No creo que las
misiones mundiales son una opción. Son
una parte del programa de muchas iglesias y de muchas denominaciones, por que
tienen la convicción de que es una obligación y no una opción. Creo que eso es en obediencia al mandamiento
bíblico. Por esa razón cuando empezamos
una pequeña iglesia en el norte del Quebec hace muchos años, con sólo cuatro
familias, pusimos la pequeña cantidad diez dólores por mes en el presupuesto
para las misiones al extranjero. Pero a
partir de allí fuimos aumentando la aportación para las misiones hasta que llegó
a ser una parte muy importante del presupuesto.
Estoy convencido de que cada creyente y cada iglesia debería estar
implicado en misiones mundiales por las mismas razones que motivaron al apóstol
Pablo en Romanos 1:14-17.
I. Tenemos una deuda (v.14)
1. ¿Sabes qué es estar en deuda económica? Puede ser
todo un problema. Para ciertas personas
lo es. Para otros, no.
2. Tener una deuda significa: tengo una obligación. He recibido lo que tengo que volver a pagar a
alguien. Todavía no he pagado lo que
tengo que pagar. Hay un límite de tiempo
en el cual tengo que pagarlo. No puedo
sentir, de manera legítima, una paz completa hasta que lo haya pagado.
3. Hay personas que viven en deuda. Deben dinero y no se preocupan por ello. Cuando est< casi pagado (vuelven a tomar prestado mucho m<s! O toman
continuamente dinero prestado para pagar
las deudas que tienen. Viven
continuamente al borde de la ruina.
4. La mayoría de nosotros, si tenemos un sentido mínimo de
responsabilidad, nos sentimos bastante incómodos si debemos dinero. Nuestros pensamientos se fijan en el tema de
cómo lo volveremos a pagar. Trabajamos
con el objeto de pagar aquella deuda.
Cuando hacemos nuestro presupuesto anual o mensual o semanal, hacemos
planes de cómo vamos a pagar la deuda.
Nos privamos de muchos otros caprichos hasta que la deuda est< pagado. Eso
es normal.
5. La cosa m<s sabia es no
endeudarse económicamente (Romanos 13:8 "No debáis a nadie nada sino el amaros unos a otros").
6. Pero tenemos una
deuda hacia Dios y hacia el mundo.
Hemos oído las buenas nuevas de la salvación. Puede ser que algunos entre nosotros han sido
criados con ella. Lo debemos a nuestros
vecinos, a los de nuestro país, y a las demás naciones del mundo ser implicados
en comunicarles el Evangelio en alguna manera.
La gente pregunta si Dios es justo en que algunas personas oyen el
Evangelio y otros no. No se trata de la
justicia de Dios, sino de la justicia de su pueblo. Puede ser que estamos robando el Evangelio
del mundo. ¿Te acuerdas de cómo Jesús
hizo que sus discípulos distribuyeran el pan y los peces a los cinco mil? )Qué pensarías
de ellos si hubieran puesto el pan en sus bolsillos para m<s tarde, en vez de distribuirlo? )No haría sido
robar? Jesús ha puesto las buenas nuevas
entre tus manos para que la distribuyeras al mundo.
II. Somos llamados a estar dispuestos v.15 "pronto"
1. Igual como Pablo, somos llamados a estar dispuestos, estar
"prontos" a predicar el Evangelio a los demás. No hace falta que seas un predicador para
hacer aquello. Sólo tienes que estar
dispuesto a darlo a conocer. Dar un
folleto evangélico a alguien, o compartir tu fe en una manera tranquila con
alguien, y preocuparse de que el Evangelio salga a todas las naciones del
mundo.
2. Deberías estar dispuesto tú mismo a salir al resto del mundo
para llevar el Evangelio. Puede ser que
Dios no te llame a ir lejos, pero siempre hay la posibilidad que lo haga. Por tanto, no hagas juegos con Dios.
