Wednesday, June 17, 2015

EL PROBLEMA DEL CONFORMISMO 1 SAMUEL 8

EL PROBLEMA DEL CONFORMISMO
1 SAMUEL 8

En el primer libro de Samuel, encontramos una historia bastante triste. Era el punto en que el pueblo de Israel empezó su rechazo definitivo de su Dios y Redentor. Lo interesante es ver qué es lo que les hizo rechazar a Dios. Este estudio no ha de hacerse para satisfacer nuestra simple curiosidad, sino para ver cómo protegernos a nosotros mismos de un tal rechazo en nuestras propias vidas.
            Si miramos a la obra evangélica hoy en día, vemos muchas cosas que nos llenan de gozo. Hay gente que abandona sus pecados, y su propia justicia, para poner su fe en Jesucristo y servir a Dios.  Hay vidas transformadas.  Hay personas que se mantienen, por la gracia de Dios, fieles año tras año. Esto nos alegra.  Pero si miramos de una manera realista, estamos también obligados a reconocer que hay personas que parecen seguir por una temporada, y luego desaparecen poco a poco en el mundo.  Otros que caen repentinamente en ciertos pecados escandalosos, y se alejan de Dios.  ¿Cuántos hay que ya no asisten a ninguna iglesia?  ¿Cuántos han sido derrotados por Satanás?  Es posible que hoy, aquí en esta sala, haya alguien que esté a punto de ser derrotado por Satanás, por el pecado.  Y es posible que la razón sea igual que en el caso de Israel.  Por esto, nos importa prestar atención a esta historia bíblica para ver lo que te puede derrotar a ti.  Es posible que tienes ocho años, quizá diez, u once.  Puede ser que tienes dieciocho, o diecinueve años.  También puedes tener treinta años, cuarenta años, cincuenta, sesenta, o setenta años.  El peligro para ti es igual.  Ponte en guardia, y hazle caso a esta historia bíblica.

1 S. 8:5
“Por tanto, constitúyenos un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones.”

1 S. 8:7
“Y dijo el Señor … a mí me han desechado para que no reine sobre ellos”.

1 S. 8:19-20
“Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: No, sino que habrá rey sobre nosotros; y nosotros seremos también como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará.”

2 Reyes 17:15
“Y desecharon sus estatutos, y el pacto que él había hecho con sus padres, y los testimonios que él había prescrito a ellos; y siguieron la vanidad, y se hicieron vanos, y fueron en pos de las naciones que estaban alrededor de ellos de las cuales el Señor les había mandado que no hiciesen a la manera de ellas”.

Ro. 12:2
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la voluntad de Dios, agradable y perfecta.”

Gá. 6:14
“Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo”.

            Hay tres maneras en las cuales podemos caer en la trampa de conformarnos a “este siglo”, o sea, al mundo que nos rodea, y hay una manera de guardarnos de esto.


I.              EL PELIGRO DE LA INFLUENCIA CEGADORA DE LOS “MUCHOS”
Ex. 23:2 “No seguirás a los muchos para hacer el mal y no responderás en litigio inclinándote a los más para hacer agravios”.

1.                 Los que gritaron para que Jesús se crucifique fueron así.
2.                 Las revoluciones, y mucha política, se hace así.
3.                 Las amistades y enemistades se hacen así. Por ejemplo en una clase del colegio si todos están en contra de alguien, acusándolo de no sé qué, te sientes fácilmente llevado con la corriente.  Eso no sólo sucede entre niós, sino también entre adultos.
4.                 Aun las peleas en la iglesia pueden empezar de esta manera.
5.                 Cuadno todos están haciendo algo mal o dudoso, tu conciencia no te ataca tanto. Sigues “a los muchos”. En ese caso, tú tienes que decidir si sigues “a los muchos” o si sigues al Jesucristo.  Si es este último, no querrás estar conforme a la mente de los que te rodean.

II.           EL PELIGRO DE UNA CURIOSIDAD MALSANA
    • Dt. 12:30  “Guárdete que no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean destruidas delante de ti: no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo también les serviré”.


1.                 Es posible que los de Israel empezaron con una simple curiosidad intelectual. “No hay que tener la mente cerrada”, dijeron. Sin embargo, esa curiosidad les condujo al pecado.
2.                 La curiosidad es madre de la drogadicción, el alcoholismo, y también de obsesiones sexuales. La curiosidad en sí no es mala, pero tienes que ser el amo de tu curiosidad. Como no tengo curiosidad para saber lo que parecería uno de mis niños sin cabeza, tampoco quiero tener curiosidad para saber qué es lo que la gente lea para llenarse de toda clase de fantasías sexuales; tampoco quiero tener curiosidad para saber el efecto de ciertas drogas en mi mente; tampoco quiero tener la curiosidad para leer el libro o ver la película que haya escandalizado a tanta gente.  Conozco a alguien que fue a ver “La Última Tentación de Cristo”, por simple curiosidad.  Luego, decía que no estaba de acuerdo con la película, pero ¿tenía verdaderamente que llenarse la mente con todas aquellas blasfemias para llegar a esa conclusión?
3.                 Tu mente es al menos tan importante que la naturaleza. Si no queremos contaminar el mar, ni los bosques, ¿por qué contaminar tu mente por curiosidad?
4.                 Es la curiosidad que ha conducido a la gente en brujería, y en necromancia también.  Es la curiosidad que conduce a las herejías. Es la curiosidad que conduce a tantas cosas que ya sabéis que son negativos. Y, ¡cuidado! El efecto en la mente puede afectar tu vida espiritual por mucho tiempo, aun después de haberte arrepentido.

III.        EL PELIGRO DE UN COMPLEJO DE INFERIORIDAD

1 S. 8:5
Por tanto, constitúyenos un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones.”

1 S. 8:7
Y dijo el Señor … a mí me han desechado para que no reine sobre ellos”.

1 S. 8:19-20
Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: No, sino que habrá rey sobre nosotros; y nosotros seremos también como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará.

1.                 El pueblo de Israel parecía pensar que el hecho de hacer como los demás sería un paso adelante; el progreso.  Aun cuando a veces no estaban dispuestos a seguir los dioses del mundo, al menos querían imitar su sistema de gobierno.  Aquello que Dios les había dado había de ser inferior.
2.                 Muy a menudo los niños piensan que son inferiores a los demás porque no tienen lo que tienen ciertas otras personas en la clase, o porque no llevan la misma ropa que algunas personas muy populares.  Consideran ciertas cosas como siendo muy “guai”, sencillamente porque otros las tienen.  No les gusta nada ser distintos. Les hace sentir inferiores.
3.                 Pero, ¡un momento!  Vosotros, los adultos, ¿no tenéis los mismos complejos?  ¿No seguís las modas asiduamente? ¿Por qué se tiene que gastar hasta una semana o aun un mes de paga para ropa de cuero cuando antes de haber visto a toda la gente así estabas satisfecho con lo que tenías?  Y también, ¿no es verdad que hace unos años, os habría dado vergüenza salir en público con los muslos expuestos, señoras?  Cuando salió la minifalda, ¿no pensabas que era algo indecente? Pues, tenías razón. Pero con tiempo, te creías obligada a llevarla porque tus compañeras la llevaban.
4.                 Recuerdo la primera vez que entré en una iglesia Bautista.  Varas cosas me llamaron la atención y ganaron mi respeto.  El amor, el gozo, por ejemplo, pero también la dignidad y la manera de vestir de las señoras y las chicas. No habían caído en la trampa del mundo. Se vestían bien, y modestamente.  Sentí como un aire limpio.  Y me hacía la mar de bien.  No me daba cuenta de que ya estaba harto del mundo. Lo había probado, y los placeres del mundo dejaban un sabor amargo.  Por esto, con los  años, me sentí muy desengañado al notar que muchos creyentes se creen obligados a seguir aquellas modas del mundo.
5.                 Nosotros tenemos algo superior al  mundo. Tenemos algo permanente, eterno. Tenemos también “la hermosura de la santidad”, si andamos en esta santidad. No tenemos por qué tener complejos.