3. Leí una vez un folleto que describía un edificio en llamas,
con gente adentro gritando para recibir socorro. Había un gran grupo de bomberos alrededor,
que decían "estoy dispuesto a hacer algo" pero sólo uno u dos hacían
algo, lo que no bastaba. Eso parece
extraño, pero es lo que ocurre con la misión a otros países. El mundo se va al infierno en un tren de Alta
Velocidad, y miles de creyentes est<n diciendo:
"Estoy dispuesto a ir" pero no van.
Se buscan algún trabajo que paga bien, y cuando alguien les pregunta que
ha pasado con su decisión, dicen de una manera muy piadosa: "¡El Señor
sólo quiso saber si yo estaba dispuesto!" Y mientras tanto millones se
pierden.
4. El Señor quiere que estés sinceramente dispuesto a ir. Harás lo que puedas para ir. )Hasta cuál
punto est<s implicado en la tarea de
llevar el Evangelio al mundo entero?
5. Estar dispuesto quiero decir estar voluntario, estar
preparado, y estar consciente de que el tiempo es "ahora". En la misma manera en que dice "Si
oyereis hoy su voz, no
endurecéis vuestros corazones" y "He aquí ahora el día de
salvación", es también ahora el tiempo de actuar para llevar el
Evangelio a los demás.
III. No tenemos ninguna razón para avergonzarnos v.16
1. Tener vergüenza de algo significa que nos ruborizamos por
ello. Quisiéramos esconderlo, sentimos
que es de calidad inferior. Pablo no
tenía vergüenza del Evangelio.
2. Se ha dicho que si inventas un producto superior a los demás
el mundo vendrá a tu puerta para comprarlo.
Pero no es cierto. Tienes que
anunciar tu producto. La publicidad.
3. La publicidad es el gran negocio hoy en día. A cada día los
negocios te envían información que no has solicitado, y lo ponen en tu buzón de
correos. No tienen vergüenza de sus
productos. Cocacola, Pepsicola,
Macdonald's, Pollo Frito Kentucky, luchan para conseguir oportunidades de
llevar sus productos a cada país del mundo. Invierten fortunas en ello. El Evangelio, ¿es inferior a sus productos?
4. No tendrías vergüenza de mostrar tu nuevo Porche. ¿Por qué te da vergüenza hablar de tu
fe? ¿Por qué
deberíamos ser tan prudentes a la hora de llevar nuestra fe a las demás
naciones del mundo?
IV. El impacto de nuestra implicación misionera es algo
incalculable (v.16).
1. El Evangelio de Jesucristo es "poder". La palabra griega aquí es
"dunamis", de que tenemos la palabra "dinamita". Ahora bien la dinamita es bastante eficaz.
2. )Estamos
conscientes del impacto del Evangelio en vidas individuales y en naciones?
3. Si est<s preocupado
por la política, la respuesta es el Evangelio.
Si est<s preocupado por el
bienestar social de la gente, la respuesta es el Evangelio. Si est<s preocupado
por la justicia, la respuesta es el Evangelio.
Si est<s preocupado por la
eternidad de la gente, la respuesta es el Evangelio. Y m<s que nada, si
est<s preocupado por la relación
de las personas con Dios, la respuesta es el Evangelio.
4. M<s que toda otra
cosa, el Evangelio es el poder de Dios para salvación de todo aquel que cree.
5. Puedes pensar que no tienes poder. Pero el Evangelio es poder, y puedes llevar
este poder al mundo.
¿Qué estás
haciendo para que el mundo entero oiga el Evangelio durante tu vida? ¿Estás haciendo tu parte en llevar el
Evangelio a la gente de tu región? ¿Estás
dispuesto a ir a otra parte del mundo? ¿Estás
haciendo tu parte para que el Evangelio se predique en cada nación del
mundo? Pregunta al Señor lo que tú
puedes hacer hoy para trabajar en pagar tu deuda a los griegos y los no
griegos, a los sabios y los ignorantes.
Demuéstrale a él que estás dispuesto, que no tienes vergüenza de su
buena noticia de la salvación, y haz tu parte para impactar el mundo con el
Evangelio. Puede ser que tu parte no
llegue a los titulares de los periódicos, pero será grabado en la eternidad.