La solución a esos problemas de conformismo es de gloriarse en lo que tenemos: la cruz de Jesucristo.  Ahora, la cruz nos separa del mundo, de una manera absoluta. Gá. 6:14 “Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo”.  No se puede separar de una manera más radical que la muerte.

Saturday, June 6, 2015

1 Sam 4 Cómo ofender al Señor

Ofendiendo al Señor mientras lo utilizamos
1 SAMUEL 4

Dios es un Dios que perdona.  Pero su perdón y su misericordia no quitan las consecuencias de nuestros pecados.  (3:12-14)

la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas” (3:14).

Es posible ir demasiado lejos en despreciar la gracia de Dios, y su ofrenda, o sacrificio.  Entonces ya la ofrenda no nos sirve para nada. Por otro lado, aun siendo perdonado, en cuanto a la eternidad, tras un sincero arrepentimiento, no quita necesariamente las consecuencias del pecado.

Ejemplo:
La diferencia en el trato de Saúl y David.  David pecó peor que Saúl.  Pero Saúl hizo excusas, mientras David se arrepintió "He pecado".  Para Saúl ya no habrá esperanza, mientras para David sí, aunque tuvo que sufrir también consecuencias por sus pecados.

En el capítulo 4 de 1 Samuel, vemos la ejecución de esta sentencia.  El capítulo 4 empieza presentando a Samuel que ya empieza a hablar a todo Israel, pero vuelve a los problemas de la familia de Elí.  Dios se servirá de los filisteos como palo de castigo.

I.  Mal utilizar las cosas de Dios dañan al testimonio del Señor
1.      Los Israelitas quisieron utilizar el arca de alianza como arma de batalla
2.      A veces queremos utilizar la Biblia para ganar un argumento
a.       utilizar a Dios para tener la razón
b.      Peligro de una falsa piedad hipócrita
3.      Los enemigos de Israel y de Dios vieron que el arca del pacto no les ayudó
4.      Si no tenemos la razón, o si falla nuestra predicción. nuestro uso de Dios o de su Palabra dañará el testimonio del Señor
a.       La gente se reirá de él
b.      La gente carecerá de confianza cuando se les quiere presentar la salvación con la Biblia

II. Mal utilizar las cosas de Dios es inútil
1.      Los Israelitas no consiguieron la victoria con el arca del Pacto.  En realidad, después del primer susto que dio a sus enemigos, no cambió nada.
2.      Dios no se deja utilizar como un sortilegio para nuestros fines
3.      Ni siquiera la Biblia puesta encima de la puerta de la casa servirá de protección espiritual para la casa o la familia.  Sólo sirve si está en los corazones.
4.      Orar para que Dios bendiga nuestros planes también es inútil si nuestros planes no son sometidos primero a Dios.
5.      Por lo más piadoso que nos mostramos en nuestro lenguaje o manifestaciones, no nos servirá.
6.      Tengamos mucho cuidado cómo incluimos a Dios en nuestras conversaciones.


III. Mal utilizar las cosas de Dios trae su castigo consigo
1.      No sólo que no sirvió: se devolvió en contra de ellos.  Los filisteos consiguieron el arca; y los dos hijos de Eli murieron.  Y luego murió el mismo Elí
2.      Dios permitirá a veces que las cosas nos vayan mal si abusamos de su nombre.
3.      Nos pedirá cuentas por nuestro uso de su palabra, su Nombre, la oración, etc.  (Ejemplo: En Estados Unidos, algunos equipos deportistas oran antes del partido.   Si fuera que orasen para poder jugar bien, y limpiamente, estaría muy bien.  Pero a veces oran por la victoria en el partido.  ¿Qué hace Dios si el otro equipo ora por lo mismo?


Este pasaje es un aviso de no abusar de nuestra relación con Dios.  Él no está allí ni como seguro de salud, ni de bienes, ni de vida.  No hemos comprado una póliza.  Nos hemos entregado a él para que él nos utilizara, no para que le utilizáramos a él.  Tengamos mucho cuidado cómo usamos esta relación con él.